Capitulo 2

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 "Ella es una sirena, no puedo dejar de pensar en ella, me tiene hechizado", se pregunta Keith en su mente.

"¿En que piensas? Ronnie pregunta.

Keith responde distraído: "En esa mujer cautivadora que tenemos como rehén, Marina. Es diferente a las demás, tiene una chispa en los ojos que me intriga". Ronnie ríe y le dice: "Cuidado, capitán, no vaya a ser que termines enamorado y nos traiciones a todos nosotros". Keith sonríe y piensa para sí mismo: "No creo que eso pase, pero no puedo negar que me interesa conocerla más"

Marina observa todo desde la esquina de la habitación donde están siendo retenidas. Ella no puede evitar sentirse atraída por el misterioso capitán, aunque sabe que es un peligroso pirata que la mantiene cautiva. 

Mientras los piratas cantan, Marina comienza a idear un plan de escape. Observa cuidadosamente a sus captores, buscando debilidades y oportunidades. Sabe que no puede permitirse bajar la guardia ni un segundo, pero también sabe que su espíritu libre no se dejará vencer fácilmente.

Keith, por su parte, no puede dejar de pensar en Marina. Siente una extraña conexión con ella, algo que nunca antes había experimentado con ninguna otra mujer. Pero también sabe que su deber como capitán pirata es proteger a su tripulación y mantener el control sobre su barco. Aun así, no puede evitar sentir curiosidad por Marina y sus planes de fuga.

Mientras tanto, el mar sigue agitado y el futuro sigue siendo incierto para Marina y las otras mujeres cautivas. Solo el tiempo dirá si lograrán escapar de las garras de los piratas o si su destino será sellado en las profundidades del océano.

Un pirata liberó a Marina y le indicó que subiera por una escalera. Después de subir, entró por una puerta donde Keith la esperaba con una botella de vino y dos copas.

"Lamento que nos conozcamos así, me llamo Keith Richards"

Marina se sorprende al ver a Keith de esa manera, sin su traje de pirata y con un gesto amable. Acepta la copa de vino y le responde: "Mucho gusto, Keith. Soy Marina López". Keith le pregunta acerca de su vida y ella le cuenta sobre su familia y sus sueños de viajar por el mundo. Keith escucha atentamente, admirando su valentía y determinación.

Marina se da cuenta de que Keith no es solo un pirata sin escrúpulos, sino que también tiene un lado humano y sensible. Se siente atraída por él, pero sabe que no puede bajar la guardia y confiar en él por completo. Sin embargo, decide disfrutar del momento y dejar que su instinto la guíe.

Mientras tanto, la tripulación del barco se prepara para su próxima incursión. Keith sabe que debe volver a su papel de capitán y liderar a sus hombres en la búsqueda de nuevos tesoros. Pero también sabe que no puede dejar de lado sus sentimientos por Marina y promete protegerla a toda costa.

"Podrías, al menos a las demás mujeres atadas en una celda ser cuidadas y tratadas como damas? Marina le dice.

Keith se queda pensativo por un momento, sabiendo que la petición de Marina es justa y razonable. Se compromete a mejorar las condiciones de las mujeres cautivas en el barco y asegurarse de que sean tratadas con el respeto y la dignidad que merecen. Marina sonríe, agradecida por la respuesta de Keith y su disposición a escucharla. 

Gracias, capitán"

"Oh, llámame Keith".

"Ronnie ¿no se enfadara si se entera que una prisionera como yo le llame Keith y no capitán?

Keith sonríe y responde: "Ronnie es mi amigo y mi mano derecha, pero estoy seguro de que entenderá que la etiqueta no siempre es lo más importante. Además, eres una mujer valiente y decidida, mereces todo mi respeto". Marina se siente aliviada por la respuesta de Keith y continúa disfrutando de su conversación mientras el barco se aleja hacia el horizonte, en busca de nuevas aventuras y tesoros por descubrir.

"El amor en alta mar"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora