Capítulo 27

202 22 2
                                    

Gaia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Gaia

Todo estaba pasando tan rápido que ya estábamos en un punto de no retorno. Sea cuál sea el resultado de este nuevo comienzo, para bien o para mal, solo queda arriesgarnos.

Nolan lo estaba intentando y yo, aunque no lo reconociera, para mis adentros deseo que todo salga bien. Primero, porque no aguantaría sentir de nuevo que arrancan una parte de mí, cuando en realidad sigo completa. Segundo, y creo que lo más importante, tener que contarle sobre Naia y que nuestra convivencia sea más incómoda si todo sale mal. Tener que actuar como si nada hubiera pasado entre nosotros, como si nada doliera, porque me niego rotundamente a quebrarme delante de mi hija o dañar la buena imagen que todos los años de su vida a tenido y amado del padre que no estuvo presente en esos días de su vida. Y él tiene que saberlo pronto.

No quisiera retrasar más ese momento en el que Naia al fin pueda decirle papá como me a hecho saber los últimos días. Recordándome que cuenta los días para volver a verlo y que esta vez, si pueda mirarlo a los ojos y decir quién es ella.

El sonido del timbre me hace salir de la cama. Casi es medio día y aunque ya me había levantado hace unas horas, luego de una larga ducha, volví a la cama. Perezosa y con ganas de no salir de esta.

Ayer luego de salir del trabajo, Nolan me acompañó hasta aquí. Hablamos mejor de lo que había sucedido con su padre. La amenaza que había recibido de su parte y aunque ya me había explicado en el trabajo el por qué había actuado de aquella manera, la sensación de rechazo que había sentido seguía instalada en mi pecho. Cuando llegamos a mi departamento me explicó detalle a detalle y no fue hasta entonces que volví a bajar mis defensas.

Supongo que es él quién está llamando ahora a mi puerta. Anoche se fue tarde y antes de hacerlo, prometió venir hoy y que de camino compraría almuerzo para los dos.

Una sonrisa se arma en mis labios ante la idea de verlo y cuando abro la puerta me sorprendo al no encontrarlo a él.

—¿Me extrañaste tanto, pequeña? —me obligo a reaccionar rápido y mis rodillas tocan el piso para envolver a mi hija en mis brazos —Pensé que llegarían la semana próxima —miro a Mario, su postura parece tensa y se refleja en su mandíbula contraída, regreso mi atención a Naia —¿Extrañaste mucho a mamá?

—Siempre te extraño —su voz suave me llena —Pero ella está molesta.

—¿Ella? —pregunto volviendo la vista a mi amigo.

Como si fuera posible siento la sangre detenerse en mis venas. Congelarse. Detener su flujo y cortándome la respiración. No puede ser, me escuchó decirle a Naia si había extrañado mucho a mamá, a... mí.

Lentamente me pongo de pie, con la mente maquinado como salir de esta sin problemas. Unos pasos atrás de un lado de Mario, puedo ver una cabellera rubia que reconozco perfectamente... Jude.

Un poco de amorWhere stories live. Discover now