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El timbre de su casa sonó dos veces indicando de que su cita ya había llegado.

Jimin le pidió a tae de abrirle la puerta así el termina de arreglarse, cosa que no le hacía falta pero como es un obsesionado con verse bien necesitaba un poco más de tiempo para estar convencido de que su pelo estuviera bien.

Taehyung no Reprocho ya que conocía a su amigo a la perfección así que le hizo el favor de abrirle la puerta a Jungkook.

– Jimin hol...

Sus palabras fueron cortadas al no ver a Jimin y en su lugar ver a Taehyung con cara de pocos amigos.

– Hola tae, pensé que eras Jimin perdón.

– Todavía no esta listo, pasa- abrió más la puerta indicándole que entrará

Jungkook asintió y dio paso hacia el living sentándose en uno de los sillones apretando los labios al sentir la mirada penetrante de Taehyung generando  un silencio incómodo en el lugar.

El peli negro no sabia cuanto era el tiempo en que Taehyung se comporte así con él, pero quería que termine ya, no puede soportar ver y sentir rechazo por parte de su amigo quería que vuelva a aparecer así de la nada en su casa o que hablen de cosas boludas como siempre lo hacían.

Se equivoco en algo muy grande y ahora está tratando de arreglarlo, sabe que la cago muy grande al lastimar a Jimin sabiendo como es Tae con el rubio pero ya todos estaban bien y felices, menos el castaño que parecía que iba a ir atrás de ellos con un patrullero para vigilar que es lo que iban a hacer, mejor dicho, que iba a hacerle a Jimin.

Por suerte escucho como alguien bajaba de la escalera y ahí lo vio a él, hermoso como siempre, ante sus ojos siempre fue un chico con una belleza de otro mundo, su cara, su piel, sus ojos, su pelo, su cuerpo, todo era perfecto sin que hubiera ni un mínimo defecto en Park Jimin y si la había para él era perfecto igual.

– Hola jungkookie.

Saludo el rubio acercándose al más alto con una sonrisa.

– Hola jimin.

Saludo casi hipnotizado gracias a aquella sonrisa que le brindo el más bajo, se paro y extendió si brazo dándole otro hermoso ramo de flores.

– Son rosas blancas, simboliza pureza e inocencia- empezó a explicar mientras jimin las olía- Son como las rosas rojas el cual dan el significado del amor pero las parejas se dan estas rosas cuando muestran que esperan construir un futuro común y sostenible.

– Oh kookie son hermosas- se acercó a él y le dio un beso en el cachete dejando una marca de sus labios gracias al brillo que tenía puesto- Gracias.

Taehyung rueda los ojos.

– Se re nota que lo sacaste de Google.

Interrumpió el castaño rompiéndo aquel ambiente romántico.

– No me importa, el detalle es hermoso igual.

El rubio le contesto a su amigo sin dejar de mirar a Jungkook y sin de dejar de sonreír.

– Ah y después las voy a poner junto a las que me diste esta mañana- Esta vez le había hablado al más alto.

– Vamos?

Preguntó Jeon mientras posaba una de sus manos en la espalda de Park.

– Vamos.

Ambos empezaron a caminar a la salida sin antes de despedir a Tae.

Jeon se apresuró para poder abrirle la puerta de su auto a Jimin este agradeció y se sentó abrochado el cinturón de seguridad, vio como Jungkook daba la vuelta para poder subirse al volante y arranco para poder ir al fin a su cita.

– Querés escuchar música?

Pregunto prendiendo la pantalla del auto.

– Mmh si.

Contesto para sacar su celular y abrir Spotify.

– Que querés escuchar?- pregunto el rubio.

– Lo que a vos más te guste esta bien para mi- Le contesto sonriendo pero sin dejar de mirar al frente.

– Me parece que rock nacional no estaría nada mal- Propuso buscando el género.

– Enserió te gusta el rock nacional?- Pregunto Jeon en un tono juguetón.

– Me encanta.

– Naa, cásate conmigo entonces.

Ambos rieron al recordar aquella charla que tuvieron cuando Jimin se subió al auto de Jeon por primera vez, aunque querían dejar el pasado... Algunas cosas quedaban marcadas y esos momentos lindos que pasaron juntos no se lo iban a olvidar, eso es más que seguro que no, ya que fue parte de su vida y de ahora en adelante van a generar más recuerdos y momentos lindos inolvidables.

Jungkook manejaba hacia el centro de la ciudad mientras ambos charlaban de vez en cuando de cosas triviales.

Jimin miraba las luces de la ciudad iluminado la noche y el como las personas iban y venían, charlaban y reían de cosas que le pasaron o de que se enteraron. Cada noche antes de dormir siempre se quedaba pensando en cómo hay millones de personas con distintas historias de vida, costumbres eh idiomas.

Es loco si se pone a pensar, cuando caminaba por la calle y pasaba al lado de personas contando algo malo o bueno se le pasaba por la mente como fue que paso esos hechos.

De cómo es que él no es el único ni el último que sufre o que ríe de la vida misma,sabe que hay que disfrutarla cada segundo y eso siempre trato de hacer a pesar de los malos momentos.

Como justo ahora.

– Jimin?

Escucho aquella voz que le hacía dar una sonrisa automática, dejo de mirar hacia la ventana y le presto atención a aquel chico que ahora se dedicaba a memorizar los significados de las flores que le daba.

– Llegamos.

Le dijo y vio como el auto ya estaba estacionado.

– Perdón me distraje un poco- Se disculpo el rubio.

– Lo note- sonrió el peli negro- Pero no importa ahora vamos a comer.

La pareja bajo del auto y empezaron a caminar mezclándose con la gente, Jeon cedió su brazo para que Jimin lo tomara, un gesto caballeroso.

– A donde vamos??- Preguntó el rubio viendo los varios restaurantes que había en la calle.

– Vamos a cenar acá.

Se detuvieron frente al restaurante viendo aquel cartel rojo que indicaba el nombre del lugar.

– La Grillia- Leyó Jimin en voz alta.

– Si, un restaurante Italiano bastante lindo.

– Ya habías venido?- pregunto mirando a Jeon.

– No pero las reseñas decían que era lindo- Dijo y ambos rieron.

Y sin más que decir entraron al restaurante donde unas escaleras rojas los guió hacia el salón donde ya la gente estaba sentada esperando sus órdenes.






💕

Amantes °kookmın°Where stories live. Discover now