Capítulo 26

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Narra la escritora:

Kotaro había quedado sorprendido al escuchar esas palabras de aquel señor, ¿Que hacía su papá ahí?, ¿Donde estaba cuando lo encontraron en la basura?, ¿Por que no lo había buscado todos estos años?.

—No, usted no puede ser mi papá. Y si es así, ¿Por que me abandonaste? —Dijo el Rubió mientras lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

—Porque tu mamá nunca me hizo saber que estaba embarazada. Y cuando la busque ya tenía otra familia y dijo que no te quería a ti... Por ser de mi sangre... —Las palabras del señor eran una mentira total.

Una noche de fiesta conocio a una linda rubia, con la que tuvo una noche de sexo y dejó embarazada. Cuando apenas nació Kotaro, ordenó matar a su mamá. Después de 4 meses viviendo con el, decidió abandonarlo por lo demandante que era tener un bebé.

Pero ahora había vuelto... Porque él tenía lo que más quería, el hijo de Megamo Saikou. Debido a que la empresa Saikou tenía mucho poder, pude derrotar fácilmente a la empresa de su hermano, dejándola sin dinero y sin trabajadores.

Y el dijo que los Saikou la pagarían muy caro. Por lo que había mandado a secuestrar al hijo de Megamo Saikou. Pero salió mal, y ahora buscaría a su hijo solo por aquel beneficio.

Que... —Kotaro parecía sorprendido por las palabras del señor. Pero el era muy feliz en donde estaba, con Shin y Umeji—Pero yo no voy a irme... Pudiste buscarme todos estos años pero ahora, ¡Ahora no eres nadie para mi!.

Habían tocado la puerta en mal momento. Shin fue a abrir la puerta encontrándose con Umeji, el cual venía cansado del trabajo y se le habían olvidado sus llaves. Al entrar, se encontró con el papá de Kotaro.

—¡Usted que hace aquí! —Días antes, el señor apareció en la empresa donde trabaja Umeji, ofreciéndole una gran suma de dinero a cambio de Kotaro—¡No tiene nada que hacer aquí! —Umeji en un acto inconsciente empezó a jalar a aquel señor, el cual al ver que nadie iba a ceder a lo que el quería, se encabrono.

Se soltó de Umeji para agarrar a Ash por el cuello, y con una pistola que tenía escondida en su traje, apuntó a su cabeza.

El corazón de Ash latía con fuerza y empezó a temblar, tenía miedo. Aquel señor fue poco a poco afuera de la casa. Todos estaban asustados por la terrible escena.

—¡Salgan todos!, ¡Que salgan! —Al decir eso todos los presentes salieron afuera.

Ash estaba a punto de llorar del miedo. No quería morir, y Kotaro estaba igual, no iba a permitir que nadie lastimara a Ash. Así que haría lo que debía hacer.

—¿Que tengo que hacer para que lo dejes? —Dijo Kotaro. El señor lo pensó un poco, todo era un plan para hacer sufrir a los Saikou, pero, recuperaría a su hijo.

—Entra al auto—Dijo mientras mantenía su postura firme.

Kotaro fue caminando en dirección al auto del señor. El cual vigilaba cada uno de sus movimientos, así que aflojó el agarre que tenía en Ash.

Hasta que en un rápido movimiento Kotaro intento quitarle la pistola que tenía en manos.

Ambos estaban forcejeando para lograr un objetivo, el señor había soltado a Ash. El cual salió corriendo hasta donde estaban Shin y Umeji. En la pelea de esos dos.

Se escuchó un disparo y un grito desgarrador.

Aquel hombre le había disparado en la pierna a Kotaro. Este soltó un grito desgarrador y cayó al piso, Ash enseguida se puso al lado de el. La pierna de Kotaro sangraba mucho, y el dolor que sentía era insoportable.

Pero aún así, se levantó con todo su esfuerzo.

—¡Si quieres matar a alguien!, ¡Matame a mi! —Dijo mientras intentaba mantenerse de pies.

—Si así lo quieres, ¡entonces tu pagarás por toda tu cochina familia!—El señor apuntó.

Pero antes de poder disparar unas sirenas sonaron a lo lejos.

—¡Maldita sea! —Dijo mientras se subía a su auto e intentaba empezar a conducir.

—¡Para! —Kotaro con esfuerzo se acercó al auto y abrió la puerta del conductor.

Intentó pelear con el señor, pero el cargaba un arma. La cual utilizó como ladrillo dándole uno que otro golpe a Kotaro. Hasta que las sirenas sonaron alrededor del lugar.

—¡Salga del auto y suelte el arma! —Kotaro se separó del auto y empezó a caminar con más dificultad hacía su familia.

Su sobreesfuerzo lo estaba matando. Estaba perdiendo mucha sangre, sudaba frío y su vista se tornaba borrosa. Y ante los ojos de los presentes, cayó al piso.

—¡KOTARO! —La voz desesperada de Ash fue lo único que escuchó y se desmayó.

Ash lo tomó entre sus manos y empezó a llorar. El amor de su vida estaba muriendo y el solo sabia llorar, Umeji reaccionó rápido y buscó su auto para llevarlo rápido al hospital.

Cuando salió del garaje, todos se subieron al auto, y como un loco Umeji empezó a conducir en camino al hospital.

En todo el camino Ash solo sabia tocar la cara de Kotaro y darle leves cachetadas para ver si despertaba.

—Despierta... Por favor, abre los ojos. Despierta... —Era todo lo que decía mientras las incontrolables lágrimas salían de sus ojos.

Al llegar al hospital pidieron rápido a un doctor, pusieron a Kotaro en una camilla y fue llevado a emergencias. Todos tuvieron que quedarse en la Sala de espera, pero era un martirio que pasarán las horas sin saber de Kotaro.

El corazón de Ash se rompía en pedazos al pensar que tal vez su amado no podía estar vivo. Pero no perdía las esperanzas de que le dijeran que Kotaro estaba bien.

Después de más de 4 horas de espera, salió el doctor que se había encargado de Kotaro.

—¿Familiares de Kotaro Higaku?—Umeji contesto con un "Somos nosotros", y el doctor los miro con tristeza.

—El Estado del chico es delicado. Hizo un sobreesfuerzo muy grande, y perdió mucha sangre. Ahora pueden verlo, pero déjenme decirles que esta en coma. Además de que le haremos pruebas a ustedes para ver si son compatibles para donarle sangre.

~ 𝔼𝕟𝕒𝕞𝕠́𝕣𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝕞𝕚 ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora