Cansado de la "espontaneidad" en el mundo mágico, Harry trata de hacer las cosas mejor y eso lo hará descubrir cosas nuevas, la mayoría son buenas y otras no tanto. Quizás pueda conseguir compañía para enfrentarlos.
"Mente firme, corazón noble"
El l...
Rehusado a la "espontaneidad" del mundo mágico, Harry decide cambiar su verano y con suerte todo lo demás.
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Ha pasado una semana de los acontecimientos en la cámara de los secretos, de la batalla contra un basilisco mortal gigante que Harry tuvo que afrontar y de la que nadie parece tener conocimiento. La gente sabe que estas últimas semanas parece distraído, tarda en poner atención y pierde fácil el hilo de todo, parece no importarle mucho sobre lo que cualquiera tenga para platicar y todo es cierto. Harry está pensando en otras cosas, en otros intereses y en nada. Últimamente la mayor parte de su tiempo se siente aliviado de que las reacciones de la gente no se dividan en la adoración al "poder" y "valentía" del niño que vivió, una vez más héroe del mundo mágico; y los cometarios sarcásticos (Slytherin) sobre cómo quiere llamar la atención de todos (Draco.) Porque no se hizo público que paso con la cámara, se sabe que el peligro fue detenido y que estuvo involucrado, pero nadie tiene información certera de eso y está bien con que nadie sepa de su "gran hazaña" pero no tanto con que a nadie le importa que estuvo a punto de morir.
Él ha estado pensando en eso, sobre como si no fuera por el fénix no habría podido salir de ese lugar; pero nadie de los que saben acerca de esto parece importarle. Claro, Hermione lo felicito por resolverlo y él la abrazo porque está viva; Ginny y los Weasley le agradecieron por salvarla, pero nadie le pregunto si estaba bien; los profesores solo lo regañaron por su estupidez y puede oír a Dumbledore hablando indirectas de su "grandeza" frente a toda la escuela en el discurso antes del banquete de fin de año. No obstante, eso no puede importarle menos.
Está cansado, cansado de arriesgar su vida, de las adulaciones, de los agradecimientos, de las expectativas; de todo. Harry está feliz de que su amiga y los demás hayan despertado, también esta aliviado de que Ginny no muriera, pero no quiere saber más de magos viviendo en la nuca de profesores ni de criaturas mortales a las que solo él puede entender. No puede decir que no quiera saber del mundo mágico porque le gusta, disfruta de las maravillas que ofrece y de que los Dursley no tienen poder ahí, pero ¿así iba a ser su vida siempre?
Finalizado el segundo año y a bordo del tren, acompañado del sonido del movimiento junto al bullicio del tren, viendo el bosque desde la ventana el desea que las cosas sean diferentes. Harry piensa sobre qué es lo que sigue. Se supone que ahora mismo todos regresan a casa, con sus familias a pasar un verano divertido yendo a muchos lugares, todos excepto Harry. El no, él tiene que regresar a Drivet con una familia que lo detesta y lo tratan horrible.
¿Por qué tenía que soportar eso? Paso once años siendo tratado como basura sin poder decir nada y cuando descubrió que había más para él, un mundo totalmente nuevo y fantástico que parecía quererlo creyó que las cosas cambiarían y que sería feliz. Muy pronto se dio cuenta de que las cosas no son así, el comportamiento del mundo mágico no era diferente al del no mágico, algunas lo mirarían mal por venir del exterior y otras querían ser sus amigos por una fama y lujos inexistentes. Al final todos compartían algo en especial: nadie parecía interesarse por Harry, no por Harry Potter, solo Harry.
