1: El encuentro

731 56 406
                                    

-----

Por décima vez mi madre sacudía el precioso y caro vestido negro que me había comprado especialmente para esta ocasión, a pesar de que la tela brillaba de limpieza ella quería que todo fuera perfecto. A pesar de que es demasiado incómodo llevar un vestido, sé que la cantidad de dinero que invirtieron en él no es una broma, así que solo me quedé callada para ver la sonrisa de mis padres. Las joyas que llevaba sobre mi eran lo mismo, sentía que en cualquier momento mis aretes iban a arrancarme las orejas y mis anillos tan delicados que podrían romperse solo con un golpe. Pero mi madre se veía tan emocionada que preferí no decir nada.

—¡Mírate, mi preciosa niña! Te ves realmente como una señorita ¿Cómo te sientes?— Preguntó ella con una sonrisa de oreja a oreja colgando en su rostro.

—Un poco apretada por el vestido...— Murmuré en voz baja pero aun así había una sonrisa para disimular mi incomodidad.

Mi mayor se encogió de hombros —Es común querida, el vestido es nuevo y tú no estás acostumbrada a usar este tipo de prendas. Ya verás que en la reunión te acostumbrarás— aclaró con la misma sonrisa de siempre y dándole palmadas al vestido para 'quitarle la suciedad'.

Luego de bañarme en perfume, mi madre se dedicó a peinar mi cabello con suma precisión, mechón por mechón acomodaba mi cabello en un moño un poco desordenado que me hacía ver elegante.

Me miré al espejo y no podía creer que esa era yo. Estoy acostumbrada a usar ropa casual, suelta y de mis bandas favoritas, pero ahora me miro al espejo y soy una mujer renovada ¿Una mujer? Wow, nunca creí llegar a esta parte de mi vida en la que dejo de llamarme a mi misma como 'niña' o 'joven' y paso a llamarme 'mujer'. Si soy sincera, no me agrada demasiado esto de llamarme una persona mayor, se escuchan como muchas más responsabilidades ahora que crecí, se escucha como mucha presión del mundo sobre mi. De todas formas nadie puede salvarse del futuro, y ver a mis padres tan orgullosos de mi me hace querer seguir adelante. Porque ahora soy una mujer, una princesa de cuentos apunto de convertirse en reina, una manzana sin color apunto de pintarse roja, una... una...

—Una adulta— Escuché la voz de mi padre a mis espaldas y tanto yo como mi padre nos volteamos a mirarlo. —Mi muchachita está apunto de dar el paso al mundo adulto— Se abrió él con una gran sonrisa en su rostro.

Mis ojos se abrieron de par en par ¿Me estaba por convertir en una adulta? Pero si apenas tengo dieciséis años ¿No es muy temprano para mi? ¿No son demasiadas responsabilidades para alguien de mi edad? Comencé a sentir un pánico interior, como una niebla negra expandiéndose por mi cabeza. Una niebla de miedo.

—No exageres, cariño— Se adelantó a hablar mi madre —Aún faltan dos años para eso... Aunque no es demasiado tiempo, ella aún es joven— Aclaró con sus manos posadas sobre mis hombros y dando suaves golpecitos de orgullo y compasión.

—Gracias mamá— Me adelanté con una pequeña risita nerviosa.

(...)

(...)

(...)

Creo que me olvidé de mencionar la razón por la que hay tantos cambios y preparación en mi familia, y es que esta noche cenaremos en la casa de los Shin, una familia adinerada que nos invitó a una comida...O bueno... Que me invitó a una comida, y que mis padres podían acompañarme. La razón era obvia, el hermano mayor de esa familia había clavado su ojo en mi, y sus padres, al ver la cantidad de dinero que posee mi familia, se emocionaron tanto que decidieron invitarnos a comer.

Shin Minjun, un actor que está ganando mucha fama por el exitoso lanzamiento de una serie que se está volviendo el centro de entretenimiento en la actualidad, y él es el amado protagonista. A pesar de que esta serie sea su debut, sorprendentemente ganó mucha fama en poco tiempo, ganando así también una gran cantidad de dinero. ¿Cómo nos conocimos? Fácil, redes sociales.

𝑆𝑖 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎 𝑡𝑒 𝑑𝑎 𝑙𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑎𝑙𝑑𝑎, 𝑎𝑧ó𝑡𝑎𝑙𝑎 || (ʀʏᴜᴊɪɴ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora