Jamás será lago de olvidos
lo que vino hacia mí.
Bermejeada luna
enjuaga besos
del reflejo y su ausencia.
Mínimos pasos sobre flores secas.
Tanta memorialesca arcilla
se esparce en los libros polvorientos del amor.
Las retiradas arden de pie,
donde el ventanal
arremete ante la tenue brisa del espíritu.
Todo un elucidario magistral.
Los arrebatos
de un paisaje
de aves
entre ensueños de orquídeas.
Descubriéndote
tras el dulzor de tu boca,
encauzando todo naciente tsunami
por entre tus piernas.
Desembocamos las aguas,
oh, grismente,
al jadear pieles del ayer.
Yendo lentos,
al perecer.
Soñándonos desde relampagueantes nubarrones.
Yendo lentos
sobre suelos áridos.
Ahogo
de paciente convaleciente,
oh, ahogo paciente
en la hospitalaria necrópolis.
Toda esta mísera espera
desde un desangramiento estelar.
Jamás será lago de olvidos,
no.
Las despedidas brotan entre ósculos,
donde los confesionarios
se aferran al tintero insurrecto de los labios dormidos.
Fugándome esas gemas que,
aspiran al degrade,
a través de los libros del amor.
Jamás será lago de olvidos,
no.
Jamás será lago de olvidos
lo que vino hacia mí,
aunque jamás lo diré...
Sé que la noche
se esconde
por entre las brumosas reminiscencias.
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El Tiempo/Blues Fantasma
Poetry¿Por qué la bella desnudez de la poesía, es tan frugífera y fugaz, como la brisa matinal de algún otoño evocado?
