˗ˏˋ Jamás, en el corto tiempo que lleva conociendo a su compañero de elenco, pensó que escapaba para eso... Y que su mente fuera un desastre al imaginar ciertas escenas. ˎˊ˗
९ Historia corta » MileOmega - Lactante / ApoAlpha.
𑁘 Capítulos semi-largo...
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Parte cero:
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Desabotona su camisa formal hasta el corte del cinturón de su pantalón, procediendo a deslizar con cuidado la manga de la camisa de su hombro, mostrando su tez nívea, como al mismo tiempo se da la tarea de extraer un pañuelo húmedo de la caja que ha sacado de la pañalera, y limpiar su pezón y la piel cerca dedicado, seguido de acercar la boca de su bebé, que sostiene en brazos, un poco impaciente, de que su papá no se apresure a darle la fuente de alimento que requiere ciertas horas del día. Como le han enseñado en el hospital, y su madre, se lo acerca a su bebé, que muy listo, sabe ya tomarlo y mamar de este. A veces, sacándole un siseo bajo, y otras, una suave sonrisa, como justo ahora, que mientras tararea una canción de cuna con la garganta; se permite rozar los dedos en el abundante cabello que sobresale por el gorro en la frente. Tan distraído, y liberando su fragancia en el espacio que solo el director general y su manager, y el encargado de vestimenta en la serie, y dos amigos en la empresa, saben de esta habitación especial.
Nadie de sus colegas de reparto sabe de este secreto, del porqué sus pectorales se ven abultados o porque el uso de los parches en sus pezones, que muchas veces terminan siendo desechados por la leche y cambiados en lapsos de las grabaciones sin que se den cuenta. O el hecho de que, hasta el día de grabación, pocos se hayan dado cuenta que es un Omega y no un Beta como aparente, gracias a las colonias de supresores que administra su familia. Y que más que un simple Omega, sea un Omega lactante, que tiene un bebé de un Alpha que le prometió de todo, en medio de un celo fatídico y sin consentimiento, y que gracias al cielo, no hubo mordida. Solo un recuerdo, un bebito que tiene en brazos y que suele ser muy exigente a su corta vida de meses.
—¿Sí? —su voz sale tan dócil, que la otra persona de la línea telefónica cambia el tono de voz con el que se presentó.
—¿PʼMile, en dónde estás? Llevo media hora tratando de localizarte.
