𝐇𝐘𝐔𝐍𝐆 • {HYUNHO}

HYUNG

Hyunjin se hallaba sentado en su pequeño taburete, sumergido en su propio mundo. Con la tenue luz de las velas que encendían su cuarto y la música soul relajante sonando de fondo, el rubio repasaba los trazos de su última creación. Los blancos y rosas de la orquídea se difuminaban y se perdían sobre un fondo prácticamente negro. Se sentía tan en calma que no escuchó como la puerta de su habitación se abría sin permiso.
¿Tanto te gusta dejarme en evidencia delante de todo el mundo?. - Susurró Minho en el oído de Hyunjin, haciendo que se sobresaltara por la intrusión.

¿¡Minho qué se supone que haces aquí!?. - Dijo el rubio haciéndose el ofendido dándose la vuelta para mirar al mayor, sabía perfectamente por qué había venido. - ¿Como narices no avisas?¿No te das cuenta de la hora que es?

¿Ahora te haces el tonto?¿Desde cuándo se me ha negado la entrada a esta casa?. - Prosiguió mientras le quitaba con delicadeza el pincel que sostenía el menor en su mano. Lo dirigió hacia él, trazando una línea de pintura desde su garganta hasta llegar a su mentón, donde presionó e hizo levantar la barbilla de Hyunjin para que pudieran conectar miradas.- ¿O a tu habitación?- El rubio lo miró, sin saber muy bien si el fuego que veía en sus ojos provenía del reflejo de las velas o de su propio interior.

No has respondido a la primera pregunta... ¿Qué haces aquí? - preguntó de nuevo Hyunjin sin bajar la vista, aguantando la mirada intimidante de Minho.

La entrevista.- Contestó mientras se inclinaba hacia el menor, acercando peligrosamente los labios a los suyos.-  Me has vuelto a faltar al respeto, dijiste específicamente que no me llamabas <<hyung>> nunca. Debes de utilizar los honoríficos conmigo, soy tu mayor,  príncipe. - Su voz sonaba filosa y ronroneante y Hyunjin notó como se empezaba a formar calor en su entrepierna. -¿Qué van a pensar de mí los demás Hyunjinie?

Shhhh... Deberías bajar el tono, los demás probablemente estén dormidos gatito. - Dijo mientras llevaba su dedo índice a los labios de Minho. Sonrió y giró levemente la cabeza con actitud pensativa, recortando aún más la distancia entre los dos. - ¿La entrevista que salió hoy? ¿Estás muy pendiente de todo lo que publican sobre mí no crees hyu...?¿Cómo dices que te gusta que trate?.- Bajó su dedo índice y masajeó con descaro el labio inferior del mayor mientras sonreía con malicia.

Te encanta romper las normas para provocarme ¿Verdad?. - El mayor se volvió a incorporar y deslizó de nuevo el pincel, esta vez hacia la altura del pecho de Hyunjin y presionó sobre él para separar la peligrosa distancia a la que estaban.- .¿Sabes lo que pasa cuando enfadas a tu <<hyung>>? - Siguió ronroneando mientras hacía pequeños trazos en el centro de su torso, dejando la camiseta sin mangas que llevaba el menor marcada de pintura.

¿Me vas a castigar?. - Contestó Hyunjin con voz melosa, mientras dirigía su mirada al delicioso bulto del mayor. Se mordió los labios con solo imaginar la bonita polla de Minho dentro de él.

A eso he venido mi principe. Necesitas una lección por tu mal comportamiento. Harás lo que yo te diga, empezando por no moverte hasta que te ordene lo contrario. - Dijo Minho con voz autoritaria  mientras se acercaba al rubio. Se llevó la mano a su entrepierna y comenzó a masajear su bulto mientras posaba su mirada en los labios del menor.

¿El castigo va a ser <<muy duro>> Lee Minho?. - Preguntó Hyunjin  con su voz de aeygo mientras dibujaba un puchero en su boca. Sentía su polla húmeda. Estaba tan cachondo que había mojado con su  propio líquido los pantalones tan caros de seda que llevaba puestos.

-<<Muy duro>>. - Dijo el mayor mientras sacaba su miembro del pantalón de chándal. Agarró su glande y lo empezó a masajear haciendo pequeños círculos sobre él. Hyunjin lo miró con hambre, estaba rosado y muy duro; se le hacía la boca agua. - Primero, por faltarme el respeto de nuevo, te voy a follar esa boquita tan bonita que tienes.- Acercó su pene a los labios de Hyunjin, dejando que este diera la primera lamida. - Luego...- Minho gruño y se relamió mientras retiraba su polla de la lengua del menor y empezaba a hacer movimientos repetitivos de arriba y abajo con su pene sobre los carnosos labios de Hyunjin. - Luego, si te has portado bien y te <<noto>> arrepentido por tu indecoroso comportamiento, <<repito>>, arrepentido, quizás te rebaje la pena... y también esos pantalones. - Los ojos de Hyunjin ardían de deseo, no había nadie en el mundo que lo hiciera calentar tanto. - Ahora abre esa boca príncipe y empieza a redimirte.