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4. Fiesta no tan festiva

Todos estábamos en la sala de estar, Megumi estaba sentado a mi derecha notablemente avergonzado mientras que yo le daba palmaditas en la espalda de vez en cuando para demostrarle que no estaba solo en su estupidez. 👌😛

Por su parte nuestro amigazo el Neymar, se hallaba acostado en un sillón largo frente a nosotros y observando el techo.

—¿Y entonces...que te trae por aquí?

Respiró profundamente y con su mano aún sujetando la bolsa de hielo en su cabeza, se giró hacia nosotros.

—No lo sé, no recuerdo nada de hace dos minutos.

Megumi y yo nos miramos con los ojos apunto de salirse, sin embargo, una risita de fondo nos hizo prestarle atención.

—Que es broma—sonrió mientras tomaba asiento—. Vine a dejarles unas entradas, Thiago me pidió que te las entregara.

—¿A mí?

Asintió sonriente.

—Es mañana por la noche. ¿Ustedes salen de fiesta allá en Japón?—se acomodó en el sillón para escuchar nuestra respuesta.

Yo miré a Megumi para que respondiera por ambos, porque yo no tenía idea.

—Casi no nos dejan salir a lugares en dónde circula mucho alcohol. Pero si nos hemos tirado nuestras escapaditas—sonrió mirándome.

Neymar frotó sus manos emocionado.

—¿Supongo que también pueden darse la escapadita aquí, no?

—Que mala influencia eres—dije riendo.

—Ojito que no se han negado—se jactó él también. Miró a Megumi que yacía como perrito regañado con culpa—. Amigo, no hay problema, igual y ya necesitaba una actualización de software.

La puerta se abrió dando la bienvenida a Nobara y Yuji que venían cargados de bolsas, bueno, realmente Yuji era quien traía la mayoría.

—¿No que solo irían por trajes de baño?

—Surgieron otras necesidades—respondió Nobara admirando sus compras—. Te las tengo que mostrar, no es por presumir  pero tú mejor amiga tiene los mejores gustos.

Sonreí mientras me acercaba a ver sus cosas.

—Y nadie se acuerda del pobre Yuji—dijo Itadori dramaticamente—. Cargando bolsas bajo este gran sol, pobre Yuji ¿Es que acaso nadie lo valora?

—Yo te veía calladito con tu caja de pollo.

—Claro, el pobre Yuji debe conformarse con una caja de pollo...

Neymar se estaba riendo y hasta ahora no tengo idea del por qué si ni una gota de Japonés sabía en aquel momento.

Nos pusimos ahí entre todos a urgar las cosas de Nobara, ya estábamos hablando en inglés porque si no Neymar iba a seguir de esquizofrénico.

Unos 15 minutos después llegó Thiago, se saludaron con Neymar y de ahí nos juntó a todos alrededor de la mesita de centro para recién entregarnos las entradas, que eran unas manillas. Yuji y Nobara asentían sin saber de qué fiesta hablaban pero ellos le entraban a todo.

Nuestro único problema era cómo iríamos a una fiesta que iniciaba a las 1:00 am. O sea, si estaba complicado porque a cierta hora de la noche llegaban guardias que vigilaban la casa, esto porque habían muchísimas entradas.

Sin embargo...resulta y acontece que la suerte andaba de nuestro lado. Y es que enserio, parecía que el universo nos amaba.

—Chicos, hoy tendremos un viaje repentino a São Paulo—informó Bokuto el mismísimo día de la fiesta—. Todos debemos ir, más Kuroo y Kenma se quedarán para que no estén solos.