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Un paso, dos y tres, seguía el camino que su Shijie guiaba. Los listones de su vestido se elevaban dando la impresión de un arcoíris de tonalidades moradas. La brisa húmeda lo enfrentaba mientras escuchaba los sonidos de los animales nocturnos.

- Madam Yu no nos encontrara aquí – Escucho a Wei Wuxian detrás de él.

Agachados los tres se escondían entre los estantes del área de tesoros de la secta. Tratando de no ser notados tapaban sus propias respiraciones, hasta que la luna se encontró en lo alto, se quedaron callados.

Un suspiro de Jiang Yanli la llevo a sacar una amable sonrisa. –Saben que no deben meterse en su habitación ¿Por qué lo hicieron?-

Jiang Wanyin cruzando los brazos sacando su ceño fruncido, solo junto sus labios presionándolos mientras giraba su rostro en signo de enfado.

- Shijie nosotros queríamos ver si tenía algún secreto ahí guardado - Wei Yin contesto con una ligera sonrisa algo avergonzada aunque eso realmente no lo sentía, los tres lo sabían.

- Mañana terminara castigándolos, por ahora mejor hay que ir a dormir. Se disculparan apenas despierten – Declaro la mayor con algo de resignación – Vamos- Sonriéndoles poso sus manos en las cabelleras de los dos.

Entre los pasajes de los muelles se iban moviendo. Jiang Cheng levanto su brazo tratando de alcanzarla hasta que su vista se fue apagando.

- ¿Wei Wuxian a donde se fue Shijie? – Pregunto levantándose de esa cama. Sus huesos crujieron. Un frio lo invadió cuando empezó a caminar.

- Ella ya no está aquí – Le contesto el otro con una voz susurrante.

- Estaba justo delante de nosotros, no seas holgazán hay que buscarla. – Regaño Jiang Cheng tomando su muñeca para continuar su camino.

La madera de repente era tierra, la vista del lago cambio por paredes de roca, lo que antes era ligeramente oscuro ahora era negro.

El Líder de Secta Jiang sintió un cansancio arrasador, recargándose un poco en el otro fue avanzando dejando de lado el hecho de que sus pies estaban descalzos.

Entre cada pasaje la decisión de ir por la derecha o por la izquierda lo mareaba. ¿Desde cuándo estaba esto? No recordaba que los caminos fueran tan largos o tan silenciosos.

De repente el polvo fue cambiado por las sensaciones del césped tocando sus pies. Suaves colinas cubiertas de pasto llegaban hasta el comienzo de murallas inmensas de piedra que se alzaban hasta el cielo, formando entre todas un gran circulo. Las estrellas entre ese mar de negro era lo único que dejaban que se viera en esa abertura.

Era sin duda un escondite, entre las faldas de esas murallas estaban grandes árboles que frondosos cubrían de sombras los alrededores dejando solo en medio de aquel lugar una parte descubierta, los vientos mecían las hierbas que altas parecían olas.

Justo hasta el lado contrario de donde los dos hermanos estaban, un estanque vivía tranquilo, la negra arena en las orillas y las paredes de roca de aquella muralla por un lado lo detenían.

Jiang Cheng intrigado se abrió paso con sus dos brazos entre tanto pasto alto. Mirando que ningún objeto llegaba a la cima, todo se quedaba a lo que parecían varios metros del círculo en la cima que por alguna razón creía que sería su libertad.

- Ni lo intentes hay un campo de protección, nadie sale y nadie entra salvo el que yo quiera.- El mayor le comento extrañándolo.

Corrientes heladas lo hicieron temblar pero siguió. Un poco impaciente aumento de velocidad, la distancia no era mucha por lo que tocar el agua del estanque fue una satisfacción fácil de conseguir.

Sentándose metió sus piernas y con sus manos toco el agua cristalina.

- A ella le encantara – Dijo con una sonrisa.

- Es hermosa la vista - Escucho del otro. Volteándolo a ver lo encontró mucho más alto, con rasgos más maduros, el cuerpo de un hombre ya no el de un niño. Su cabello y túnicas se ondeaban, acompañado de una expresión algo consternada.

- ¿Qué dices? Ve a buscar a Shijie hay que mostrarle este lugar - le respondió evitando pensar sobre su apariencia cambiada.

- Jiang Cheng ¿No quieres beber esa agua? – La pregunta detuvo todo pensamiento. Miro aquel estanque y entonces sintió sed. -¿No quieres comer? – Su estómago acorde empezó a rugir.

Hace apenas unas horas antes de que su madre los persiguiera por descubrir sus travesuras de la tarde, su hermana les dio un bocadillo nocturno junto con un té. Sin embargo ¿Cuál era la razón para que su estómago doliera tanto rogando por alimento o que quisiera tirarse en aquel lugar para tomar cuanto quisiera del agua?

Acunando un poco de esta la llevo hasta sus labios para beber. Sintiendo que no era suficiente volvió a hacerlo. Desesperado repitió.

Aun sentado distraído por sus acciones, sintió el calor de tener su espalda sobre el pecho del otro. Unos fuertes brazos rodeando su estómago y unas piernas se estiraron alrededor de las suyas.

El flequillo de Wei Wuxian cubría su rostro pero su respirar le decía que estaba tranquilo.

Jiang Cheng irritado por lo pose quiso empujarlo.

La voz dura del otro hablo.

- Están muertos -

Un sonido ensordecedor lo perforo. Con sus manos se cubrió los oídos para no escuchar, siendo un acto inútil. Entonces entre el reflejo del agua de aquel estanque puedo ver a su derecha el reflejo del General Fantasma. 




Has dejado de ser mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora