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"toda está situación nos supera Coriolanus, ¿No lo ves?"

"Tigris, se acabó, no voy a tolerar que cuestiones mis juegos"

"¿Tus juegos?, por el amor de Panem Coriolanus, ni siquiera has iniciado con tu primera edición" suspiró. "Lo quieras o no meter a animales tan peligrosos en la arena es hacer trampas, no es jugar limpio"

"Esto es un show, a casi nadie le importan esos tributos, si les importaran no apostarían por ellos como simples animales"

"A ti te importaba Lucy Gray y apostabas por si ganaría"

"A mí jamás me importó ese pequeño pájaro cantor"

"Yo no diría lo mismo"

"¡Lucy Gray no significo nada para mí,  Tigris! Era mi única manera de ganar el premio Plinth si no hubiese estado ese premio entre medias a mí me hubiese importado menos que un chicle pegado en el asfalto"

"Eres un arrogante hijo de..."

No se atrevería a decir esa palabra, su tía no tenía culpa de nada y mucho menos era una puta, pegó un grito cogió su bolso y salió de la casa, bajó las escaleras lo más rápido que pudo para salir cuanto antes de aquel edificio del demonio, aquel lugar se había vuelto insoportable, su primo estaba jugando sucio y eso a ella no le gustaba, era un rastrero mentiroso, ella no hubiese imaginado jamás que su primo fuese a ser así, si hacían cuatro años le hubiesen dicho que su primo sería de aquella manera sin duda se habría reído en la cara de la persona que soltó aquel comentario sobre su primo, tan solo le encantaría saber el factor que había desatado toda esa maldad dentro de él, ¿Habría sido Lucy Gray? ¿Qué pasó en el distrito 12? ¿Tal vez había sido la muerte de Sejanus? No... Tenía que intentar convencer a su primo de que aquello no era lo correcto, pero era un Snow, y se le había metido en la cabeza que aquello lo iba a hacer y nadie se lo sacaría entonces, comenzó a caminar sin rumbo alguno, no sabía que hacer, no sabía a dónde ir, se fijó en la gente y en lo montona que era, aquello parecía más bien un desfile de almas sin pena que vagaban sin rumbo por las calles de Panem en buscar de resolver sus asuntos.

Panem si se veía desde unos ojos ajenos era gris, no tenía ni una pizca de color, parecía una cárcel, y lo peor es que ella vivía allí, rodeada de todas aquellas almas en pena que solo sonreían en un acto tan atroz como lo eran aquellos juegos.

Se paraba a reflexionar y pensaba que los juegos del hambre tal vez no eran lo correcto, había otras formas de mantener la memoria de lo que había ocurrido años atrás y aquella no era la manera, mientras ellos vivían allí, atrapados en ese mundo en el que todos comían hasta rebosar y tenían todos los lujos que pudiesen imaginar al igual que todas esas comodidades había gente muriendo para entretenerlos, gente que lo pasaba mal desde el minuto uno en el que abrían los ojos, se sentía afortunada de tener todo lo que tenía pero también se ponía en la piel de la gente de los distritos y se imaginaba lo dura que tenía que ser su vida, su mayor problema era que se pondría al día siguiente mientras que a horas de allí había niños que no sabía si tendrían comida para el día siguiente y si eso no era ya demasiado tenía que imaginar lo duro que sería para ellos, la ansiedad que les crearía el hecho de saber que a partir de los doce serían enviados a una muerte casi segura en el Capitolio, y lo peor de todo aquello es que no podía hacer absolutamente nada, ella era un escupitajo en el suelo al lado de su primo y eso que era reconocida por su trabajo y ama por otros tantos, y aquello le creaba mucha impotencia.

Tomó aire y retomó su camino, iría al cementerio y visitaría la tumba de sus familiares, a veces pensaba que si su tía aún siguiese viviendo su primo no seguiría el mismo camino, no... definitivamente no lo haría, ella jamás le dejaría convertirse en el reflejo de su marido, jamás en la vida.

Can't catch me now ||Snowbaird||Where stories live. Discover now