Capítulo 43

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Capítulo 43

>>Carolina<<

La visita al departamento de Bianca y Lara fue bastante extraña, pero de cierta manera sentí que las cosas podrían ir acomodándose para que la incomodidad que se producía cada vez que estaba en el mismo lugar que ella fuera desapareciendo a medida que conviviéramos más tiempo. Después de dejar a Draco regresé a casa para empezar a prepararme para la noche que tenía por delante, luego de la ducha escogí ponerme un jean azul oscuro, una remera negra sin ningún estampado y encima una chaqueta del mismo color ya que al lugar que tenía pensado llevarla estaría al aire libre. Con un poco de crema modeladora acomodé mi cabello y aunque no era de mi agrado delineé mis ojos para resaltaran en mi rostro. Antes de salir de casa rocié mi perfume Dior, guardando mi celular junto al dinero en el bolsillo de mi pantalón fui hacía la cochera y una vez en el auto encendí el estéreo para ir escuchando música. Al detenerme frente al edificio me observé en el espejo retrovisor para comprobar que todo estuviera en orden y le envié un mensaje avisándole que estaba esperándola. No recibí respuesta pero en cuanto lo vio decidí salir para recibirla, atravesé la calle y justo cuando llegaba a la entrada noté que venía hacía mí, lucía un hermoso vestido rojo que era bastante corto y ajustado a su cuerpo dejando que su silueta destacara

- Estas muy guapa – solté sin pensar

- Lo sé – me reí, esa parte arrogante era la que siempre me había gustado de Julieta – Vos también te ves muy bien

- Gracias – señalé el coche para que supiera donde estaba - ¿Nos vamos?

El camino hacia el bar fue entretenido, me contó que trabajaba para una empresa de insumos médicos, su principal función era ir a distintas clínicas para realizar ventas aunque también, gracias al ascenso, realizaba labores administrativas. Mientras la escuchaba hablar me sentí pésimo por no haberme interesado en saber sobre ella cuando estábamos saliendo anteriormente, me reprochaba el haber sido tan frívola cuando fue todo lo contrario conmigo, interesándose siempre en cómo estaba o apoyándome cuando no tenía días buenos en el penal

- ¿Caro? – sacudí mi cabeza al sentir que habló tocándome el brazo - ¿Estas bien? – asentí mostrando una sonrisa – Te preguntaba dónde vamos a ir a pesar de que había dicho que yo escogería el lugar

- Falta poco – me reí al contestar y miré hacia todos lados – Estamos a la vuelta

Giré a la derecha, avancé unos pocos metros encontrando lugar para estacionar y cuando apagué el motor no tardamos en bajarnos. Poniendo mi mano en la parte baja de su espalda la conduje hasta la entrada del bar donde pedí que nos dieran una mesa en la terraza ya que la noche estaba agradable para estar afuera y una vez que nos sentamos se dedicó a mirar a su alrededor

- Se ve genial el lugar – contó sonriendo

- Me atreví a escoger la terraza para poder conversar sin tanto ruido – asintió - ¿Qué queres tomar?

- Dejame ver... - escaneó el código que estaba en la mesa para ver el menú virtual, lo leyó unos pocos segundos y antes de que pudiera responderme llegó el mesero así que se dirigió directamente a él – Traeme el licor de melón con energizante, por favor

- Ron con cola y mucho hielo – dije cuando volteó a verme – Retomando lo que hablabas en el coche... - me miró expectante – Si tenés que salir tanto por tu trabajo deberías tener en mejores condiciones el coche, tuviste mucha suerte de que no se te desvielara porque el poco aceite que tenía estaba quemado

Libera mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora