Extra

235 29 1
                                    

La pequeña familia caminaba en un cómodo y confortante silencio a su casa. Algunos vecinos, que seguían en el patio de sus casas, se acercaban a elogiar el disfraz del niño, que aún sacaba humo por el hechizo que Regulus había puesto.

-Gracias señor William. -Respondió Harry al viejo, el señor William era un pobre viejito que vivía aún lado de ellos. Y fue el último vecino que aún estaba afuera.

James y Regulus estaban orgullosos de su hijo, que se comportaba con mucha educación y simpatía con los vecinos, incluso ahora que estaba medio dormido en los brazos de su padre.

Llegaron a su casa y antes de entrar lanzaron un hechizo silencioso, para que ningún curioso los viera. La casa estaba protegida por varios encantamientos para evitar que los mortífagos los encontraran. Eran tiempos oscuros para el mundo mágico, ya que Lord Voldemort y sus seguidores estaban causando estragos y buscándolos. James, por su trabajo de auror sabía que era recomendable vivir cerca de muggles para estar un poco desaparecidos.

Entraron en su casa y se quitaron los disfraces. Harry, quien por obra de magia habia recuperado su energia corria de aqui para allá mostró a sus padres todos los dulces que había conseguido y comiendo un par de ellos con permiso de sus padres. Luego de un rato, Harry se lavó los dientes y se puso el pijama.

James y Regulus lo llevaron a su habitación y lo acostaron en su cama.

-Buenas noches, pequeño. -Dijieron James y Regulus al úniso.

-Buenas noches, los quiero mucho.

Se acercaron a la cama del niño, uno en cada lado y se abrazaron, Harry les devolvió el abrazo y sus padres le dieronun beso en la frente. Poco tiempo pasó para que el niño se quedara profundamente dormido, con una sonrisa en su rostro.

James y Regulus salieron de la habitación y se dirigieron a la suya entre besos y caricias. Estaban cansados, pero contentos de haber pasado una noche divertida y tranquila con su hijo. Se acostaron en su cama y se abrazaron, sintiendo el calor y el amor del otro. Regulus estaba tan feliz de volver a la normalidad, al calor de James después de tanto tiempo.

Estaban a punto de quedarse dormidos, cuando oyeron un estruendo en la puerta principal. Se levantaron de un salto, edtaban asustados, pero sabian bien de quien podria tratarse. Tomaron sus varitas de la mesita de noche, algo malo estaba pasando, pero darían todo para proteger a Harry.

Antes de bajar, Regulus corrió a la habitación de Harry para lanzar algunos hechizos, lo último que quería era que el niño saliera de su habitación.

-Nos veremos en un rato, mi amor.

Bajaron las escaleras y se encontraron con su peor pesadilla: Voldemort había entrado en su casa, rompiendo los encantamientos. Estaba acompañado por varios mortífagos, que apuntaban con sus varitas a ellos. Voldemort los vio y sonrió con malicia.

Las varitas de los mortífagos se fueron bajando lentamente, quedando solo la de Voldemort, quien los miraba atento.

- Al fin los he encontrado -dijo, con una voz fría y cruel. -Son muy difíciles de encontrar, eh.

- ¿Qué quieres de nosotros? -preguntó James, poniéndose delante de Regulus para protegerlo.

- Quiero al niño, el niño que sale en la profecía.

- No te lo daremos, Harry es nuestro hijo. -dijo Regulus, poniéndose al lado de James.

- No tienen opción -dijo Voldemort, riendo maliciosamente. - O me dan al niño o mueren.

-Creo que ya te dijo mi esposo que no te daremos a Harry. -Respondió James tomando la mano de Regulus.

-Me dan asco.

Sin más palabras, Voldemort les dio una mirada de asco y lanzó un hechizo asesino contra ellos, los golpeo justo en el pecho. James y Regulus cayeron al suelo, sin vida, con sus manos juntas sin romper su unión. Voldemort se acercó a ellos y los miró con desprecio.

- Patéticos traidores a la sangre, dos ridículos enamorados no pueden contra el mago más tenebroso de todos los tiempos. -dijo, escupiendo sobre sus cuerpos antes de subir las escaleras.

Se dirigió a la habitación de Harry, dispuesto a acabar con su vida. Entró y vio al niño dormido, ajeno al peligro. Levantó su varita y pronunció las palabras fatales:

-¡ Avada Kedavra! -Gritó sin compasión al pobre chiquillo que dormía con una sonrisa en su rostro, ajeno al peligro que tenía cerca de el.

Un rayo verde salió de su varita y se dirigió al niño. Sin embargo, algo extraño ocurrió. El rayo rebotó en la frente de Harry, dejando una cicatriz en forma de rayo, y volvió a Voldemort, que gritó de dolor y horror. Su cuerpo se desintegró y su alma se fragmentó, dejando solo su varita y su capa como prueba de su maldad.

Harry se despertó por el ruido, alcanzando a ver un poco de Lord Voldemort. Lloró, asustado y confundido, llamando a sus padres. Pero nadie llego a consolarlo. Solo el silencio y la oscuridad lo rodeaban. Abrazo su peluche esperando que su papá Reggie llegara a calmarlo y a que su papá James le abrazara.

-¡Papás! -La voz del niño estaba quebrada de tanto gritar por sus padres. Tenía miedo, como si viviera dentro de una pesadilla, no era capaz de salir de su habitación a buscar a sus padres; algo dentro del pequeño niño decía que era mejor quedarse ahí adentro y esperar. Esperar a que todo volviera a la normalidad.

Así fue como Harry Potter se convirtió en el niño que vivió, el único que había sobrevivido a la maldición asesina de Lord Voldemort. Y así fue como perdió a sus padres.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 11, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Another Chance | JegulusWhere stories live. Discover now