𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥𝐬 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐲𝐨𝐮 [3° 𝐭𝐞𝐦𝐩𝐨𝐫𝐚𝐝𝐚]©

CHAPTER 18

❝KISS IN THE RAIN❞

N.CORBYN.

Cassie se ha ido y esta vez para siempre.

Mi corazón se queda roto, y sí bien, Olivia para mí lo es todo, pero Cassie es mi verdadero punto débil.

Fue la primera chica, que me mostró que todo ser tiene un corazón y que no todo el mundo es malo, aunque en ocasiones eso sí sea cierto.

—Lo siento, Olivia. Siento hacer esto—Me disculpo, volviendo a ir en busca de Cassie.

—¡Corbyn, no!—Me llama Agnes.—Es mejor que vayas acompañado.

—Cassie no es ningún peligro social, ¡Vale!. No se quién te dijo semejante tonteria—Me comienzo a enfadar.

—Teniendo en cuenta que fue criada por Luke, que Nick le impuso algunos de sus comportamientos yo no me fiaría demasiado—Me advierte Agnes.

—Me da igual quien sea, una vez ya estuve apunto de morir por ella y he visto a la muerte en persona, así que no me asusta nada—Le digo.

Olivia me mira con cara de pocos amigos, cómo si sus celos fuesen a salir a flote en cualquier momento.

Ya nada de eso importa, no cuando se trata de Cassie.

Salgo de la casa, la busco por todos lados, incluso utilizo mi guadaña para buscarla, pero no aparece.

Se me ocurre que puede estar en casa de Zach, pero no,es imposible.

Cuando Olivia daba una orden e incluso cuando le pasaba algo malo, todo el mundo se ponía de su lado.

Abro un portal, pidiendo a todos los dioses que por favor funcionara.

Atravieso el portal, apareciendo en medio de la nada.

Miró por todos lados, viendo al fin a Cassie caminar hacía algún lugar desconocido que la llevará al destino.

—¡Cassie!—La llamó corriendo hacía ella.

Cassie se da la vuelta.

Esta devastada, no pensé que las cosas llegarían a tanto.

Me acerco a ella y en vez de alejarse de mí, me abraza.

Su abrazo es embriagador, podría decirse que es el mejor que había recibido hasta ahora.

Cassie comienza a llorar desconsoladamente sobre mi pecho, sin poder decir ninguna palabra.

—Ya estoy aquí, pequeña—La arropó entre mis brazos.

Cassie sigue llorando, pues en el fondo sé porqué estaba así.

No tiene familia, casa, amigos, no tiene nada en el mundo, solo se tiene a ella misma y ni siquiera eso.

—Ya estoy aquí y no me iré, lo prometo—Le digo.