Recapitulacion y encuentro.

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A medida que se acercaban los exámenes Chunin, Obito encontró consuelo en la elevada cima donde las estatuas de los Hokage miraban silenciosamente la aldea. Este sitio se había convertido en su refugio personal, un rincón donde podía sumergirse en sus pensamientos.

Contemplando Konoha extendiéndose ante él, Obito reflexionó sobre la calma aparente de la aldea. Desde la amenaza dirigida a Danzō, notó la notable ausencia de los Anbu patrullando las calles. Sin embargo, sabía que la quietud no significaba rendición por parte de Danzō. Más bien, imaginó que este ya había compartido los detalles de su encuentro con Orochimaru.

La preocupación por el astuto Sannin se apoderó de los pensamientos de Obito. Orochimaru, con su destreza y astucia, representaba una amenaza más sutil y retorcida que Danzō. La sombra de sus maquinaciones se extendía como una neblina inquietante sobre la aldea, y Obito se encontraba inquieto por lo que podría desencadenar.

Con los exámenes Chunin en el horizonte, el estrés y las incertidumbres se multiplicaban para Obito. Konoha, aparentemente serena desde la cima, ocultaba tras sus muros historias de conflictos y maquinaciones que estaban lejos de desvanecerse. En medio de la calma superficial, Obito se preparaba para enfrentar los retos inminentes, consciente de que, en la sombra, aguardaban desafíos aún más formidables.

Mientras Shisui progresaba satisfactoriamente en su entrenamiento, Obito vislumbraba un futuro donde él y su amigo Itachi podrían enfrentar juntos la discriminación hacia los Uchiha. La esperanza de que Shisui pudiera contribuir al cambio creció, alimentada por la determinación y habilidades del joven.

Sin embargo, las relaciones dentro de su propio equipo no compartían la misma armonía. Desde que les pidió tiempo y prometió compartir la verdad en el futuro, la tensión se había instalado entre ellos. Esta realidad se manifestó claramente después de un encuentro casual con Rin en las bulliciosas calles de la aldea.

Rin, visiblemente nerviosa, le dirigió un saludo incierto. Obito respondió con un gesto, pero su rostro revelaba poco. La brecha entre ellos era palpable, un recordatorio constante de las complicaciones y secretos que se interponían en su relación.

Kakashi, por otro lado, cruzaba su camino varias veces al día con una mirada irritada que no pasaba desapercibida. Cada encuentro con su compañero reflejaba la incomodidad y la falta de comunicación que envolvían al equipo. En esos momentos, Obito se preguntaba internamente cómo podría reconciliar las tensiones, cuestionándose por qué él, y no Naruto, estaba destinado a enfrentar estos desafíos interpersonales.

La carga emocional y la complejidad de las relaciones en su equipo se volvían una constante en la mente de Obito, quien se esforzaba por encontrar soluciones que pudieran restaurar la armonía y la confianza entre ellos. Mientras el entrenamiento avanzaba y los exámenes Chunin se acercaban, Obito se enfrentaba no solo a desafíos físicos, sino también a la tarea de reconstruir los lazos fracturados dentro de su propio equipo.

Además de eso,ya le queda poco tiempo para la mision del puente Kanabi, después de que se había convertido en Chunin unos  meses después Kakashi se había convertido en Jounin.

Y prácticamente después de eso venia la misión del puente Kanabi.
Y por si fuera poco tenia que encargarse de Danzõ y Orochimaru.
Si bien ya habia detenido a la movilización de los anbus por la aldea. Era casi seguro de que Danzõ no se detendría allí, el era sin duda un problema.
Orochimaru, por otro lado, era un rompecabezas más complicado. Aunque poseía información invaluable, sus intenciones oscuras y su interés particular en los ojos de Obito eran motivos de constante preocupación. El equilibrio delicado entre aprovechar la utilidad de Orochimaru y proteger sus propios secretos constituía un desafío constante.Sin embargo, antes de sumergirse en las intrigas y los enfrentamientos, Obito tenía un objetivo inmediato: evitar la trágica muerte de Yahiko. Reconociendo el valor estratégico de contar con un aliado que poseía el Rinnegan, su plan era simple pero crucial. En el momento preciso del sacrificio de Yahiko, intervendría para impedirlo, desbaratando así cualquier intento de traición por parte de Akatsuki. Pretendía presentarse como el salvador en el momento justo, evitando que los miembros de Akatsuki se sintieran resentidos con el mundo ninja.Al impedir el suicidio de Yahiko, Obito aspiraba a forjar una alianza sólida con Akatsuki. Su objetivo era claro: garantizar que Akatsuki continuara su búsqueda de la paz sin generar problemas y, al mismo tiempo, convertirlos en aliados estratégicos en sus propios designios. La complejidad de estas maquinaciones dejaba claro que el camino hacia sus metas estaba lleno de desafíos y decisiones cruciales.
Noto vagamente que el sol se ponía dejando   oscuridad a su paso, al tanto de que las luces de las tiendas se encendían.
Decidio que ya era hora de irse a dormir, si bien el ya tenia el adn de Hashirama en su cuerpo por lo tanto no necesita dormir, aun asi era una relajante actividad que despejaba su mente.
Se levantó de su sitio y relajadamente camino hacia su complejo de apartamentos, elevando la vista para ver el espectáculo de luces que era la aldea,como era el último domingo del mes había una gran feria con todo tipo de actividades.
Estaba apunto de tomar otro camino para llegar mas rápido debido a la cantidad de gente y cuando se volteo escucho una voz conocida:
-¡Obito!,¡Estamos aqui!- dijo una chica
Cuando se volteo con incredulidad noto que era Rin la cual le estaba gritando junto con Minato, Kakashi y Kushina.
El se acerco hacia ellos con su mirada en blanco,Rin se veía feliz al verlo al igual que Minato y Kushina, en cuanto a Kakashi lo veia inexpresivo.
En el momento que llego a donde estaba su equipo, Rin lo veia sonriente y radiante.
-Obito,¿Donde estabas? Te busque por toda la aldea.-dijo Rin mirando a Obito expectante de respuesta.
-Encontro, un nuevo lugar de entrenamiento y decidí estrenarlo antes de la fase final de los exámenes- mintió Obito respondiéndole a Rin.
El no queria preguntas de que estaba haciendo.
-No importa,la feria esta muy bonita, estaba planeando que todos la exploremos juntos¿Quieres?- hablo Rin suavizando su sonrisa.
Obito asintio, sin mas se dirigieron a la primera tienda de juegos que vieron.
Era un juego en el que tenías que tirar el kunai a un blanco al cual tenías que dar en el blanco, obviamente para un ninja seria pan comido, el truco que a los costados tenia imanes fuertes a los costados para que el kunai se dirigiera hacia el iman.
A Rin le intereso mucho la idea y le dio 10 ryõ al vendedor para 3 turnos.
La primera en empezar fue Rin la que le dio al blanco pero no el medio sino tirando para un costado.

El hombre que cambio el mundo ShinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora