| Previsto | Ghost y Tu

Chapter. 16

"¿Quieres vivir?" Miraste fríamente entre los dos amigos.

"¡Yo por supuesto!" Gritó la chica mientras el chico simplemente asintió con la cabeza rápidamente.

"¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? ¿A cuántas personas antes que yo han enviado a su perdición porque querían vivir?" El chico miró mientras la chica comenzaba a llorar.

"¡Nadie! Eres el primero... Nunca confiaron lo suficiente en nosotros para hacer este tipo de tarea", dijo rápidamente cuando comenzaste a juguetear con tu arma.

"Esto es un dolor de cabeza..."

Terminaste empujando a la chica hacia el chico y él apenas logró atraparla. Mantuviste tu arma apuntándoles mientras ellos con cautela volvían a levantar las manos.

"Tú. Esto es lo que harás. Sin hacer preguntas" miraste a la chica. "Le quitaras todo su equipo y lo arrojaras hacia mi. Si veo un movimiento sospechoso, estás muerta. ¿Entendido?" Ella asintió rápidamente antes de comenzar a sacarle todo el equipo a su amigo y arrojarlos a tus pies, con cuidado de no acercarse demasiado a ti o golpearte accidentalmente con los objetos.

Mantuviste tu mirada fría sobre los dos, fingiendo mirarlos pero en realidad estabas pérdida en tus pensamientos.

"¿Cómo puedo volver al universo del juego en el que estuve? Seguramente hay una manera, ¿no?" Levantaste una ceja mientras esperabas que el chico respondiera.

"La única forma de regresar es a través del laboratorio del que escapaste. La máquina de teletransportación está allí. E incluso entonces, existe una gran posibilidad de que no funcione", explicó cuidadosamente, sin querer molestarte más de los necesario.

"¿Por qué?" Frunciste el ceño mientras mirabas al chico, él miró hacia abajo rápidamente presa del pánico.

"B-bueno... Los científicos o como quieras llamarlos, dijeron algo acerca de tener una conexión de doble cara. Realmente no entendí, pero por lo que experimentamos, probablemente querían decir que el otro universo debería hacer una conexión con este si quieres volver", asentiste mientras la chica arrojaba el último equipo a tus pies.

Miraste entre los dos y luego a su tercer amigo que todavía estaba tirado en el suelo como un perdedor. Te burlaste de él antes de dejar escapar un suspiro.

"Maldita sea..." apuntaste con el arma a la cabeza de la chica una vez más. Sus ojos se abrieron del tamaño de platillos mientras mira con miedo el arma.

"Q-qué-" tartamudeó.

"Ven aquí", obedeció rápidamente y caminó lentamente hacia ti, con las manos todavía en el aire. Agarraste su mano y la giraste detrás de su espalda antes de agarrar una de las esposas en el suelo y encadenarla al chico.

"¿¿Q-qué estás haciendo??? ¡NOS MATARÁN SI NOS DEJAS AQUÍ!" Ambos empezaron a retorcerse y llorar, les lanzaste una mirada desinteresada.

"Te ves realmente patética en este momento. No es posible que te lleve conmigo después de todo. No confío en ti para nada", arrugaste la cara antes de intentar irte.

"¡ESPERA! ¡ESCUCHA! ¡Por favor escucha! No tienes que confiar en nosotros ahora, p-pero podemos ser realmente útiles. No sabes mucho sobre esta ciudad, hemos estado aquí por un tiempo. Podemos llevarte a un lugar seguro", dijo el hombre.

"O podrías apuñalarme por la espalda. Eso suena más realista", te encogiste de hombros.

"¿Puedes usar los collares explosivos con nosotros hasta que confíes en nosotros...?" La chica le dio al chico una mirada horrorizada cuando él sugirió.

"¿Qué es eso?"

"Collares que no se pueden quitar a menos que el propietario del dispositivo así lo decida. Si intentamos quitárnoslos, detonarán", explicó
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"Por aquí..." murmuró Helen, sus manos todavía temblaban y su collar brillaba de color rojo, indicando que estaba puesto. Lucas llevaba a Cole a la espalda y caminaba silenciosamente detrás de Helen. Parecían tan tontos en comparación cuando te atraparon, y te encogiste por bajar la guardia con idiotas como ellos.

Una vez que lograste salir, obligaste a Helen a escanear el área en busca de enemigos encubiertos, amenazando con volarle la cabeza si te miente. Una vez que estuviste segura de que el área estaba libre de enemigos, te acercaste a un extraño al azar y le pediste su teléfono para intentar llamar a Simon una vez más.

"¿Hola?" Hubo un pequeño retraso y podías escuchar tu propia voz hacer eco antes de que fuera audible una respuesta real.

"¿(T/N)? ¿Eres tú?" Fue Soap quien contestó.

"¡Johnny! ¿Cómo estás? Es tan bueno escuchar tu voz", rápidamente evitaste llamarlo Soap mientras el dueño del teléfono te miraba de manera extraña.

"¿Me extrañaste? No sería genial si no fuera así", podías escuchar su mezquindad a través del teléfono y te reíste para tus adentros.

"¿Dónde está Simón?" preguntaste, y Soap dejó escapar un pequeño grito ahogado.

"Estoy ofendido... No has hablado conmigo desde hace tiempo y lo primero que preguntas es sobre Simon. Tsk tsk tsk-" fue interrumpido por Simon arrebatándole el teléfono.

"¿Con quién estás hablando?" lo escuchaste preguntarle a Soap y asumiste que lo estaba mirando a él en lugar de a la pantalla.

"Hablando con tu bebé", escuchaste a Soap burlarse, y literalmente pudiste ver a Simon poner los ojos en blanco.

"¿(T/N)? Ha pasado una semana desde tu última llamada. ¿Por qué no llamaste antes?" Por alguna razón, se sintió bien que estuviera enojado contigo por esto.

"Tuve una situación. No puedo decirlo, pero ¿cómo van las cosas de tu lado?" intentaste mantenerlo al mínimo considerando que el propietario del teléfono todavía estaba esperando que terminaras.

"Lo intentamos todo. La conexión está ahí, pero no tenemos forma de llegar a ti a menos que hagas algo por tu parte. Apuesto a que ya sabes qué". Explicó, y cerraste los ojos antes de dejar escapar un suspiro.

"Sí... lo sé. Lo resolveré de alguna manera".

"Bien. No nos hagas esperar mucho. Contáctame tan pronto como puedas", su voz estaba llena de preocupación cuando comenzó a sermonearte.

"Caramba, está bien papá", escuchaste a Soap jadear de fondo seguido de un bofetón. Y luego se hizo el silencio.

"Di lo que quieras. Siempre y cuando lo entiendas", su tono se suavizó mientras hablaba.

"Entiendo. Hablaré contigo más tarde, Simon, con suerte, tendré buenas noticias", le diste al dueño una pequeña sonrisa mientras Simon se despedía. Colgaste y eliminaste tu número del registro de llamadas antes de agradecerle al dueño y regresar a donde te estaban esperando los tres idiotas.