6|LA VISITA

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Cuando volvió a abrir los ojos, ya los sentía menos pesados. Se encontraba recostada, con una manta tapando su cuerpo.
Cuando quiso enderezarse, noto que aunque seguía dolorida, se sentía algo mejor.

Algo le llamo la atención, se encontraba en un lugar completamente nuevo. Estaba dentro de una gran choza. Que aunque parecía medio vacío, tenía unas vibras únicas. Sobre todo para Cassie, que estaba tan acostumbrada al color gris de las cuatro paredes de su habitación en la nave.
Allí, a diferencia de donde solía dormir, las paredes eran adornadas por hilos de colores, que sostenían piedras y caracoles. Y bellas plumas de colores exóticos que iban de una pared a otra.

Deseo hacer suyo el lugar donde dormía, darle su toque. Así como alguien había hecho con esa habitación. Lastima que por el momento, no tenia un lugar al que llamar su hogar. Además, se encontraba completamente sola. ¿En donde estaba? ¿En donde la habían dejado?

Tuvo algo de miedo al verse sola, tuvo miedo cuando pensó en que neteyam podría haberla dejado, quizás en cualquier lugar lejos de él y de su especie, en que por fin había tenido la oportunidad de sacársela de encima.

No recordaba caminar desde que se había desmayado, ¿a caso la había traído todo el camino en brazos?. ¿Cuanto tiempo estuvo desmayada? Se seguía sintiendo algo cansada, y pensar sin obtener ninguna respuesta le hacía doler la cabeza. Así que eliminó cualquier pensamiento complicado de su cabeza.

Cassie intentó levantarse, Se sentía menos débil, aunque seguía sintiendo esa punzada en la cabeza. Dado a que el dolor todavía no se le había quitado del todo, se preguntó si volvería a caminar como comúnmente lo hacia.
Ante la costumbre, buscó su arco por la habitación. Cuando no lo encontró, se alarmó ante la posibilidad de perder lo único que la mantenía cerca de su realidad. Así que, apresuradamente divisó la salida de la choza y sin perder el tiempo salió de la habitación queriendo encontrar a quien le había arrebatado su arco.

Lo que no esperaba era que una imponente figura entrara a la habitación de manera apresurada. Cassie se alejó exaltada, ignorando que casi se cae debido a la poca estabilidad, levantó la mirada enfrentando a quien tenía al frente. Cuando vio a neteyam, le invadió algo de tranquilidad, quizá debido a descubrir que no la había abandonado.

-¡Joder, chico! No sabes tocar?

Neteyam la observó por unos momentos, sorprendido al verla de pie tan rápidamente.
Pero algo que no pasaba desapercibido para él era la palidez de su rostro, o la manera tan lenta que respiraba.
Busco inclinarse para revisar el estado de la herida de la chica, pero se detuvo cuando observó que cassie lo miraba muy fijamente, quizas esperando una respuesta.

-Estás en mi habitación, y sinceramente creí que todavía dormías.

Cassie retrocedió unos pasos, la cabeza la empezaba a molestarle, y un mareo hizo que perdiera la poca estabilidad de tenía. Se apoyó sobre el mueble más cercano, en busca que la punzada en la cabeza parara.

Reaccionó lo más rápido posible en cuanto la chica se volvía a desvanecer en un intento de llegar hacia la cama. El la agarro de abajo de los hombros para acercarla a su pecho. En cuanto la máscara que cubría su rostro se apoyó sobre el pecho de neteyam él busco el cuello de la chica, para seguir su pulso.
Se asustó al sentir la baja temperatura de su cuerpo. Tras acortar unos pasos la dejó en la cama.

La palidez, el pulso anormal y ahora la baja temperatura. ¿Algo de aquello era normal? ¿Que debería hacer, acercarse más?¿Arreglársela solos, o buscar ayuda? Sabia que debía hacer algo, que su estado no era normal para los humanos. El de verdad quería ayudarla pero no sabía cómo, veía tan notorias las diferencias entre ellos, que tenía miedo de hacer algo y terminar lastimándola.

Should i tell you the truth?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora