第2章

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él ya sabía cómo todo aquello funcionaba.

en el pasado había tenido un amigo, el cual despegó a un viaje europeo; clara mentira para cubrir la rehabilitación de consumo en exceso en la que se había sometido por los siguientes diez meses. horarios estrictos a la hora de levantarse e irse a dormir, charlas diarias con personas que simulaban preocuparse de sus problemas, medicamentos con el fin de permutar las miles de sustancias que ingería en ese entonces.

luke no tenía adicción a las drogas, pero sí un problema con las diversiones y liberalidades que en su vida tomaban gran parte. no obstante, estaba convencido de que su madre se había cegado por el enojo. ella exageraba. no tendría que estar encarcelado en una clínica, a estas alturas ya debería estar en camino hacia las fiestas en la playa.

cómo deseaba desahogarse de alguna manera con alguien, pero aquel afán no llegaba al caso de todos modos. lo abstenían de cualquier medio comunicativo con el exterior, hecho culpable del aborrecimiento que ya sentía al cabo de tan sólo cinco horas en el susodicho lugar.

se tomó de mala gana las pastillas indicadas por una de las enfermeras, y optó por desechar el tiempo mirando la televisión. pasaba los canales recostado en su camilla, sin embargo, no había nada que capturara su interés. ninguna película de acción ni sus caricaturas favoritas aparecían a esa hora de la tarde. suspiró profundo. ¿ahora, qué haría?

se puso de pie poniendo sus grandes manos a los dos lados de su cintura. ya había cambiado aquel vergonzoso atuendo de la clínica por sus jeans ajustados y camiseta negra con alguna banda de su gusto. deambuló dentro de la habitación con el fin de encontrar algo que hacer, pero sus intentos fueron en vano. todo era simple tal cual como un hotel. un baño al lado, una cama estrecha para dormir y un pequeño televisor. eso era todo.

decidió salir a tomar aire, pues desde su ventana se podía ver un jardín lleno de flores. caminó por los pasillos topándose con jóvenes y algunos ancianos un tanto decrépitos, y asintió en indicio de saludo sin formular palabra alguna. él no pertenecía ahí. de eso estaba más que convencido. lo habían aprisionado dentro un mundo lleno de enfermos y adictos, establecimiento en donde se sentía fuera de lugar.

vagó por los alrededores, ahora extraviado. no conocía aún la dichosa cárcel en la que se encontraba, por ende, estaba perdido. se percató de una enfermera, y se aproximó acelerando su paso.

"disculpa, ¿sabes dónde está la entrada hacia el jardín?" preguntó chequeándola de pies a cabeza. la joven era pelirroja de ojos grandes. muy linda. a luke le gustaba lo que tenía enfrente.

"sigue caminando por aquella dirección y dobla hacia la izquierda. ahí encontrarás una puerta de cristal abierta y te conducirá hacia el jardín." sonrío teniendo un bolígrafo en una de sus manos, con ésta le indicaba el camino haciendo pequeños movimientos en el aire.

luke atisbaba el profundo escote de la pelirroja. ella llevaba una vestimenta de enfermera y el muchacho no pudo evitar que su imaginación se expandiera de una forma no tan decente.

"eres un pervertido, luke hemmings" se dijo a sí mismo negando con la cabeza con una pícara sonrisa plantada en los labios.

"gracias por tu ayuda, cariño." dijo coquetamente para luego guiñarle un ojo.

la muchacha al instante dejó de sonreír, ahora tenía una mirada llena de menosprecio. se giró sobre sus talones y se marchó vociferando palabras que luke no fue capaz de captar. éste frunció el ceño pero no le tomó mucha importancia. sabía que era deseado por el sexo opuesto, ya que candidatas disponibles en la universidad y hasta fuera de ella existían de sobra. estaba seguro de que si la joven lo había ignorado era porque:

a. tenía novio

o en otro último caso:

b. no gustaba de los chicos.

reconfortando su autoestima se dirigió siguiendo las instrucciones de la pelirroja, y efectivamente encontró la puerta de cristal que daba hacia el jardín. al dar unos cuantos pasos más la brillante luz del sol le pegó al rostro, y no pudo evitar maldecir a su madre mentalmente. si no fuera tan entrometida él podría pisar la arena y disfrutar del sol al otro lado de la ciudad. pero era algo que no podía combatir contra ella por más rabia que sintiera.

en el centro del verdoso pasto y acera, se ubicaba una hermosa pileta. el agua cristalina producía unos calmantes sonidos. el rubio cerró los ojos por unos segundos, inhalando el puro aire. eso de alguna forma lo llegó a tranquilizar un poco.

habían flores de diversos colores rodeando un camino circular, desde donde sus pies se posaban. luke había dado por concreto que el jardín se encontraba deshabitado, pero luego discernió a alguien sentado a lo lejos en una banca. la resplandeciente luz nublaba la identidad de su dueño, aunque eso no fue impedimento para notar que éste dibujaba algo. llevaba sobre su regazo un cuaderno, y con una mano hacía trazos en el papel viajando la mirada de ésta hacia el paisaje de ida y vuelta.

algo no muy claro despertó en él la curiosidad, y se dispuso a acabar con ella avanzando con sus pies. una mano en su hombro lo obstruyó de su pequeña misión, obteniendo de él el segundo chillido agudo del día.

"lo siento, no quería asustarte, muchacho." dijo una mujer de distinto atuendo a las demás enfermeras. tal vez ella trabajaba en recepción o algo por el estilo.

"no se preocupe." murmuró el rubio un tanto avergonzado. era propenso de hacer cosas bochornosas como la de algunos momentos. "¿qué se le ofrece?" preguntó.

"tu madre ha llamado a recepción y dice que quiere hablar contigo." pronunció apuntando con su dedo pulgar hacia atrás.

"¿mi madre?" ¿ahora que diablos quería?

"eres luke hemmings, ¿verdad?" respondió con otra pregunta. "la señora en el teléfono describió a un chico alto, rubio de ojos azules." lo examinó, cerciorándose de la mencionada descripción.

luke asintió y viró hacia atrás antes de salir por el umbral siguiendo a la mujer, quien le hizo unas señas en modo de que la siguiera. echó un vistazo una vez más hacia la persona a diez metros de distancia. consigo llevaba por dentro una insólita intriga.

alone ☪ mukeWhere stories live. Discover now