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TaeHyung acariciaba su vientre con tranquilidad con su espalda apoyada en la fría pared, si bien no se encontraba en el mejor estado físico, estaba feliz, feliz de que un cachorrito estuviera creciendo en su interior, un fruto del amor entre JungK...

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TaeHyung acariciaba su vientre con tranquilidad con su espalda apoyada en la fría pared, si bien no se encontraba en el mejor estado físico, estaba feliz, feliz de que un cachorrito estuviera creciendo en su interior, un fruto del amor entre JungKook y él.

Cuando SeokJin salió dejándolo solo con la loca, tuvo que hacer todo lo que su estado amarrado y deteriorado le permitió para impedir que las drogas diarias le fueran inyectadas.

Logró con éxito su cometido, obviamente terminó con algunos rasguños y heridas en su pecho y brazos, pero aquello era lo que menos le importaba en estos momentos.

Ahora tenía un nuevo motivo para luchar e intentar escapar a como diera lugar. Tenía un cachorro que proteger y un alfa que debe estar desesperado por encontrarlo.

Había herido lo más que pudo a la chica, cuando esta se había dado por vencida solo lanzó la jeringa a Dios sabe donde y se fue a paso molesto, no sin antes insultarlo un poco.

— Hola, Tae — el mencionado levantó su mirada hasta toparse con el beta recién llegado.

El pelinegro iba a devolver el saludo, pero un conocido aroma hizo que su corazón saltará esperanzado, al igual que su lobo.

— ¿Por qué hueles a mi alfa? — preguntó molesto, olfateando al pelirrojo confirmando que sin dudas era el olor de su pareja.

— Tranquilo, no pienses nada malo — habló SeokJin quitándose la mochila de la espalda y abriendo esta — Fui a la universidad y en el casillero de JungKook encontré su sudadera.

Le extendió la prenda y TaeHyung la tomó, desesperado, llevándola de inmediato a su nariz, ronroneando mientras sentía el adictivo aroma de esta.

— Él... ¿Te vio? — a SeokJin se le encogió el pecho ante el tono ilusionado del chico, solo pudo negar bajando su cabeza.

— Pero le dejé una carta... — mencionó haciendo que el omega levantara su mirada, y fijándola en él, esperando a que continuara — Le escribí que estabas embarazado.

El pelinegro sintió su corazón encogerse con tristeza, le habría encantado darle la noticia él mismo y ver la expresión de alegría de su alfa, que este lo abrazara y besara, que mencionara lo feliz que se encontraba y que le prometiera una vida alegre a su lado con sus cachorros.

— No pude verlo, estaba en práctica de básquetbol con YoonGi, solo dejé la carta, saqué la sudadera y me fui.

TaeHyung sonrió con nostalgia recordando a YoonGi, el gracioso y peculiar mejor amigo de JungKook, no convivieron mucho, pero le agradaba bastante y se veía confiable.

Los ojos se cristalizaron cuando pensó en sus amigos, JiMin y HoSeok, los omegas más locos y rebeldes que podían existir, extrañaba como el demonio las escenas dramáticas de JiMin, extrañaba los cálidos abrazos y besos en las mejillas de HoSeok. Que lo mimaran cuando se sentía mal y le dijeran que todo iba a estar bien, que debía pensar positivo en todo momento.

Mi omega especial ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora