capítulo 23

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Exhaustos cayeron sobre el colchón buscando recuperar el aliento.

Ambos se voltearon a ver al mismo tiempo por casualidad, sus miradas se conectaron y en ese momento, sus corazones estaban descontrolados. Sus lobos interiores estaban completamente satisfechos buscando estar más cerca que nunca.

—¿Estás bien? — preguntó Jungkook para romper el silencio — ¿Te duele algo?

—Estoy bien—dio una leve sonrisa—No me hiciste daño.

—Me alegra escuchar eso.

De nuevo se hizo un silencio un poco incómodo, Jungkook no quería decir nada que hiciera que el Omega se diese cuenta de lo que acababan de hacer y empiece a gritar como loco.

— Jungkook, ¿estuvo bien lo que hicimos? — jugó con la tela de la almohada sin mirarlo.

—¿A qué te refieres?

—Me refiero a que si te gustó...

El alfa frunció el ceño ante esa respuesta, ¿qué a caso sus gemidos no fueron bastantes claros?

—Me gustó mucho.

Jimin se ruborizó y asintió sin decir nada más. No podía negarlo, a él también le había gustado mucho y lo peor era que ahora sentía como si no pudiese estar lejos del alfa nunca más.

—Debo dormir, que descanses —intentó darse la vuelta pero Jungkook no le dejó — ¿Qué pasa?  

—Quiero decirte algo.

— Dime...

«Sólo hazlo, Jungkook, tienes que decirle» pensó.

— No quiero que pienses que quiero presionarte a algo, simplemente quiero que sepas que por mi parte está bien si de pronto empezamos a ser pareja —soltó todo de una vez, prefería que así fuese. Sabía que corría riesgo de que Jimin le rechazara y saliese huyendo pero debía decirlo tarde o temprano.

El omega se quedó callado mientras miraba al Alfa fijamente. Su corazón latía una y otra vez con fuerza haciéndole sentir que en cualquier momento se saldría de su pecho, pero en el fondo se sentía tan agradecido de escucharle decir aquello, había estado temiendo que en realidad Jungkook nunca le quisiera como su Omega. ¿Qué debía responder ahora que ya lo había dicho?

Muchas veces le aseguró que jamás iban a ser pareja, que no sería suyo y que nada los unía que no fuese el bebé. Pero de unos días atrás, Jimin comenzó a sentir la necesidad de estar junto al pelinegro, de sentirse protegido y de recibir su calor. Algo había cambiado, quizá era momento de dejar de ser tan frío y permitirse intentarlo con Jungkook... —No sé qué decir, lo siento.

—No tienes que responder ahora, ¿si? —acarició su cabello rosado — Sólo duerme, puedes pensarlo en estos días.

—Lo haré —finalmente se dio la vuelta para intentar dormir. Pero, ahora sería tan difícil si no podía dejar de pensar en tener una verdadera relación con el. 


Al día siguiente, cuando Jimin despertó, Jungkook  ya se había marchado de casa para ir a trabajar. Por lo que él Omega se dio una ducha y bajó a comer algo creyendo que la señora Jeon no se encontraría en casa, pero no era así.

—Buenos días, Jiminnie.

—Buenos días, señora Jeon —le sonrió — Creí que estarías trabajando.

—Hoy me tocó entrar un poco más tarde —le dio un trago a su taza de café —¿Dormiste bien?

— Excelente.

—Si, me imagino —arqueó una ceja —¿Harás algo hoy?

Lamentablemente, la madre de Jungkook había oído los gemidos escandalosos que a el par se les había escapado anoche. Es decir, había sido imposible evitarlo, fue una madrugada algo traumatizante, pero le daba gusto que después de tantos meses al fin habían logrado avanzar. ¡Y de una manera muy grande!

—Iré con mi mejor amigo al centro comercial —se sirvió un poco de cereal en un tazón con leche.

— Sólo cuídate, y si un Alfa intenta acercarse, diles que ya tienes uno —le guiñó el ojo con una gran sonrisa dibujada en su rostro para después salir de la cocina, dejando a Jimin algo confundido.

«¿Qué le sucederá hoy?» pensó sin imaginarse que ella ya sabía de su acercamiento especial.

Lo primero que pensó al despertarse fue en Jungkook, le hubiese gustado verlo a su lado pero para su mala suerte había despertado tarde. Ahora sólo podía pensar en la propuesta que le había hecho anteriormente, sentía una extraña sensación en su corazón al recordarla.

Y es que, no podía sólo evitarlo y fingir que nada había pasado. Porque algo estaba pasando, un sentimiento que cada vez se hacía más profundo. ¿Acaso podría ser eso que llaman amor?


Jiminnie tenía una bonita camisa color amarillo, —misma que era de su Alfa —con un cómodo short blanco y una bolsa de tela ecológica que Taehyung  le había regalado. Cualquiera que lo veía diría que era un Omega muy tierno, pues se veía realmente lindo y adorable.

Llamaba la atención de los Alfas, quienes al verlo con su barriguita hinchada, ni siquiera pensaban en acercarse. Además de que el peli- rosa aún olía a Jungkook debido a que habían tenido intimidad.

—A mi no me vas a engañar, te acostaste con Jeon, ¿cierto?—preguntó Taehyung entre risas.

—Claro que no, Tae.

—Hueles mucho a él, tanto que casi pienso que se encuentra por aquí —se tapó la nariz fingiendo desagrado—¡Ya dime la verdad!

Jimin soltó una risita y suspiró. No podía mentirle a su amigo, además necesitaba oír su consejo. —Bueno si, lo hicimos—se mordió los labios.

—¡Lo sabía! —exclamó en un tono más alto de lo normal y Jimin le tapó la boca.

—No grites. Debes calmarte —Taehyung asintió y le quitó la mano — Simplemente sucedió, así que no me pidas detalles. Pero bueno, sólo puedo decirte que estoy feliz por hacerlo, creo que Jungkook también.

Bueno, claro que el Alfa estaba feliz. Había dado un gran paso con su destinado sin ni siquiera haberlo planeado, las cosas se estaban dando porque no eran imposibles de evitar.

—Anoche, Jungkook me pidió que fuésemos una pareja oficial.

—Oh, Dios... ¿Y qué dijiste?

— Aún lo estoy pensando,Tae—suspiró profundo— No sé que debería contestar a eso.

—¿Tú quieres intentarlo? Es decir, ¿ya no lo aborreces? — preguntó.

Era extraño como un día le aborrecía, pero de pronto comenzó a sentir la necesidad de tenerlo consigo. Claro que prefería ocultarlo y no decirlo en voz alta, pero ahora las cosas podían ser distintas, quizá con amor real su corazón pudiese ser reparado y pudiese aprender amar al alfa y a su bebé.

— Ya no lo odio —confesó —Me gustaría que fuese mi Alfa... La idea de ser su omega ya no es tan mala y tampoco la de tener a m hijo —acarició su vientre —Empiezo a sentir que las cosas cambiaran para bien.

No quería equivocarse, tenía miedo a fracasar. Le aterraba que Jungkook rompiese su corazón al momento en el que se lo entregase por completo, pero algo le decía que debía intentar y dejar ese temor atrás. 

—Tal vez yo pueda amar a Jungkook, y el a mi —se encogió de hombros —¿No piensas igual que yo?

—Yo pienso que deberías intentarlo, es tu alfa quieras o no, además ustedes están destina... — Taehyung se quedó callado al momento de recordar que no debía decirle nada a su amigo, no le correspondía a él pero supo que había cometido un gran error.

—¿Qué dijiste?-frunció el ceño—¿Estamos destinados?.


*。baby on the way *。kookmin ♡Where stories live. Discover now