Clarke con desconcierto le dio el bollo a Josephine y se encaminó al despacho de Niylah, su presencia ya era perturbadora, pero algo en su fuero interno le encendían las alarmas, algo malo iba a pasarla a ella, paró enfrente de su puerta y ya su cerebro estaba maquinando algo que la ayudase a inclinar la balanza a su favor, para que Niylah no fuese tan dura. Dio unos tímidos golpes con los nudillos en la puerta:
- ADELANTE.
Escuchó detrás de la puerta, el tono de Niylah no era para nada sosegada. Clarke quedó paralizada unos segundos y tragó saliva, pero ¿Qué había pasado? Solo lo descubriría entrando, así pues abrió la puerta y se encontró a Niylah junto a la ventana que se hallaba abierta, pues ésta se encontraba fumando. Green al ver a Clarke, apagó el cigarro en el cenicero que tenía en la parte de fuera de la ventana. Hizo con un gesto con la cabeza para que tomase asiento:
- Buenos días, señora Green.
Dijo Clarke cerrando la puerta tras de si y tomó asiento. Niylah también se sentó en su silla y sin mediar palabra, del primer cajón de su mesa sacó unos documentos y se los entregó a la rubia. Clarke con el ceño fruncido los agarró:
- ¿qué es esto?
Preguntó anonadada cuando se dio cuenta de que era los papeles de su despido ¿Por qué? ¿Qué había hecho mal? había tenido buenas ventas y nunca había tenido ninguna queja por parte de los clientes:
- ¿Y aun tienes la desfachatez de preguntar?
Preguntó molesta Niylah, a ver, descartaba los celos, su relación con Niylah solo había sido laboral y solo sexo, nada romántico, es más, parecía encantada de sacar beneficios de su relación con Lexa. Así pues, Clarke dejó los papeles sobre la mesa y se cruzó de brazos:
- Sí, tengo la desfachatez de preguntar.
Niylah achicó los ojos y emitió un leve gruñido:
- ¿Dónde estuviste este fin de semana? Porque desde ya te digo que aquí no y por tú culpa tuve que venir corriendo a recoger el encargo que tenía.
Clarke abrió la boca anonadada ¿por qué la estaba culpando a ella? cuando no cubría el fin de semana:
- Niylah, este fin de semana le tocaba a Josephine.
- Eso no es lo que pone en el cuadrante.
Respondió arqueando las cejas:
- Ella me dijo que lo cubría y que me hacía el favor de cambiarlo.
Green rio entre dientes:
- No quieras culpar a tu compañera de tú responsabilidad.
Clarke cada vez estaba más atónita:
- No he faltado ni un solo día, ni he hecho uso del privilegio del nuevo horario que me propusiste ¿qué te hace pensar que ahora evado de mi responsabilidad?
- Querida, tienes una novia que puede mantenerte a ti y a otro harem como....
- No me insulte, no soy una mantenida, ni miento cuando te digo que fue Josephine la que se ofreció a cubrir mi turno.
Niylah cerró los ojos y negó con la cabeza:
- En ese caso haber sido más espabilada, haber cambiado tú el cuadrante y haber sido más espabilada.
Clarke dejó escapar una risita nerviosa, porque no podía creerselo:
- Aun sabiendo que no es mi culpa ¿Vas a ser capaz de echarme?
Niylah se quedó mirándola unos segundos completamente seria, pasó de estar cabreada a completamente serena, chasqueó con la lengua y se levantó para acercarse a Clarke y apoyarse en su escritorio:

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El precio del arte.
RomanceLexa Woods es una famosa sopladora de vidrio que tras un trágico accidente decide tomar un tiempo sabático. Lexa G!P