Max cansado de ser solo un empleado para alguien más, decide crear una empresa por sí mismo. Pero no todo es tan fácil como parece, por lo que la atención que le dedica a su hijo Jonas ha ido disminuyendo. No es que no le importe su hijo. Max ama a...
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"Todo lo hago por ti... creo en ti, eres mi fé. Incluso si todo cambia, lo más brillante de mi te lo daré. Mi día empieza y termina contigo, tú eres mi no.1 en todo".
-In Bloom, ZeroBaseOne.
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Habían pasado aproximadamente 6 meses desde que Max y Nat le habían dicho a Jonas sobre su relación. En estos últimos meses han cambiado varias cosas. Entre ellas, ahora pasaban la mayor parte de su tiempo libre juntos, siempre visitaban nuevos lugares y cuando querían tener citas románticas, dejaban a Jonas con su abuela.
La familia de Max era conocedora de la relación que tenían, pero la de Nat no. No era como si Nat necesitara ocultarlo. En realidad había mencionado que estaba en una relación... Solo que no mencionó quien era ese alguien.
Max no estaba muy tranquilo con ello, pensaba que tal vez Nat se avergonzaba de estar con alguien como él por sus diferencias. Pero el más joven le aseguró que no tenía nada que ver con eso y que si lo hacía sentir más seguro el fin de semana irían a presentarse frente a su familia.
Por lo que ahí estaban. Nat terminó de maquillarse mientras Max ayudaba a arreglar la mochila de Jonas, ya que se quedarían todo el fin de semana allá.
Ya todos listos, acomodaron sus cosas en la cajuela del auto de Max, quién condujo hasta la dirección que le indicó Nat. Recorrieron un largo camino, prácticamente era el otro lado de la ciudad. Llegaron hasta una enorme mansión, en la que incluso tenías que identificarte en la entrada para poder entrar, reconocieron rápidamente a Nat.
Max se estacionó en uno de los muchos lugares disponibles del gran estacionamiento, dónde se encontraban varios carros lujosos.
—¿Acaso esto es un Ferrari? — preguntó asombrado Jonas.
Nat asintió. En realidad, su familia era de las más ricas de Tailandia. Podía tener lo que quisiera en cuanto lo mencionara. Pero eso nunca le gustó a Nat, a él le gustaba ser autosuficiente. Por lo que cuando tuvo el dinero necesario, se independizó. No es que se llevara mal con sus familiares, pero se cansó de que las personas pensaran que era un niño mimado sin saber nada de la vida solo porque su familia era de dinero.
Así que siendo el maestro Natasit, sin mencionar su apellido, le había librado de todas esas presiones de desconocidos. Además de que vivía al otro lado de la ciudad, no en una zona tan residencial. Claramente Nat había pasado la mayor parte de su vida en esa mansión, por lo que solo empezó a subir para llegar al salón principal. Por su parte Jonas y Max estaban asombrados por la elegante decoración y lo lujoso que se veía.
Cuando llegaron al salón principal, los mayordomos recogieron sus maletas y les indicaron que fueran a la sala mientras ellos llevaban su equipaje a sus respectivas habitaciones. Al llegar a la sala, ahí estaba la familia de Nat.
