Capítulo 4

301 27 2
                                    

Nolan

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nolan

Cuando dijo el por qué no había comido, me sentí culpable por ello. Mientras yo dormía, ella seguía buscando una estrategia para impulsar mi empresa.

No debería, sé que no. Aún así, aquí estoy.

Me muevo por toda la cocina, preparándole algo de comer bajo su atenta mirada. Ninguno de los dos a dicho nada después de llegar a un acuerdo y aunque no me es suficiente, me conformo por ahora. En algún momento pondré sobre la mesa el mismo tema y pediré una explicación del por qué me hizo creer que me quería.

Escucho mi teléfono sonar en alguna parte y rápidamente dirijo mi vista a la isla donde reposa la chaqueta de mi traje.

—Atiende esto por mí un minuto —pido, le entrego la paleta con la que estaba revolviendo la salsa.

Tomo la prenda en mi mano y saco mi teléfono de su bolsillo interno.

Llevo una hora esperándote —se queja la otra persona detrás de la línea a penas contesto —Espero que tengas una buena justificación para dejarme esperando tanto tiempo.

—Lo había olvidado —me sincero —Podemos vernos mañana.

Me doy la vuelta encontrando que Gaia me estaba mirando, pero rápido vuelve a poner su atención en la salsa. Mi vista se pierde en sus piernas desnudas. Intento desvíar la vista a otro lado, pero el leve movimiento de su polera hace que mi vista se pierda en su tracero.

—¿Nolan has escuchado algo de lo que te he dicho? —su cuestionamiento hace que aparte rápido la vista como si me hubieran descubierto mirando lo que no debía.

¿Qué había dicho?

—Lo siento, ahora no puedo hablar. Mañana puedes ir a la empresa y almorzamos juntos.

Cuelgo sin darle tiempo a confirmar o refutar.

—No tienes que quedarte. No quiero ser la causante de que estés aquí cuando te espera... tu novia.

Suelto una pequeña carcajada por su equivocada deducción.

La persona con la que hablé no era mi novia, pero tampoco la voy a corregir ni decir quién era. Mañana lo descubrirá.

Me acerco y extiendo una mano a su dirección. Ella levanta la vista para poder verme a los ojos.

—Estás invadiendo mi espacio personal —musita tan bajo que a penas puedo escucharla.

—Estoy esperando que me entregues la paleta —le hago saber mis intenciones —Yo voy a terminar la comida.

Suelta el aire que al parecer retenía en sus pulmones, hace lo que le pido y se aleja rápidamente.

Un poco de amorWhere stories live. Discover now