Prólogo

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Cartman se levantó de su asiento con notorio aburrimiento en su rostro. Ir a la universidad no era precisamente algo que disfrutara, mucho menos considerando que la mayoría de la gente prefería no relacionarse con él debido a su carácter problemático, lo que llevaba a que no tiene amigos en su carrera. Solo son gente estúpida que no sabe apreciar a la gente buena, así que realmente no le da mucha importancia a que esos imbéciles no se quieran relacionar con él.

Tenía sus audífonos puestos, tarareando Baby One More Time de Britney Spears, mientras salía. Planeaba ir a comer comida rápida en ese lugar donde Kenny trabajaba, y se estaba dirigiendo hacia allá. Tenía muchas ganas de comerse una hamburguesa esta noche, además de que no había visto a Kenny hace como una semana debido a que sus horarios no congeniaban.

Estudiar en horario nocturno tenía sus desventajas, y una de esas era que salía muy tarde en la noche. Es peligroso pasarse por la calle a estas horas, debido a que la delincuencia se acrecienta... pero por el otro lado podía quedarse durmiendo en su cama hasta la hora que quisiera todos los días (razón por la que tiene este horario).

Esta parecía ser una noche tranquila, y estaba feliz con eso, tarareando "Hit me baby one more time~!". Sabía que su suerte era demasiada para que este día hubiera pasado sin ningún tipo de problemas, y que no podía durar mucho tiempo, pero realmente esperaba que durara más tiempo que esto.

—Carajo, mojé mis zapatos.— Se quejó, sintiendo cómo pisaba algún líquido con molestia. Bajó la mirada, y se encontró con que el líquido que había pisado era de una textura viscosa, y que definitivamente no era agua si el color oscuro que tenía indicaba algo.

No logró identificar enseguida qué era, debido a que la oscuridad de la noche no le permitía ver bien, pero no tardó en sentir como el olor metálico llenaba sus fosas nasales. Era sangre.

—¿Qué mierda...?— Murmuró, confundido, notando cómo había un camino de sangre completo en el piso de la calle. —Mierda, mataron a alguien.— Murmuró, y se quitó los audífonos.

Entonces tuvo que pensar.

Tenía que pasar por donde estaba el camino de sangre si quería llegar a donde Kenny y comer su hamburguesa. No quería ver un cadáver, obviamente, ni encontrarse con un asesino que podría matarlo por ver... pero realmente quería comer su hamburguesa. Y la encrucijada era, ¿Arriesgarse a una posible muerte... o comer una hamburguesa?

La decisión era obvia.

Siguió caminando por el camino de sangre, intentando evitar lo más posible pisar la sangre para no ensuciar sus zapatos. Se iba a comer esa hamburguesa, y no le importaba un estúpido cadáver o un asesino de mierda.

Hasta que le importó.

Si, esto definitivamente fue una pésima idea. Debió haber ido al KFC a tragar pollo en lugar de arriesgarse por una de las hamburguesas de Kenny.

Escuchó sonidos.

Pero no cualquier sonido, era el sonido de algo masticando... realmente esperaba que fuera un perro callejero, y que él mismo fuera un paranoico. No quería lidiar con caníbales hoy.

Y entonces lo vio... un cuerpo a lo lejos encima de otro cuerpo. Por la distancia y la oscuridad no logró identificar ningún rasgo específico más allá de eso.

¿Era muy tarde para devolverse, no? Decidió que no lo era, y a paso delicado y suave comenzó a intentar retirarse...

Pero pisó la sangre, por la misma conmoción de ver a alguien comerse a otra persona, lo cual llamó la atención del caníbal instantáneamente. Levantó la mirada, y lo vio.

—Mierda...— Suspiró, antes de lanzarse a correr. El tipo se levantó, y comenzó a seguirlo, corriendo también. Había una buena distancia entre ambos, por lo que Cartman tenía la ventaja, pero el otro sujeto corría mucho más rápido que él (muy posiblemente por el sobrepeso del propio Cartman, y el hecho de que no había hecho ejercicio nunca en su vida. Maldijo su adicción a la vida sedentaria en este momento).

Y entonces Cartman cayó al suelo, agitado y sudado... finalmente vio bien a la persona que había estado comiéndose a la otra persona. No tardó en reconocerlo.

Kyle Broflovski. El maldito genio de su clase. Era un tipo que siempre alegaba sobre la moralidad y esas cosas que realmente no importan. Se le hacía irónico que el tipo que más hablaba sobre lo bueno y malo fuera el mismo tipo que se estaba comiendo a alguien hace unos segundos. 

Además, no se veía precisamente humano ahora mismo... no. Sus ojos normalmente verdes y furiosos estaban de un color rojo carmín... brillaban, como si se tratara de una estrella. Parecían unos rubíes. Tenía unos colmillos como los de una bestia, como los de los monstruos mitológicos, cubiertos de sangre al igual que la mayor parte de su rostro. Lucía como uno de esos vampiros que tanto abundaban en la literatura.

Quería reírse, llorar, gritar, y burlarse al mismo tiempo. En lugar de eso se lo quedó mirando a los ojos, tan brillantes y atrapantes, con temor puro, y comenzó a rogarle.

—K-Kyle... K-Kyle, y-yo... ¡P-Prometo que no diré nada! ¡No me mates, por favor!— Tenía la sensación de que no serviría de nada el rogar por su vida. —¡Y-Yo! ¡Nadie me creería de igual forma! Y-Ya sabes, todos pensarían que es solo un plan para joderte nuevamente, y--... ¡A-Aleja tus colmillos de mi cuello! N-Ni siquiera te va a gustar mi sangre, ¡T-Te lo prometo! Estoy... estoy obeso, ¡Y mi sangre tiene mucho colesterol, y... ¡Y demasiada grasa! T-Tu no quieres eso, ¿V-Verdad?—

Kyle estaba a nada de clavar aquellos colmillos inhumanamente grandes, cuando por azares del destino se escucharon voces a lo lejos, y sintió que el cuerpo arriba del suyo desaparecía, y comenzaba a correr.

Por el shock se quedó por ahí unos segundos. Unos niños se acercaron con unas linternas, y lo iluminaron. Mierda. Los niños gritaron, y huyeron.

Debería correr, debería huir...

Y en el momento en el que se dieron la vuelta, eso fue exactamente lo que hizo.

Вампир [VAMPIR] KymanWhere stories live. Discover now