Capítulo I; Tal Vez

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"All roads lead to you, even those I took to forget you."

―Mahmoud Darwish






MAX

La presentación del nuevo monoplaza ha sido todo un éxito.

Los patrocinadores están encantados con la promesa de los ingenieros de haber creado una máquina que igualará y superará a cualquier Mercedes que se atreva a retarnos en cualquier circuito. Aunque más allá de eso, creo que están más preocupados por el logo de quién se ve mejor.

Y mientras los hombres de traje discuten eso, nosotros tenemos que estar parados sonriendo a las cámaras como imbéciles. Mis mejillas arden ante la tensión a las que las he tenido sometidas la pasada hora, luchando por no cerrar los ojos cada vez que un flash vuelve a deslumbrarme. Es imposible que los periodistas no noten mi incomodidad, pero creo que eso los emociona aún más; ¿qué mejor que un titular sobre lo poco feliz que se encuentra la promesa de Red Bull este inicio de temporada?

Mi entrenamiento sabe mejor que dejarlos entrar a mi cabeza, que vean más de lo que yo estoy dispuesto a dejar que lo hagan. Fui criado para esto. Pero no quiere decir que se me dé bien...

Mis ojos divagan a mi izquierda, siguiendo el camino de Christian, nuestro más reciente inversor, el presentador... Hasta el ala trasera del coche, donde Sergio sonríe, asintiendo hacia un comentario del último y respondiendo inmediatamente con una broma que hace reír a todos los camarógrafos en la primera fila. Es como si hubiera nacido para esto: la fama, la atención, el bullicio. Es increíble verlo ponerse esta segunda piel antes de subir al escenario, listo para tomar cualquier micrófono y mostrar su faceta más confiada y mordaz al mundo entero.

Cuando no tienes una personalidad encantadora como Charles o Lewis, o un carisma magnético como Danny y Lando, o el apoyo incondicional y la influencia de tu familia como Lance o Carlos. Entonces tienes que recurrir a este tipo de estrategias y fingir, y fingir, y fingir, y fingir...

"Max, ¿cuán emocionado estás de trabajar con Checo este año?"

Click. Flash.

Sonríe.

Click. Flash.

"No puedo esperar."


La concentración de personas dentro del edificio se fue dispersando y disipando conforme la luna se movía a lo largo del cielo nocturno

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La concentración de personas dentro del edificio se fue dispersando y disipando conforme la luna se movía a lo largo del cielo nocturno.

Ahora, en la terraza, donde se habían encargado de arreglar una bonita cena para el equipo y los muchos invitados, el aire fresco finalmente parece abrirse camino hasta mi rostro, regalándome un sorbo ya muy necesitado. Los vellos de mis brazos de alzan cuando mi piel sucumbe ante un suave y casi placentero escalofrío, pero no recuerdo ni siquiera donde dejé la chaqueta del equipo con la que inicié la noche hace un par de horas, y un par de copas.

SHATTER | A Max Verstappen x Sergio Pérez BookWhere stories live. Discover now