Magic Sekai ★

Un secreto que nunca voy a poder contar

Akito miró a Toya perplejo, su mente estaba procesando lo que acababa de decir. Mizuki frunció el ceño y agarró la manga de Akito, no quería que Toya se lo quedara, no todavía.

"Espera por lo menos que terminemos la misión, luego será todo tuyo." Mizuki intentó hacer un trato con Toya, quien les estaba mirando con sus ojos oscuros. Akito intentó soltarse de ambos agarres nerviosamente, se sentía un poco usado.

"Como sea mentira te ejecutaré." Toya soltó a Akito de un empujón, sintiéndose frustrado por no poder tener a ese chico guapo todavía. Mizuki suspiró aliviada y le dió unas palmaditas en la espalda al chico de pecas.

"Bueno, cuando terminemos te traeré con tu nuevo amor." Mizuki agarró a Akito de la capa y lo arrastró fuera del cuarto.

"¿Por qué no cogemos al príncipe y nos vamos corriendo?" Dijo Akito, un poco irritado. Siempre le pasa a él todo, que mala suerte. Mizuki negó con la cabeza y continuaron andando por el palacio de la oscuridad, esperando poder encontrar al príncipe pronto. Lo que no sabían es que estaban en contrarreloj, porque el príncipe estaba perdiendo su aura. Continuaron andando por esos pasillos oscuros y siniestros, buscando alguna pista del príncipe o del secuestrador.

"Shh..." Akito se paró en seco, había escuchado algo, pero no estaba seguro. Mizuki se quedó en silencio y lo miró. Se escuchaban pasos, acercándose a ellos. Akito cogió a Mizuki de la manga y se metieron en un armario que había en un cuarto.

"Aquí no nos encontrarán...creo." Akito suspiró y agarró su espada firmemente, escuchando a ver si se acercaban los pasos o no. Mizuki sonrió y miró al suelo, estaba asustada, pero no quería admitirlo. La verdad es que no quería morir, al menos, no ahora. Todavía no le había contado su secreto a Ena, tenía que hacerlo, pero si moría, nunca se lo podría decir.

"Akito, ¿crees que tu hermana querría ir a una cita conmigo?" Mizuki miró a Akito, sus ojos un poco oscuros. Akito suspiró y soltó una pequeña risa antes de asentir.

"Pues claro, ella siempre habla de tí. Aparte, eres bastante positiva y amable, ¿Quién no querría?" Akito descansó su mano en la cabeza de Mizuki, un gesto de amistad y de apoyo, intentando relajar el ambiente. Mizuki sonrió, pero seguía con miedo.

"Es que todavía no le he contado un secreto... No quiero morir sin decírselo.." Mizuki se apoyó contra la pared, mirando discretamente a su pecho plano. Akito la miró confundido, pero decidió que era mejor no preguntar al respecto. Se quedaron en un silencio cómodo, esperando a que los pasos desaparecieran.

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Tsukasa estaba mirando por la ventana al bosque mágico, sus ojos tenían menos brillo y su aura estaba desapareciendo poco a poco. Él sabía lo que había pasado, sabía que Saki había muerto, pero no podía llorar. Sus lágrimas eran especiales, llorar lo hacía débil y aumentaba la velocidad de desaparición del aura, no podía arriesgarse. Tosió un poco y se apartó de la ventana, sólo para chocarse sin querer con Rui.

"¿Qué mierda te pasa? Estás tosiendo todo el rato." Rui agarró a Tsukasa de la muñeca bruscamente y miro a su ropa, que estaba llena de purpurina y pequeñas estrellitas levemente manchadas en sangre. Rui frunció en ceño, notando que el aura del príncipe era menor.

"No es nada, habré cogido frío o algo.." Tsukasa se apartó un poco y se sentó en la cama, mirando a Rui con sus ojos estrellados. Rui tomó la mano del príncipe, mirándole fijamente. Las mejillas pecosas de Tsukasa se volvieron de un tono levemente rojizo mientras que miraba a sus manos. Sus auras se fusionaron un poco, formando una noche estrellada alrededor de ellos. Rui miró a los lados asombrado, no había visto esto en su libro de auras.