1-Dolor

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Alexandra.

Se dice que los primeros amores son los más crueles, que el romance juvenil es algo mágico y lindo que todo adolescente debe vivir, que cada una de las cosas que hacemos  mientras estamos jóvenes hay que vivirlas al máximo pero ¿Que pasa si todo el mundo te traiciona?

¿Que pasa si la persona a la cual le ofreciste todo de ti lo tira por la borda como si lo que pasó no fuese importante?, Bien, eso fue lo que me pasó a mí, soy Alexandra Rayder,tez clara , ojos marrones, cabello del mismos color, rizado, con pocas pecas ,tengo diecisiete años y conocí a un chico el cual me robó más que simples sueños...

Nate Davidson, era físicamente hermoso, cabello liso, negro, alto , tez blanquecina, ojos marrones y labios rosados. Lo conocí cuando tenía
doce y desde entonces estuve enamorada de él, me gustaba todo lo que hacía, la manera en la que jugaba fútbol, la manera en la que me miraba , hablaba y se expresaba, aparentemente me había dado señales de que yo le gustaba, señales las cuales solo veía yo...

Antes de entrar a clases quise decirle todas las cosas que sentía por él, quería decirle que lo quería más de lo que yo podía imaginar, quería decirle que me gustaba cada parte de él ,así que me armé de valor y una tarde después de sus entrenamientos de fútbol me acerqué a él, lo ví directamente a esos hermosos ojos que me volvían loca y le dije:

—Nate...me gustas y de verdad me gustas mucho.

No mostró expresión alguna   lo cual me desconcertó, quería que me dijera algo, que me reprochara, que se enojara, que me gritara, me agobiaba este silencio.

—Alex yo... no estoy listo para una relación ahora, quiero concentrarme en mis estudios y no quiero distraerme, espero lo puedas entender—dijo tranquilo, no parecía enojado.

Sentí mis ojos humedecerse y sin querer seguir viéndolo salí corriendo, choqué con un par de personas pero en ese momento no me importaba.

Llegué a mi casa y subí corriendo a mi habitación, ignoré los gritos furiosos de mi madre , no me importaba, me encerré , me tumbé en la cama y empezé a llorar.

Tal vez si fuera más linda, tal vez si estuviera más delgada, tal vez si mi cabello fuera lacio, tal vez si mi personalidad fuera otra, tal vez y solo talvez Nate se pudo haber fijado en mí.

Mi celular empezó a sonar, no tomé la llamada pero el tono persistía , de mal modo, secando me las lágrimas y relajándome tomé mi celular y vi quien me llamaba, era Nate.

—Alex...¿Cómo estás?—dijo tranquilo.

—Bien, supongo—contesté más tranquila pero mentía ¿Cómo podía estar bien después de eso?

—No quiero que malinterpretes lo de hoy, solo, quiero que comprendas que no estoy preparado para esto, no puedo darte la atención que necesitas, estoy concentrado en el futbol y en mis prácticas, lo lamento—sonaba arrepentido y en estos momentos trataba de comprenderlo.

—Lo entiendo, solo quiero que nada cambie entre nosotros porfavor—le supliqué, me importaba mucho Nate, el era a quién amé por primera vez, mis pensamientos, sueños y todo eso giraban alrededor de él.

—Y así será, lo prometo, otra cosa—hizo una pausa—Tendré que hacer un examen de matemáticas para poder salvar la materia ¿Puedo ir a tu casa a que me ayudes?—preguntó.

—Si, si te ayudaré—le respondí, quería estar a su lado y si no se pudo como su pareja, espero y que sea como su amiga.

—Gracias, la verdad no se que haría sin ti, te veo mañana.

Colgó.

Me sentía estúpida por haberle dicho todo lo que sentia, por haber salido corriendo, por atender esa llamada y por aceptar que viniera a mi casa,pero…¿Qué podía hacer? Lo amaba y quería seguir a su lado aunque eso significara esconder todo lo que sentí por él.

¿Destino O Casualidad?حيث تعيش القصص. اكتشف الآن