Habia pasado 2 meses dentro del circo digital, dos meses donde Pomni seguía persistiendo que todo lo que estaba sucediendo era un sueño y que con el tiempo decidió calmarse para formar buenas amistades con los miembros de su colorida cárcel.
Pero...
Pomni se había despertado sobresaltada en un oscuro cuarto, no podía observar nada su al rededor del aquel desconocido lugar, lo único que distinguía era que estaba en una cómoda y blanda superficie, seguramente una cama.
La chica con bastante miedo e inquietud decidió moverse gateando por la superficie que se encontraba hasta que abruptamente llego a su final y cayo pesadamente al suelo.
-Agh, pero que... rayos- Se quejó mientras se apoyaba con sus rodillas en el suelo mirando todos lados sin distinguir nada- En...Donde estoy..? -
La arlequina se preguntaba y su cabeza le daba vueltas, hasta que se prendieron las luces y vio Jax sentado en una silla pero al revés, mientras tenía una amplia sonrisa en su rostro.
-Jax?- Dijo confundida y sin entender que pasaba –Que está sucediendo aquí? P-porque estoy aquí?
-No es obvio linda, este es mi cuarto y estamos en una cita- Menciono con ironía como si de alguna manera le fastidiara que no tuviera la misma lógica que él.
-Q-que... QUE CAR#$%@ JAX!?- grito alterada- Esto no es una cita...no se supone que me secuestres o me encierres en tu cuarto para luego justificarlo con el termino de que es "una cita"-Reclamo con un tono algo más nervioso y enojado, mientras le seguía reclamando por su falta de conciencia.
"Acaso... estoy equivocado, supongo que enamorar es más complicado de lo que pensaba" Dijo en su mente tan solo pensando en la reacción poco agradable su invitada y su tono feroz reclamándole de fondo pero sin prestarle atención. Hasta que algo lo saco de sus pensamientos.
-Acaso no sabes cómo funciona realmente una cita real!?- Dijo finalmente.
Un silencio inmenso y penetrante inundo la habitación que duro unos cuantos segundos.
La sonrisa de Jax desapareció y miro hacia un lado para que no viera su expresión de frustración y confusión.
-Yo... no- Hizo un pausa para botar una pasada bocanada de aire- No se nada sobre este tema, okey?¿Acaso crees yo se como funcionan las citas? Yo solo quería hablar contigo de una manera un poco más privada y cercana, y creo que es justo que tengamos una "cita" con lo que eh hecho por ti estas últimas semanas.- Por un momento el conejo parecía algo frustrado o sentimental pero rápidamente cambio su tono a uno más orgulloso y que reclamaba una recompensa.
En cierta parte Jax no tenía la culpa de actuar de manera irracional o encontrar de los derechos de otras personas, era como parte de su personalidad o ADN.
-Jax no lo sabía, realmente todo esto y que despierte en tu cuarto sin ninguna explicación realmente me asusto. Pero... te podría enseñar a como amar correctamente sin llegar a estos extremos de encerrarlas en tu cuarto.
Jax sabía que estaba fingiendo solo para obtener en sus manos el corazón de Pomni, sin embargo no sabía nada del tema y necesitaba al menos una guía aunque fuera brindada por su pio objetivo
El chico se levantó de su silla y fue directamente hacia la arqunina.
Su contraria claramente reacciono y retrocedió un poco, aunque ella fuera bastante comprensiva y quería ayudar al quien lo necesitara, no podía negar que en este caso y las palabras de Ragatha retumbaban en su cabeza "No confíes en él, seguro te hará algo horrible"
-Jax enserio que eres muy considerada Pomni, aunque tengo que darte una mala noticia...-Sonrió maliciosamente mientras miraba la cara de preocupación de la de baja estatura- Todo lo que hice no solo se puede resolver solo con eso, tendrás que pagarme con otra cosa pequeña e insignificante.
Se inclinó para estar poderle susurrar al oído.
-Estarás los días que te diga junto a mí - Menciono en suave susurro divertido que estaba lleno de picardía.
La chica al escuchar se estremeció en todo su cuerpo y abrió bien los ojos algo paralizada, sin embargo decidió quitarse ese sentimiento sacudiendo su cabeza y empujándolo con suavidad.
- Este bien, aunque...no estoy muy de acuerdo- Menciono Pomni con inseguridad.
-Bueno, bueno, bueno... entonces con eso ya solucionado, creo es hora de despertar-
-Espera, que?-
Jax sujeto con fuerza el brazo de Pomni y le dio una cuantas vueltas para que se mareara con el propósito de que no se resistiera. Después de hecho la acomodo su cabeza cerca de su pecho y a esto saco de la nada una jeringa con un líquido adormecedor rosa que lo inyecto en el cuello de la chica.
Pomni se quejó medianamente y casi empieza a gritar pero Jax rápidamente le puso una de sus manos tapándole la boca.
Antes de que su invitada se desmayase por el suero que corría por su cuerpo, se le paso un detalle por la cabeza que lo preocupo y rápidamente advirtió.
-Oh si, Jajjajaja. Se me olvidaba, no confíes en nadie que expanda rumores falsos de mí, sobre todo la imbécil de Ragatha. Aún siguen resentidos por mis bromas, pero no les creas ¿Entendido dulzura?-
Cuando la respiración se hizo más lenta de Pomni y ya no trataba de moverse, Jax suspiro aliviado. Dejo el cuerpo de la arlequina en el suelo y se sentó en su silla.
Dentro del ser del conejo no sentía remordimiento, en parte sentía que era un bien necesario mentir y manipular para mantener su reputación y su enorme orgullo.
Suspiro pesadamente mientras dejaba de ver la pared y fue a llevar a su víctima a su cuarto, cargándola con suavidad con ambos brazos.
Camino con sutileza por los pasillos hasta que llegó a la habitación de la de ojos grandes. Sin embargo cuando iba la dejo en su cama y se iba a ir se detuvo para luego sentarse en el suelo.
La admiraba en silencio mientras pensaba en cómo ganar su apuesta, pero después dejo de pensar para solo mirarla. Observo su rostro blanco, su cabello corto castaño, sus mejillas rosadas y su colorido traje en su esbelta figura.
-Jejeje..- Se rio bajo
- No puedo creer que eres tan ingenua Pom- Dijo en un bajo susurro algo divertido, agachando su mirada con algo de vergüenza.
Cuando se retiraba a aquella habitación sentía una sensación rara en su estómago como si fuera un cosquilleo de alas revoloteantes. Aunque para todos era normal sentir esa sensación cuando sientes felicidad hacia alguien, para él era sumamente extraño e incómodo, que supuso que se le calmaría en el trascurso de la noche.
No podría ser más iluso.
...
Fin del capítulo 5
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