Capítulo 2

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La historia de Cárcel



El compromiso de Cárcel e Inés no tuvo el comienzo más agradable.

Cuando Cárcel de seis años, prometió el resto de su vida a Inés de seis años, solo tenía una vaga idea del compromiso en el que se estaba metiendo.

Cuando su banquete de compromiso estaba llegando a su fin, preguntó a varias personas—: ¿Cuántos años más me quedan de vida?

Todos sonrieron incómodamente ante su pregunta. Nadie parecía ser capaz de dar una respuesta. Cárcel se estaba frustrando por la falta de respuesta cuando le planteó la pregunta a la modesta Duquesa Baleztena. El Duque Baleztena detuvo a la duquesa antes de que pudiera responder y gesticuló hacia su hija, Inés, para que respondiera en su lugar.

—¿Cómo puedes no saber la respuesta a esta pregunta obvia? —preguntó Inés con desdén.

Cárcel frunció el ceño. A pesar de que sus alturas diferían apenas por una pulgada, ella de alguna manera se las arregló para mirarlo hacia abajo, como si fuera una lombriz de tierra u otra criatura inferior. Cárcel, de seis años, podría no saberlo todo, pero ciertamente sabía cuándo alguien lo estaba menospreciando.

—No lo sabes. Desde luego que no lo sabrías —se burló Inés.

—Lo sé. Todo el mundo sabe cuánto dura su vida.

—Entonces, adelante, dímelo.

La confianza de Cárcel se desvaneció. —S-serán muchos años, por ejemplo —tartamudeó.

—¿Exactamente cuántos? —indagó.

—Bueno, bastantes...

—¿Debo hablar directamente con él? —Inés se quejó mientras se giraba hacia sus padres—. Debe haber una manera más eficiente de hacer esto.

El Duque Baleztena se inclinó hacia adelante para que sus ojos se encontraran con los de su hija y le mostró una sonrisa amable. —Entiendo tu frustración. Debe ser difícil para ti tolerar a tus compañeros porque eres mucho más inteligente que ellos. Es por eso que debes practicar el conversar con ellos de una manera que no reveles a tus amigos tu superioridad, y así ellos pueden mantener su dichosa ignorancia de su inferioridad...

Cárcel no podía creer lo que escuchaba. ¿Está sugiriendo que soy inferior a Inés? ¿Cree que soy... estúpido? Pero hasta ahora, Cárcel se había considerado a sí mismo bastante inteligente para un niño de seis años. Todos sus familiares y tutores lo elogiaron por superar a la mayoría de sus compañeros en sus estudios.

Mientras el ceño fruncido de Cárcel se profundizaba, ni el duque ni Inés parecían preocuparse por él. El Duque Baleztena parecía estar embobado con orgullo y adoración por su hija.

—No necesito amigos. De hecho, él es mi prometido, no mi amigo —le respondió Inés al duque. Su tono sugería que un prometido merecía aún menos su atención que un amigo.

Cárcel era joven, pero tenía la edad suficiente para saber que un prometido era más valioso que un amigo. Después de todo, Inés podría hacer varios amigos si quisiera, pero solo tendría un prometido, y sería él, Cárcel Escalante de Esposa. Aunque ya habían fracasado varias veces en el desarrollo de una amistad, Cárcel sabía que este compromiso significaba que ahora él tenía importancia en la vida de Inés. Él chasqueó la lengua en silencio. Inés ni siquiera sabe un hecho tan sencillo, ¡pero se considera mucho más inteligente!

—Sí, Cárcel es tu prometido. Por eso debes ser más paciente con él —instó el Duque Baleztena—, como una niña debería...

—Padre, mi mal genio no me hace menos niña.

Anillo Roto: Este matrimonio fracasará de todos modosWhere stories live. Discover now