Prólogo

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Cuando estés mal
Cuando estés solo.


El momento en que la conocí Agustina estaba cantando una canción de amor. Lo gracioso era que estaba en el living de mi departamento. Con un micrófono trucho, un karaoke en la TV y mi hermana a su lado haciendo de publico enloquecido. Éramos todos adolescentes, ella una muy linda, por cierto. Recuerdo que me miró a los ojos y me sonrió. Y no sé si fue en ese momento, o mucho después, pero supe que había sido algo especial. Ella era alguien especial.


Cuando ya estés cansado de llorar
No te olvides de mí
Porque sé que te puedo estimular.


El momento en el que Clara se fue al exterior supe que Julián no debía estar bien. No me importo demasiado nada y usé la llave que ella me había dejado por emergencias y lo fui a buscar sin autorización. Me metí hasta su cuarto y lo encontré entre llantos y sabanas. Me rogó que me quedara con él y yo, yo no podía hacer otra cosa que hacerle caso. Por lo que preparé una comida y me senté a su lado a comer, a mirar una película y a abrazarlo con fuerza.


Cuando me mires a los ojos
Y mi mirada esté en otro lugar
No te acerques a mí
Porque sé que te puedo lastimar.


El momento en que la deje fue el más doloroso que viví en mucho tiempo. Recuerdo que no podía mirarla a los ojos, porque verla era exponerme, porque sus ojos podían leerme y ella lo sabía. Y porque lo sabia me pidió que la mire y yo no pude evitarlo, lo tuve que hacer, la miré y lo dije: no te quiero, no sos nada, no es más que una diversión. Y así romper su corazón y el mío también.


No pienses que estoy loco
Es sólo una manera de actuar
No pienses que estoy solo
Estoy comunicado con todo lo demás.


El momento en que acepté estar en su vida pese a lo sucedido me dolió, pero fue necesario. Necesario para vivir porque Julián no solo era el amor de mi vida, sino también era la persona que me acompañó años. Y vivir sin él no era una opción. Aunque yo misma sabía que debía hacerlo, que debía aprender a vivir sin él y que eso, eso era lo mas doloroso de aquello. Y no lo culpo, está solo. Y me deja sola. Aunque en el fondo nuestras manos siguen unidas.


Por eso cuando estés mal
Cuando estés sola
Cuando ya estés cansada de llorar
No te olvides de mí
Porque sé que te puedo estimular.


El momento en que vuelvas a estar sola no dudes en buscarme, porque ahí voy a estar. Y cuando este solo no voy a dudar en buscarte, porque al final lo único que puedo pedirte es que no te olvides de mí. Porque pedirte que no me olvides es pedirte que me quieras siempre, y pedirte que me quieras siempre es pedirte que no me sueltes la mano.


Y no soltarte la mano es recorrer la vida de a dos.

De mí - Julián ÁlvarezOnde histórias criam vida. Descubra agora