Capitulo 58

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Las reglas son muy sencillas, todo es válido mientras nadie muera. La derrota es determinada por; que uno de los dos contrincantes se rinda, quedar fuera de combate es decir noqueados o que hayan pasado más de 5 minutos.

En el último caso unos jueces determinan quien tuvo mejor desempeño. Estos tienen que ser imparciales sí o sí ya que ponen en juego el honor de los participantes y la imagen de la familia real.

Los primeros combates los hacían nobles menores entre ellos Arthur, después venían los nobles más conocidos como Elliot y por último los príncipes.

Esto claro para darle ventajas a los últimos para conocer mejor a los peleadores e idear sus estrategias. Normalmente, si a pesar de todos eran derrotados harían lo que fuera para contratar a esta persona.

No todos los príncipes son grandes luchadores, pero sí o sí necesitan estar bien versado en el combate por lo tanto vencer a uno es como derrotar a un buen oficial de algún ejército.

—¡En el primer combate tenemos a Sir Edwin Woller de Pouldron contra sir Arthur Graywolf de Orley!

Decir de dónde viene cada uno es mera formalidad, de hecho también funciona como publicidad para dichas ubicaciones.

Es como decir que Argentina tiene a Messi y Portugal a Cristiano.

Arthur salió con una espada, en cuanto a la armadura, traía una versión de la suya pero ligera. No estaba prohibido que alguien usará sus propias armaduras pero debían de cumplir ciertas normas.

Seamos honestos, si Arthur hubiese traído la suya tardarían un poco en encontrar sus debilidades por no decir que tiene una protección casi completa.

La que traía ahora solo protegía pecho, rodillas, espinillas y antebrazos.

Arthur salió y se encontró con sir Edwin, un joven rubio, para nada apuesto pero tan poco horrible, simplemente parecía un tipo cualquiera.

A diferencia de Arthur este traía una lanza y parecía usarla muy bien. Ambos se miraron y asintieron sin más.

En cuanto se dió por iniciada la pelea, Edwin avanzó hacia Arthur y apuñaló con su lanza, Arthur retrocedió hasta una zona segura.

Arthur sabía que la debilidad de las lanzas era estar muy cerca, pero quería tantear a su oponente para conocerlo mejor.

Por más que Edwin intentara apuñalar a Arthur, este lo esquivaba fácilmente estando al borde de su rango de ataque.

Pero antes de que todos pensaran que Arthur no hacía nada más que retroceder avanzó. Edwin se sorprendió por el repentino cambio pero no sé alteró.

Golpeó horizontalmente con el reverso de su lanza, Arthur lo bloqueó con su espada, al mismo tiempo Edwin continúo con un giro y apuñaló hacia su estómago.

Arthur dió un pequeño salto mientras se inclinaba con la lanza a centímetros de su cuerpo. En cuanto sus pies tocaron la arena avanzó de nuevo.

Edwin intentó apuñalar de nuevo pero su lanza solo hizo chispas cuando Arthur la desvió con su espada haciendo que el arma pasará por encima de su hombro.

Arthur aprovechó para girar y patear el pecho de Edwin, como traía armadura no hizo mucho daño pero lo tomó por sorpresa cuando lo hizo rodar varios metros.

Edwin se posicionó a modo de defensa rápidamente, sorprendido por la fuerza de esa patada que lo dejó sin aire por un momento.

—¡Que fuerza! —Pensó.

Ambos parecían tener casi la misma edad pero Edwin sabía que no podía hacer algo así con ningún oponente.

Arthur ya reconocía los errores de su oponente, sus ataques lo dejaban bastante expuesto pero sabía cómo evitar ser dañado gravemente.

Rey De Reyes - Volumen 1Where stories live. Discover now