Capítulo 14

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Lisa cambió a una película, con la intención de que ambas pudieran acurrucarse en el sofá, pero la forma en que la rubia presionó firmemente su cuerpo contra su espalda, acariciaba y mordisqueaba su cuello distraía a Jennie bastante. La morena podía sentir el latido del corazón de Lisa contra su cuerpo. Lo cierto era que se relajaba con la comodidad que Lisa le proporcionaba, incluso aunque no durara para siempre.

—¿Dónde vives, Jen? —preguntó la rubia suavemente.

—¿Hmm? —murmuró Jennie distraída mientras Lisa enredaba juguetonamente un mechón de su cabello con su dedo. —En la ciudad —dijo bostezando— ¿Por qué?

—No me gusta que tengas que conducir hasta tu casa por la noche. —La preocupación gentil de Lisa flotaba en el aire que las rodeaba, haciendo sentir a Jennie fuera de lugar, pero debía admitir que también era una sensación agradable— Pero si te quedas aquí... Chiquita podría preguntar todo tipo de preguntas que no estoy lista para contestar.

Lo que quería decir, es que ella no estaba preparada para dónde esa relación se dirigía. ¿Estaban siquiera en el territorio de relación?

Dios, realmente necesito tener el control, pensó la morena.

—Está bien, Lisa. Vivo en un edificio seguro. Tengo un aparcamiento subterráneo y un portero. —Jennie no mencionó el centro de fitness, spa y conserje las veinticuatro horas del día, sabiendo que eso era una parte de su vida a la que Lisa no estaba acostumbrada.

Lisa no insistió más, pero Jennie se dio cuenta de que su respuesta no la satisfizo. La rubia rodeo su cintura con su brazo y tiró de ella con un poco más de fuerza.

—¿Cómo es posible que sigas siendo virgen, Jen? Eres la mujer más sexy que he conocido.

Vaya, cambio de tema, pensó la morena. Jennie no consideró solo su pregunta, también consideró su propia respuesta. No era algo que ella hubiera planeado.

—Bueno... fui a un colegio privado dirigido por monjas, las pocas citas que tenía era con algún hijo de algún socio de mi padre o algo organizado por mis padres. Solemos pasar la navidad en Aspen, veranos en la casa del lago... Creo que realmente no era el momento. —Jennie se movió, acurrucándose más cerca de su cuerpo caliente — Decidí quedarme cerca de la universidad en vez de alejarme y encontrar mi propio camino como me prometí a mí misma que haría. Y supongo que seguí viviendo en el molde que mis padres crearon. Estúpido, ¿verdad?

—No, en absoluto, Jen. Eso no es lo que quería decir... —Lisa le dio un abrazo, sosteniéndola cerca— Sé que no soy el tipo de persona con quien sueles salir, quiero decir... —dijo desviando su mirada de arriba abajo sobre su propio cuerpo. La morena sabía muy bien a qué se refería—... pero quizás... sólo por ahora...

—Shhh. Vamos paso a paso, Lisa. —Jennie entrelazó sus dedos con los de la rubia y los llevó a sus labios para darle un beso en la parte posterior de su mano. Lisa sonrió sobre su oreja, enviando una corriente cálida directamente a la parte posterior de su cuello.

—Puedo pensar en algo que me gustaría que besaras mejor que mi mano... —La voz de Lisa era baja y áspera.

Vaya, cambio de tema otra vez. Detrás de ella, Jennie sintió la creciente erección en sus jeans y contuvo irregularmente su aliento. La morena se dio la vuelta en el estrecho sofá para quedar cara a cara con Lisa. Sus ojos dorados eran oscuros e intensos, llenos de deseo. Sin necesidad de decir nada más, cada una empezó a desabrochar los pantalones de la otra mientras sus lenguas chocaban en un beso frenético.

Lisa se deshizo de los jeans de la morena suavemente, tomando su ropa interior con ellos. Jennie, a cambio, tiró de sus pantalones y boxers lo suficientemente abajo para sentir el calor de su sólido miembro presionando contra su firme vientre desnudo. La morena agarró su erección con ambas manos, tan abundante como era, y la acarició con cuidado.

Wreckless Love | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora