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𝐏𝐢𝐱𝐢𝐞 𝐏𝐞𝐭𝐬.

Después de la noche larga en el casino había pasado otro día especial para Ari, pues los había invitado a la inauguración de su tienda de mascotas y como buena amiga no ibas a faltar.

—¿Estás seguro de que no quieres ir?.— volviste a preguntar a tu pareja el cual seguía sumido en su mundo de trabajo.

—Ya te dije que debo de terminar de extender el terreno de la montaña para el pueblo, estaré ocupado.— dijo mientras  enterraba la pala en el suelo de tierra que estaba completamente plano por días y noches sin descanso por parte de ambos.

No te gustaba que a veces Spreen tendía a poner el trabajo antes que su trabajo o diversión y sabías que de cierto modo no era bueno para ninguno de los dos, suspiraste y miraste a otro lado sin tanta emoción hasta que una idea llegó a tu cabeza.

—Está bien, ahora que recuerdo Roier me había invitado a pasar la inauguración con él.— comentaste con un claro motivo pero sentiste la mirada afilada de Spreen sobre ti—Le enviare mensaje confirmando la invitación.— abriste el holograma de tu reloj el cual mostraba los diversos contactos que tenías en él, aunque empezaste a buscar uno en específico.

—¿Qué planeas mujer?.— pregunto el chico al ver tus claras intenciones pero simplemente te alzaste de hombros con una sonrisa maliciosa.

—Nada, solamente mi novio no me quiere acompañar y tengo otras opciones que podrían tomar su lugar.— sin duda aquellas palabras no le habían gustado para nada a Iván el cual te miraba sin emoción o expresión alguna—Bueno ya me voy, ya casi va a ser la inauguración así que debo darme prisa.— diste la vuela con la clara intención de irte.

—Espera.— llamó Spreen a lo que detuviste tu paso con una sonrisa de victoria que él no podía ver—Deja me arreglo y voy con vos.— aviso a lo que sin dudarlo te abalanzaste sobre él haciendo que ambos caigan al suelo.

—Tengo al mejor novio del mundo.— halagaste para aumentar su ego algo que claramente funcionó.

—Lo sé, como yo no hay dos.— dijo con ese característico tono de orgullo que solamente él podía utilizar—Mejor vete adelantando y yo te alcanzo en la tienda.— sugirió a lo que aceptaste sin dudar.

—Luego te veo.— diste un rápido y casto beso para levantarte e irte,.

A veces Spreen odiaba el como sabías manipularlo tan perfectamente, algo que otras personas no podían hacer.

Decidió terminar rápidamente el área en el que estaba trabajando para posteriormente irse a arreglar y pasando largos minutos fue a los portales donde llegó al pueblo verde donde todo el lugar estaba repleto de la inauguración de Ari.

_"Algo exagerado"_

Pensó para si mismo al ver tanta publicidad sin tanta emoción empezó a caminar por el pueblo para ir a donde se reuniría contigo aunque unos sonidos llamaron su atención.

—¡Ey Spreen!.— escucho un siseo por lo que volteó la cabeza encontrando a Mariana el cual estaba ocultándose detrás de una pared de un local cualquiera, esté le hizo una seña para que fuera a donde estaba y sin opción alguna fue a donde estaba el chico de lentes.

Cuando paso detrás del local se dio cuenta que también estaba Elisa, otra habitante del pueblo con la que no había hablado o tenido tanta comunicación, notó que ambos se encontraban muy al pendientes de quienes pasaban por las calles cercanas a donde estaban.

—¿Y a vosotros que les pasa?.— cuestionó mirando a ambos los cuales simplemente lo callaron, algo que solo hizo enojar más a Spreen—Si no me dicen me largo.— amenazó a lo que Mariana voleó rápidamente para explicarle la situación.

𝐓𝐨𝐫𝐭𝐢𝐥𝐥𝐚𝐋𝐚𝐧𝐝 || (𝑺𝒑𝒓𝒆𝒆𝒏 𝑿 𝑻𝒖́) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora