Second Chance

Recuerdos de nuestro último adiós y decisión (Final de la 1era Temporada)

La suave brisa mecía las ramas de árboles, mientras las hojas más débiles caían bailando al son del canto de las aves, a su vez acariciaba las hebras de cabello negro de la persona que caminaba con tranquilidad en aquel bosque — Interrumpir a una persona dando un tranquilo paseo no es de buena educación sabes... entonces... ¿Quién eres?

—Porque tendría que responderle a un simple mortal — Una voz profunda resonó en aquel bello bosque

—Bueno... — El chico paro mientras oculta una sonrisa burlona bajo la manga de su Yukata — Me acabaste de responder

—Tch... — El silencio se produjo en todo el lugar, duro unos minutos antes de que el chico de cabello oscuro caminara y se sentara en una roca — ¿Qué haces? Lárgate de mi bosque

—¿Tú bosque?... no veo tu nombre por ningún lugar

—¡Tú! — El resto del día, paso en un silencio cómodo, antes de que el chico se levantara — Vendré mañana también — Antes de que la maldición pudiera responder este último se fue

Desde ese día ambos se comenzaron a reunir, los dos comenzaron a esperar ansiosamente el siguiente día para volver a encontrarse en aquel bosque, hasta el día en que sus caminos fueron tomando forma

—¿Cuándo me dirás tu nombre? — El de ojos esmeraldas suspiro ante el silencio por la parte contraria, levándose una vez más se dirigía a la salida del bosque, pero justo antes de seguir su camino una voz más profunda lo detiene

—Sukuna... ese es mi nombre

—Su-ku-na — Saboreando suavemente el nombre, sonríe antes de continuar — Sukuna... mi nombre es Megumi un gusto... nos vemos mañana

Ese día ambos corazones comenzaron a latir, la espera se convirtió en algo eterno y el volver a encontrarse se volvió una necesidad, al pasar los años, las estaciones cambiaban y también sus sentimientos

Un día mientras la lluvia caía furiosamente, Megumi llego lastimado y sus ojos carecían de brillo, el yukata siempre pulcro estaba manchado de lodo, el silencio del bosque comenzaba ser asfixiante cuando hablaba con Sukuna no se sentía así, a veces solo deseaba ver una luz en su eterna oscuridad, deseaba que alguien lo salvara, sin darse cuenta de lo que hacia soltó con dolor aquel nombre — Sukuna... — Era estúpido pensar que él vendría a esta hora y con esta lluvia, al final oculto su rostro mientras se aferraba inútilmente a sus piernas

—Si vas a soltar mi nombre que sea por lo menos enojado... y no con dolor

Ante la nueva voz Megumi levanto su mirada y esa fue la primera que esmeralda y rubí se encontraron, no hubo necesidad de palabras, el peli-negro solo se lanzo a sus brazos, mientras la maldición aun sorprendida lo abrazo y lo sostuvo con delicadeza, esa fue la primera vez que pensó que si lo abrazaba con fuerza lo lastimaría

Por otro lado, Megumi se sentía seguro en aquellos brazos, ese día la fría lluvia se volvió cálida no hubo necesidad de palabras ambos sabían que ese sentimiento que sentían ambos ya tenia nombre, desde ese día, el resto de los años fueron aun más hermoso

Sin importa lo que diga el mundo o las personas, ellos deseaban ser felices, porque Megumi en Sukuna encontró la salvación y Sukuna en Megumi encontró su razón de existir, ellos eran felices, pero el destino fue cruel y aquella hermosa pareja fue rota aquel día

La lluvia caía furiosamente apagando el fuego que consumía todo el escenario, Sukuna corría por el bosque mientras en sus brazos cargaba a Megumi lastimado, las piernas del último completamente quemadas

—Aguanta un poco... por favor... Megumi... por favor — La voz rota de la maldición fue una flecha en el corazón de Megumi, él sabia que no le quedaba mucho, envidia... envidia a esas personas que eran felices, pensó si el y Sukuna no podían también serlo