¿Coincidencia o Destino?

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Era otoño y las hojas caían lentamente de los árboles, y se encontraba caminando entre la multitud, muy callada, una joven, que desde simple vista se veía su cara de tímida, se movía a paso lento, rumbo al parque con un libro en sus manos mirando el suelo.Cuando llegó se sentó en una banca y abrió su libro. He de mencionar que esta muchacha era alta de piel blanca, cabello largo y fino,de un color castaño claro. Bueno era de nacionalidad sub coreana, así que era de esperarse. Sus ojos eran de un tono carmelita que a simple vista se veía oscuro pero al más mínimo rayo de luz se tornaban de un color marrón claro hermosos, tenía la mirada caída, como si el hecho de estar sola la pusiera triste, su nombre era Shina y estaba en la preparatoria, no tenía amigos porque no era una persona muy sociable, pero esto le dio más tiempo a concentrarse en los estudios y ser una de las más inteligentes. Hasta este punto su vida parecía normal y aburrida, pero ese día en el parque pasaría algo que le daría un vuelco de 180° a toda su vida normal y corriente.


Ese día en el parque todo estaba tranquilo,solo se escuchaba la brisa soplar arrastrando las hojas del otoño, eran alrededor de las 6 de la tarde y Shina sabía que a esa hora el parque estaría tranquilo por eso decidió ir. Mientras leía su libro tranquila unos estudiantes de su misma preparatoria y de su mismo grado aparecieron. Olvide mencionar que por ser muy tímida y aislada, sus compañeros empezaron a hacerle Bulling. De monstruos que son todos. La chica al verlos se asustó, pronto de entre todos ellos apareció la líder de la pandilla su nombre era Misaku y era la segunda más rica de toda la escuela.

-Balla pero si es la rarita de clase,¿Que piensas en hacer mi tarea durante los próximos 2 años, te parece bien?.- Dijo la chica en tono de burla para luego oír a sus amigos riendo silenciosamente detrás de ellas.
Shina intento escaparse pero dos chicos la detuvieron y la inmovilisaron para que su líder pudiera hablar después.
-Es de mala educación irse cuando los demás hablan contigo Shina.
-Ya te dije que me dejaras en paz Misaku, no te voy a obedecer-. A pesar de que era tímida y callada, se sabía defender.-Ha, y te revelas, que mal te portas niñita- Dijo Misaku sacando una sonrrisa malvada.-¿Sabes cual es el castigo de las personas que se revelan ante mi?-. Dijo acercándose lentamente a la muchacha que se hallaba muerta de miedo por lo que le podría hacer Misaku.- Te voy hacer una pequeña demostracion-. Tras estas palabras cerró su puño y lo dirigió directamente a su cara, haciéndole un moretón en su ojo, la muchacha se quejó y cuando Misaku estaba dispuesta seguir golpeándola se oyó una voz que dejó a todos inmóviles.
-Sueltala Misaku-
Todos se voltearon para ver al chico más lindo del mundo, se quedaron de piedra al ver a Akira, él era el primero más rico, el más popular y uno de los más inteligentes también.¡¿ O Dios se podía ser tan perfecto?! El chico miro a los dos muchachos y les hizo un gesto con la cabeza, los chicos entendieron el mensaje y soltaron a Shina y se alejaron de ella dejándola frente a frente con el muchacho, levantó la vista y sus ojos se encontraron, estaba maravillada, el joven tenia unos ojos verdes como la esmeralda más pura y brillante, su cabello era negro azabache, también tenía la piel blanca solo que un poco más oscura que la de Shina, era más alto que ella y su mirada era fría y serena y era lo que más impresionaba a la chica, claro que conocía a Akira, digo ¿quien no lo haría?, acabo de decir que era el más popular. Todo el mundo lo respetaba por su pocisión, se podría decir que Misaku era la #2 en la escuela porque por encima de ella estaba Akira, por eso tenía más poder que Misaku. Finalmente le dijo a la joven.

-¿Estás bien?-
La muchacha entrecortada casi no podía hablar pero alcanzo a decir.
-Si, solo me duele un poco el ojo-
De todos modos Misaku no pegaba tan fuerte. Ni que estudiara karate.
El muchacho se volvió hacia la pandilla que aún se encontraban de pie tras ellos sin saber que decir, y él les dijo.
-Deberia darles vergüenza burlarse de una chica indefensa que no les ha hecho nada-.
-Pero Akira ella es...-. Dijo Misaku con voz confusa. Pero antes de que pudiera terminar la frase Akira la interrumpió
-No te atrevas a ofender a una persona porque no tiene el mismo estatus que tú Misaku, eso es de muy mal educación, ahora tú y tu banda fuera de aquí antes de que le diga a tus padres lo que estás haciendo-.
Esa fue la frase final del chico, tras decir esto Misaku se giró molesta para irse seguida de su pandilla.

El muchacho se relajo y se volvió nuevamente a la joven y toco delicadamente su ojo, la muchacha jadeo, y el apartó su mano.
-¿Te duele mucho?-Pregunto el con un tono un poco preocupado. -Solo un poco-.
-Necesitas hielo-. Dijo Akira
-No es para tanto-. Le respondió Shina. Al final consiguieron hielo y se sentaron en otra banca del parque, mientras él le ponía el hielo suavemente en su ojo. -Sujetalo-. Le dijo, tras luego soltar la bolsa para que la muchacha la agarrara.
-Ellos vendrán a por ti ahora, con más furia que antes-. Al oír esto la muchacha se asustó, no quería que la estuviesen acosando todo el día, solo quería vivir una vida normal, pero estos jóvenes no se lo dejarían fácil.

-Debes tener cuidado, no andes sola, y cuídate de cada lugar decierto u oscuro-. La joven lo miro con sorpresa.
-¿Qué?, no me mires así yo sé de lo que es capas esa gente, no estás bien estando sola-. La muchacha con voz tímida, como de costumbre le dijo.- No tengo amigos, así que no creo que pueda estar acompañada todo el tiempo-. El muchacho la miró recordando que era cierto que no tenía amigos, Suspiró. -Esta bien, creo que lo mejor será que lo haga yo-. Esto sorprendió a Shina y lo miro con cara de confusión. El muchacho se percató de esto y le dijo.
- Lo que quiero decir es que yo te protegeré, como yo soy intocable en la escuela si te ven conmigo no se atreverán a hacerte daño-. La joven no podía creer lo que escuchaba, el chico más popular y bueno de la escuela le había dicho que la protegería. ¿Porque le diría eso?
Luego Akira se dio cuenta de su sorpresa y rectificó.
- Haa.. lo que quiero decir es que yo te ayudaré, no por nada sino porque no me gusta ver cómo maltratan a las personas más débiles, solo porque las creen indiferentes por no tener la misma pocisión social de ellos-. Lo dijo mientras serraba su puño, Shina se quitó la bolsa de hielo de su ojo y lo miro tiernamente.
- Pero si prefieres seguir sola lo entenderé, acabas de conocerme, digo hablar por primera vez conmigo porque estamos en la misma escuela, y de seguro no confías en mí-. El muchacho apartó la mirada y no se como fue que lo hizo pero Shina se llenó de valor para tomar su mano mientras el volteo la cabeza, esto lo sorprendió y se volvió hacia ella y se encontró con sus ojos marrones, está con su dulce voz le dijo. - Yo acepto, y te doy las gracias por querer ayudarme,eres la primera persona que lo hace-. Lo dijo bajando la cabeza un poco triste, prácticamente se abrió con él y él hizo lo mismo. Estuvieron hablando un buen rato de la escuela y lo que querían hacer después de la prepa. Al casi caer el Sol el muchacho se levantó y le dijo.
-Bueno... fue agradable conversar contigo, mañana paso a buscarte para ir a la escuela, es mejor que nos percatemos de que no te hagan nada por el camino.- Esto asustó un poco a la muchacha, pero al recordar que Akira la protegería la calmaba más, y pudo contestarle. - Está bien, te esperaré.- ¿ No es esa una frase hermosa?. El chico sonrrio al oírla y parecía que su mirada fría había desaparecido, en su lugar tenía una cálida y feliz.
- Bueno entonces hasta mañana Shina-
- Hasta mañana-
Justo después de decir estás palabras se percató de algo que la dejo espantada.
-Espera-, se dijo a si misma. - ¡Me dijo Shina!,pero yo nunca le llegue a decir mi nombre- Esto la dejo atónita mientras recordaba con lujos de detalles todo lo que le había pasado esa terde, y prácticamente no se lo podía creer, se sentía totalmente diferente,con muchos sentimientos encontrados, y tuvo que pasar alrededor de 8 horas para poder asimilarlo. Osea que no pudo dormir.

Simplemente se preguntaba ¿era coincidencia o destino?

Una voz a la distanciaWhere stories live. Discover now