Capítulo 15: ¿Amigos?

58 14 4
                                    

Amanda

Al llegar a la casa con lo primero que me encuentro son con esos ojos que me parecen conocidos y que me transmiten un millón de cosas a la vez. Esos ojos marrón claro en los que encuentro una galaxia escondida.

Y me hace cuestionarme ¿Mi madre tenía razón una vez más?

Sí, lo admito, en un inicio quería y no quería hablar con él, todo al mismo tiempo. O más bien, quería hacerlo, pero me daba miedo lo que podría escuchar.
Mi mamá fue quién terminó por convencerme de hacerlo, según ella, le había dado la oportunidad de explicarse, le había entendido, y quería que yo hiciera lo mismo.

Así que aquí estábamos, en una habitación de la casa destinada específicamente a eso, reuniones, entrevistas, charlas. Recalco que, al mi mamá ser Psiquiatra, la tenía ya adecuada. ¿Qué por qué digo tenía? Porque ya apenas la usa. Digo, no le veía sentido a que siguiera trabajando cuando aunque yo dejara de hacerlo, podríamos vivir bien y con lujos sin ningún problema.

Bueno, en resumen, aquí estamos Kevin y yo hace alrededor 8 minutos y él no deja de caminar de un lado a otro. Dándole vueltas al asunto, o hablando de todo y nada a la vez.

—No quiero que estemos mal—dice al fin

—Me engañaste

—No te engañé—me responde—Yo soy la persona que considera engaño tanto a obviar información como a ocultarla pero ¿Cómo te podría haber dicho quién era si yo tampoco sabía quién eras tú?

—Pues, que conveniente que no supieras quién era, no haberme dicho tu nombre y que se te cayera el móvil el mismo día que me ibas a decir cómo te llamabas. ¿No crees?

—Parece todo un plan mal elaborado pero, de verdad que no es así—ve mi desconfianza tras sus palabras y agrega—Nunca planeé conocerte, ni pensé que seguiríamos saliendo, no pensé que me tendrías paciencia con el nombre, porque no sé si me entiendes, era un misterio ante los ojos del mundo, no podía decirle mi nombre a la primera persona que me encontrara.

—¿Entonces solo soy la primera persona que te encontraste?

—No, eres mucho más que eso. Amanda, es increíble que aún no notes la influencia que has tenido en mi vida o el poder que tienes sobre mí.

—Kevin...

Entonces pareciera que recordara algo y añade.

—¿Cómo hubiera sabido yo que te encontrarías en una carretera, en medio de la nada, porque tu mejor amiga hubiera usado tu auto y devuelto sin apenas  combustible? Digo, y qué tampoco tendrías a quién llamar para que te buscase. ¿Le habías dicho eso a alguien?

No. No le había comentado eso a nadie, solo lo sabía Daniela y cuando eso ella no sabía de su existencia.

—No.

—¿Eso significa que me crees? ¿Qué estamos bien?

—Buenos pues...—me lo pienso un momento e incluso antes de hablar me arrepiento de lo próximo que digo—¿Amigos?

Me mira confundido, como si me hubiera vuelto loca y le estuviera proponiendo irnos a Marte. Luego de unos segundos que me parecen eternos suelta una risa ronca que se extiende por el lugar.

—¿Amigos?—cuestiona—No creo que pueda ser solo tu amigo.

—Nunca hemos sido más que eso

—Pero me estarías poniendo una cadena para que no pudiésemos pasar ese límite

—¿Y quieres poder pasarlo?

—Sí—responde sin dudar

—¿Sí?

Tú eres mi AeternumWhere stories live. Discover now