1. La visita del Sultan

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"En el libro de nuestra historia,
cada capítulo es una danza entre
la luz y la sombra, donde los giros del
destino revelan la intensidad de nuestro
vínculo. Cada palabra escrita es un eco de
nuestro amor, entrelazando nuestras
vidas en una narrativa que desafía el
tiempo y celebra la belleza de
lo impredecible."

                 En el espléndido comedor del palacio de los zafiros, la vida pulsaba con la armonía orquestada por los sirvientes y el ritmo cadencioso de los utensilios de porcelana

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                 En el espléndido comedor del palacio de los zafiros, la vida pulsaba con la armonía orquestada por los sirvientes y el ritmo cadencioso de los utensilios de porcelana. A medida que el sol iluminaba el espacio, sus rayos desvelaban la ostentosa elegancia de la decoración, sumergiéndose en el ritual diario del desayuno real.

En el epicentro de esta escena majestuosa, la mesa principal se convertía en un testimonio artístico del esplendor imperial. Una obra maestra de tallados, meticulosamente colocada en el centro, reflejaba la destreza artística que definía al imperio. Las velas doradas proyectaban destellos tenues sobre la plata finamente pulida, danzando en un juego de luces que reverberaba sobre la exquisita porcelana. La fragancia embriagadora del café recién preparado se entrelazaba con la suave melodía emanada de un conjunto de músicos en la esquina del comedor, añadiendo una capa adicional de opulencia sensorial.

En este escenario de ensueño, Giyuu, el encantador príncipe cuya mera presencia encantaba a las masas, compartía un momento de serena opulencia con su joven hermano Tanjirou. La porcelana delicada de sus tazas, que parecía una extensión de la elegancia circundante, contrastaba con la riqueza de los tapices que adornaban las majestuosas paredes. La calidez de la mañana se entrelazaba armoniosamente con la solemnidad de aquel espacio regio, creando un cuadro visual que capturaba la lujosa vida que ambos omegas llevaban como habitantes de este palacio imperial.

No obstante, la armonía se quebró con la precisión de un cristal cuando la mirada penetrante de Yukio se posó en Giyuu. El tintineo meticuloso de los cubiertos resonó como una sinfonía discordante en el tenso silencio que envolvía el comedor.

━━¿Cómo van tus clases de danza y dibujo, Giyuu? ━━inquirió Yukio con una calma aparente, pero sus ojos, agudos y penetrantes, escudriñaban cada matiz de respuesta en el rostro de Giyuu.

Giyuu alzó la vista del plato, sus ojos encontrándose con la mirada intensa de Yukio. Un instante suspendido en el tiempo, cargado de expectación, se extendió antes de que, con una tensión apenas perceptible, Giyuu respondiera:

━━Progresan adecuadamente, Sultan Yukio.

Y sin decir más, Giyuu devolvió su atención al plato frente a él, como si la conversación no hubiera perturbado la delicada coreografía del desayuno real. Sin embargo, bajo esa aparente calma, una corriente de incomodidad fluía amenazando con desbordarse.

La tensión, enraizada en lo más profundo, tenía una historia más compleja. Giyuu rememoraba días en los que los encuentros con Yukio no estaban marcados por formalidades matrimoniales, sino por la clandestinidad de un romance secreto. Esa conexión antigua resurgía en cada intercambio, transformando el desayuno en una danza delicada entre recuerdos y realidades no dichas, como las páginas de un antiguo cuento que se despliega entre la porcelana y la plata finamente pulida.

𝐋𝐀𝐙𝐎𝐒 𝐈𝐌𝐏𝐄𝐑𝐈𝐀𝐋𝐄𝐒 「SaneGiyuu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora