ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴀᴍᴏʀ [𝑲𝒐𝒐𝒌𝑽]

🪐Capítulo XXV

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Habían pasado algunas semanas desde que iniciaron su relación formalmente, y las cosas iban de maravilla para la pareja.

El día después de haber formalizado su relación, tenían planeado salir a recorrer un poco el lugar, cosa que fue imposible al haber despertado casi a las cuatro de la tarde gracias a la noche anterior.

Pero sin duda alguno ninguno se arrepentía.

El día de hoy se encontraban de camino a un supermercado cercano para comprar algunos ingredientes para su cena. Habían decidido pasar el día cocinando ellos mismo en la casa de Jeon, por esa razón le habían dado el día libre al personal. Pero les hacían falta algunas cosas para lo que tenían planeado cocinar, o al menos intentarlo.

— Alfa.

— Dime.

— Sabes que eres muy lindo.– comento sonrientemente Taehyung, mientras ejercía un poco de presión en la mano que llevaban entrelazada.

— Lo sé.– dijo tratando de aguantar su risa.

— Idiota.– contesto alejándose por completo.

— Nos prometimos ser sinceros.– fue tras de el, viendo como corría un poco tratando de evitar su agarre.– Si te hace sentir mejor tu eres el más lindo de la relación.

— No ya no sirve de nada.– respondió acelerando un poco al sentir que el pelinegro estaba cerca.– Tienes que devolver el cumplido de inmediato. Bueno solo a mi.

— Celoso, me gusta.

— No soy celoso. Suéltame.– fue agarrado finalmente por el alfa, el cual lo abrazo por detrás mientras seguían caminando, ahora a paso normal.

— Me gusta tenerte cerca.– dijo mientras besaba una de sus mejillas.– Y no tienes que estar celoso, nadie que no seas tu se merece un cumplido de mi parte.

— Te creo.

— Ahora, por qué de la nada me dices ese hecho?.

— Cual hecho?.– pregunto levemente confundido.

— Que soy lindo.– respondió recibiendo un golpe en su estómago.

— Eres malditamente egocéntrico.– dijo sonriendo sin poder evitarlo.

— Solo te molesto.

— Respondiendo a tu pregunta lo dije porque muchas personas te estaban mirando, y quería presumir que tengo un novio guapo.

— A ti también te miran.

— Pero no más que a ti.

— Estoy seguro que te miran más a ti.– respondió dejando de abrazarlo, para nuevamente tomar lugar a su lado volviendo a entrelazar sus manos.

— Apostemos.– sugirió el rubio como un pequeño niño emocionado.

— Que apostaremos?.– siguió el juego de su pareja.