Capítulo 3

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Looking for a Chance

Harry ni siquiera se apresuró a caminar más rápido cuando observó el estacionamiento de la universidad completamente vacío una vez llegó ahí. Relajó su paso y suspiró resignado a que la hora de clase había comenzado hacía más de veinte minutos y no tendría caso alguno correr, porque él no tenía ganas de volver a explicar lo que ya había explicado tantas veces a los profesores antes.

Tenía que dejar a su cachorro en la guardería, vivía al otro lado de la ciudad y bla, bla, bla. Ellos le decían siempre lo mismo, "Levántese más temprano. Administre mejor su tiempo. ¿No tiene auto?". Todas las veces igual, pero nunca se trataba sobre si Harry despertaba tarde, o si no administraba bien su tiempo o si no tenía un auto, se trataba sólo sobre su precioso y dulce cachorro, a quién Harry se negaba a despertar antes de las siete de la mañana. No podían culparlo por dejarlo dormir sus ocho horas correctamente y si tenía que llegar cada día tarde por ello, él encontraría una forma de manejar las consecuencias.

Así que sin más acomodó su mochila en su hombro y se empeñó en mirar sus zapatos mientras caminaba y pensaba en las tareas que tenía que entregar, en los futuros proyectos que estaban en la puerta y lo mucho que detestaba la clase de Finanzas. La universidad era un lío total, pero se las arreglaba. Siempre encontraba una forma de lidiar con todo por sí mismo, desde hacer sus tareas hasta despertar a medio de la madrugada a arrullar a su bebé cuando tenía una molestia. Desde trabajar en una cafetería luego de clases, hasta entregar cada uno de sus proyectos a tiempo. Era sin duda una gran batalla cada día pero, con valentía y mucho esfuerzo como había sido desde el principio, Harry la daba por ganada al final cuando cada noche podía finalmente acurrucarse en su cama con su bebé entre sus brazos.

Sonrió por el recuerdo de su cachorrito durmiendo plácidamente a su lado, inocente y tierno, de cabello revuelto y respiración tranquila, y confirmó lo que sabía desde el comienzo, haría cualquier cosa por él, por protegerlo y darle siempre lo mejor. De pronto sintió su teléfono sonar en su bolsillo y se apresuró a sacarlo para mirar la pantalla. Era Niall, de nuevo.

Hizo una mueca y contestó.

—Ya voy, ya voy. Se me ha hecho tarde, ya lo sé. Es como siempre —dijo antes de cualquier saludo. Estaba realmente acostumbrado a las llamadas desesperadas de su amigo cuando se retrasaba un poco a veces, o siempre. Pero al final llegaba, tarde o no, justo como en ese momento.

—Oh sí, impuntual es tu segundo nombre, pero no llamo por eso. —Niall le respondió de vuelta.

—Uh, genial. Es raro, pero genial —Harry sonrió de lado—. ¿Qué ha pasado?

—Nada, yo solo me preguntaba quién es ese guapo omega que he mirado pasar.

Harry frunció el ceño y levantó la vista tratando de localizar a su amigo.

—A tu derecha.

Miró en tal dirección y se encontró con el rubio saludándolo a lo lejos con una sonrisa.

—¿Por qué te has saltado la clase? —fue lo primero que preguntó, confundido. Detuvo su caminar y observó a su amigo algo incrédulo y con el ceño fruncido. Niall soltó una risa y negó mientras alzaba los hombros.

—Acércate, está bien.

—No, no está bien. —Harry negó—. ¿Y si nos metemos en problemas?

—¿Tú crees que estamos en la secundaria? A nadie le importa, es la universidad.

El joven omega siguió mirando a su amigo a la distancia con incredulidad—. A mí me importa, necesitaba que tomaras los apuntes de esta clase, Niall. Son importantes.

Looking for a ChanceWhere stories live. Discover now