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Ya habían pasado unos minutos tras que los gritos de Kazumi habían mermado, la mujer miraba con remordimiento a su esposo mientras el volvía a llorar, de la molestia pero también de la alegría de volver a tener a su esposa con el, habían sido duros esos meses para el y Takemichi no tenerla cerca, era como su consuelo y su protectora.

- Cariño ya te pedí perdón, no te molestes conmigo, por favor sabes que no me gusta verte así- Tomo el rostro de su esposo en sus manos para que la mirara, notaba como su rostro estaba rojo y tenia un puchero en los labios, para muchos seria infantil pero para ella era hermoso aunque odiaba ser la causante de las lagrimas de su bello esposo.

- Ni una llamada, no es justo, casi tengo que usar señales de humo... te extrañe pero aun no te perdono- Kazumi dijo mientras sentía como Hikari lo empezaba a besar de forma tierna, y no pudo resistirse y correspondió deseando quitar el sabor de Himiko de su boca.

- ¿Ya me perdonas?- Pregunto tras romper el beso conectando sus ojos amarillos con los de su esposo que ya no lloraban, tranquilizándola.

- No aun no te perdono, fueron seis meses sin saber de ti pero no te pienso dejar por fuera de la casa, así que entra antes de que cambie de opinión- Se alejo de los brazos de la mujer y entro a la casa dejando la puerta abierta para que su esposa entrara.

Ambos niños estaban en la sala, y el "menor" noto como el mayor entraba y unos segundos después la mujer, Takemichi intentar reconocer a la mujer, mientras que Haruchiyo ni les prestaba atención ya que había vuelto a caer dormido tras el estrés de la mañana.

Kazumi al notar como el niño había caído dormido se acerco y lo cargo antes de sentarse en el sofá siendo observado por su esposa que parecía intentar saber quien era el niño,  siendo notado por el hombre.

- Este es Haruchiyo, es un amigo de take, se escapo de casa y no tiene donde quedarse por lo cual lo deje vivir con nosotros.- Explico con calma mientras acariciaba los blancos cabellos del niño que se acurrucaba contra el.

-oh, entiendo, sigues siendo igual de débil ante los niños cariño- Comento con algo de burla en su voz pero se notaba el cariño y rápidamente al ver a Takemichi en el suelo jugando dejo su maleta y corrió a abrazarlo, apretándolo contra su pecho, siendo correspondido por el niño por inercia.

- Espera un momento... acaba de llamar a mi padre cariño, su voz es agradable y... oh mierda es mi mamá, pero mamá volvió hasta después de unos años...- Takemichi estaba recapitulando su vida y su madre no fue alguien muy presente en ella, pero parece ser que estaba equivocado.

-Mi bebe, has crecido tanto, me alegra que por fin tengas más amigos, te extrañe tanto mi niño- La mujer lo beso repetidas veces en su coronilla sonriéndole

- Te extrañe mami....- No sabia que más decir era como una extraña para el pero a la vez no, pero no pensaba arruinar el momento con su madre, la beso el mejilla antes de acurrucarse en sus brazos, le brindaba mucha seguridad estar en los brazos de su madre tanto que a los pocos segundos cayo dormido haciendo sonreir a ambos adultos.

- Parece que no a cambiado mucho, al igual que tu cariño- Hikari se levanto aun sosteniendo a su hijo y se sentó en el sofá junto a su esposo.

- Si no a cambiado mucho, obvio si evitamos la parte de su complejo de héroe sigue igual.

- Me sorprende que hoy no se pusiera su capa.- Dijo mirando a su hijo acurrucado contra ella, parecía un gatito haciéndola reír por la ternura de Takemichi

- Hoy estuvo más tranquilo que otros días, es mi bebe pero a veces deseaba tanto darle un golpe en la cabeza por sus acciones, además no vuelvas a dejar que tu hermano deje a Masaru mas de un día, casi ellos dos me matan de un infarto.

La mujer rio por lo que había dicho su esposo, sabia que Masaru era un niño algo complicado pero saber que hasta su esposo perdio la paciencia con el era otro nivel, pero le haría caso.

- Esta bien yo le diré a mi hermano, no te preocupes mi vida.

Con calma ambos adultos se acurrucaron con los niños aun enzima de ellos, todo el momento era uno muy cálido, era su burbuja de amor.

Con calma ambos adultos se acurrucaron con los niños aun enzima de ellos, todo el momento era uno muy cálido, era su burbuja de amor

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Cortito pero con cariño, fue un episodio dedicado a los padres de Takemichi mas que todo, es que amo la relación de ellos dos y pues como ya empezaran a llegar los demás no tendrán tanto protagonismo perooooo no van a ser padres ausentes siento que con esto estarán mucho más pendientes del michi

|ut coepi nivis|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora