Capítulo 7: Me gusta el imbécil

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Estaba sentado en el centro de la cama, esperando alguna respuesta por parte de los dos chicos, ya que el pelinegro sabía todo, esteme da una mirada de aprobación.

-Entonces has estado ligando con Ferran desde el día de la fiesta, joder Oliver, falta una semana para que se cumpla el mes, básicamente llevan un mes saliendo y tú recién nos dices - dice Rodrigo con un tono enojado.

Si, ya sé, estoy pendejo, hay muchas posibilidades de que todo termine mal, pero mi padre es leo y mi madre es tauro, tengo algo de cada uno.

Ferran no me dirigió la palabra en todo el camino y cuando llegamos ni siquiera se despidió y mi corazón frío como el hielo no lo soporto, esta vez apareció mi corazón de pollo y me sentí mal, me ignoro, ese imbécil me ignoro y se sintió del asco, por eso he recurrido a ellos, porque no sé explicar él porque me sentí así.

-Lo siento, debí decirles, pero no sabía cómo iban a reaccionar, a parte no somos novios, solo estamos disfrutando el momento, pero hoy me sentí muy raro, más con todo lo que paso en el centro comercial, necesitaba sus consejos.

- Solo espero que no termines mal, lo digo enserio Oli - habla Gavi dándome una pequeña sonrisa.

- Me voy a Francia mañana y no quiero que el este enojado, a parte mi corazón de pollo ha empezado a sentirse raro hace días, no sé qué me pasa - dije cubriéndome la cara con las manos, me sentía demasiado frustrado.

¿Me gustaba Ferran?

¿Cómo se llama eso que sientes en la panza cuando ves a alguien?

¿Lo odio verdad?

-No creo que hoy hables con él en una hora salen para irse al evento, tal vez puedas hablar con él mañana antes de irte - me dijo el pelinegro.

-No me gusta para nada esto que tienes con él, pero si te llega a gustar, no dudes en contarnos, somos tus mejores amigos y no queremos que te hagan más daño - dijo el pelirrojo.

- Abrazo de cuatro - grito Mateo. Los tres chicos se acercaron y me abrazaron, aunque sea muy frío o hostil con ellos, los quería mucho.

- ¿Yo también iré a la cena? - pregunte separándome del abrazo.

- No, solo iremos nosotros, tú tienes que viajar y por lo visto aún te faltan algunas cosas, nosotros tenemos que terminar de arreglarnos para salir junto con ellos, nos vemos mañana para ir contigo al aeropuerto - esta vez hablo el pelirrojo, que buenos amigos eran, igual no tenía ganas de ir.

Me despedí de ellos y vi la hora un eran las siete, todavía era temprano, de mi armario saqué la guitarra que Gavi me había regalado después de la muerte de mi madre, la cuidaba como si fuera mi propia hija, ella era mi bebe. La deje en la cama y salí de mi habitación para buscar algo de comida, moría de hambre.

Cuando estaba por llegar a las escaleras escuche unas voces, si no me equivocaba eran las voces de Balde, Pedri y el imbécil.

-Admite que solo te has puesto guapo porque puede que Sira este ahí - esa era la voz de Balde, ese chico me caía bien, era muy majo, pero ahora solo quería que se calle.

Me asome un poco y lo logre ver, iba con la camisa y el pantalón que habíamos elegido antes de pelear, se veía jodidamente guapo.

-Cállense un rato - les dijo el valenciano.

- Si no llegas al hotel, es obvio que coronaste por milésima vez, es que no entiendo porque no regresan - maldito Pedri, ojalá Gavi no te perdone, mentira, mientras mi amigo este feliz, lo iba a aceptar.

- Cállate, vamos que se nos hace tarde - dijo Ferran.

Los vi bajar y mi pecho se sintió vació, las veces que me siento así es por cómo me trata mi papá, me siento decepcionado.

Un encuentro inesperado Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ