Capítulo 10: Regreso

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El ruido de voces me hizo despertar, ¿Dónde carajos estaba?

- Maximilien, me disté un buen susto hijo – lo primero que vi fue el rostro de mi papá, parecía preocupado.

- ¿Dónde estoy? – pregunte confundido. Todo el cuerpo me dolía.

- Después de que el abuelo se fuera, saliste y regresaste muy mal herido, según los informes del médico tienes golpes muy fuertes, cuando llegaste te desmayaste en mis brazos.

Era un jodido deja vu, mismo lugar diferente versión, no es la primera vez que visito este hospital y tampoco me sorprende su manera de mentir y fingir preocupación.

Ya lo había vivido, pero esta vez no es tan grave, la última vez me rompió las costillas y un brazo, ¿cuál fue su mentira? Me caí de las escaleras por estúpido.

-No quiero estar aquí Tata, llévame a casa – lo mire con los ojos llorosos.

- No puedes irte hasta que evalúen el golpe en la cabeza – respondió Maximilien.

- No quiero estar aquí, odio los hospitales, quiero irme a casa – repetí.

- Oliver, cariño solo será por esta noche, mañana estarás en casa – me explico acariciándome la cabeza.

- Tata, te lo ruego – las lágrimas empezaron a brotar.

- Me podrías dejar a solas con mi hijo, necesito hablar con él – al escucharlo lo mire confundido, no por favor, otra vez a solas no. El abuelo salió de la habitación dejándome con él.

- Pequeña mierda, eres resistente, esta vez no te rompí ningún hueso, una lástima – dijo con esa sonrisa que siempre he odiado. Trague saliva y lo mire.

- Déjame volver, no quiero estar aquí, prometo hacer lo que quieras, pero déjame volver – le rogué.

- La agencia de modelaje que está a tu nombre – dijo cambiando su mirada por una más seria.

- ¿Qué?

- La quiero a mi nombre y esta noche te largas a donde quieras.

- Esa…. Esa es la agencia de mi madre, no me la puedes quitar – dije entre sollozos.

- No me importa de quien sea, la quiero a mi nombre – se acercó y me jalo del cabello para que lo mirara – Solo es una firma inútil, una firma y te largas, hablare con el doctor para que te puedas ir.

Lo siento mucho madre, lo siento mucho, pero necesito irme, no soportare más golpes.

-Lo hare, pero primero cumple tu palabra y no necesito que tu compres el boleto, lo hare yo.

- Ves como si podemos llegar a un acuerdo, le diré a tu abuelo que es mejor que regreses o cualquier otra mierda, descansa iré a hablar con el doctor y a traer los papeles – me soltó y salió de la habitación.

Cuando lo vi salir no aguante más y empecé a llorar otra vez, esa agencia la había fundado mi madre, era una de las mejores de Francia y el abuelo la paso a mi nombre y ahora solo me queda el orfanato, todo empezó como algo chiquito, ahora lo estoy mejorando con ayuda del abuelo, es lo último que me queda de ella y no puedo permitir que me lo arrebate.

Cerré los ojos y me volví a dormir, no quería verlo, no quería lidiar con nadie.

-Oliver – me empezaron a mover y el dolor volvió – Oliver.

- No me toques – grité y abrí los ojos asustado.

- Soy tu padre Oliver, tranquilo– dijo apretando la mandíbula. El abuelo y el doctor estaban a su lado, con razón tanta preocupación.

Un encuentro inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora