Día 11: Entrenamiento

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⚠️CONTENIDO +18 ⚠️

A Rubius le gustaba la imagen que tenía frente a él, un Samuel cargando la barra sobre su pecho haciendo que sus brazos se tensen bajo la camiseta de deporte. Para él era un placer ver a su novio entrenar, era mejor que ver cualquier cosa en la televisión o el móvil.

-¿Seguro que no estás aburrido?- Sam se limpió el sudor con la toalla que tenía alrededor de su cuello

-No, para nada- negó con la cabeza con una sonrisa

-Nunca entenderé tu capricho con verme entrenar, no es como si tú lo hicieras

-No lo necesito- levanto su polera mostrando su abdomen- Metabolismo rápido cariño

-Sí, y te envidio por eso- el chico se agachó hacia él dejando un beso en sus labios- ¿Puedes pedir la comida? Aún me falta rutina

-Claro ¿Que se te antoja?

-Nada de grasas, algo saludable- tomo las mancuernas en su mano

-Hamburguesa para mí y ensalada para ti, entendido

-Te odio

-Me amas- Rubius le mando un beso antes de concentrarse en pedir la comida por su móvil.

Estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas en el gimnasio privado de su departamento que compartía con su novio. Tenían más de cinco años de relación, por lo que el otro conocía los gustos, bromas e incluso rutinas del otro.

Samuel siempre hacia gimnasio a una hora específica todos los días, antes de cenar, pero después de llegar del trabajo y Rubén siempre se sentaba a verlo justo al lado de donde el chico siempre ponía su agua junto a su móvil. Con el tiempo, hasta el mismo Sam se había acostumbrado a entrenar con la mirada de su novio, tanto que si no estaba su ánimo bajaba de golpe

-¡Oh mierda!- Sam suspiro dejando caer la barra y estirando sus brazos

-Oye, vocabulario- Rubius lo miro de reojo terminando de hacer el pedido- Llegará en cuarenta minutos

-Genial, me da tiempo para terminar y bañarme

-¿Seguro? Yo siento que hoy andas muy lento- apoyo su cabeza en su mano- Creo que has perdido técnica

-¿Eso crees?

-No entrenaste casi dos semanas por estar de viaje, incluso te noto algo gordito- hizo una mueca- Si, estás gordito y lento- Sam asintió lentamente

-Ven aquí

-¿Que vas a hacer?

-Solo ven- tomo la mano del chico jalándolo hacia él- Te mostraré que sigo igual que antes

-¿Cómo?- Rub sonrió burlón

-Hare esto- lo cargo sobre su hombro haciéndolo reír

-¡Samuel! ¡Bájame!

-¿Cuántas sentadillas puedo hacer contigo en mis hombros?

-¡No sé! ¡Bájame!

-Dame un número

-¡Veinte! ¡Que sean veinte! - lo acomodo en sus hombros- Me sueltas y juro que no te lo perdonaré

-No lo haré, confía en mí

El chico se posicionó antes de comenzar a bajar en sentadillas, Rubius contó en voz alta mientras se cogía de los brazos de su pareja para no caer. Cuando llegó al número veinte fue Sam el que lo bajo tirándolo en el piso aun escuchando su risa y poniéndose en plancha encima de él

Rubegetta Month 2022Where stories live. Discover now