TREINTA Y UNO

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BaekHyun golpeó con una bolsa de guisantes congelados la herida en la nariz de WooMin, este se quejó maldiciendo, Jae cubrió sus oídos con sus manos, su papá Chan ya le había dicho que maldecir era malo.

-¡Me duele, tarado!-

-¡Ya lo sé!- Dijo BaekHyun -Y bien merecido lo tienes, además que delicado, solo aguantaste dos golpes-

-¡No estaba preparado! Claro que me iba a ganar-

-A las peleas no se llega preparado- WooMin maldijo, sosteniendo la bolsa de guisantes contra su cara, mientras BaekHyun terminaba de desayunar junto a su hermano y su familia, en el comedor de la casa familiar. -Vaya princesa, regaña y reta a Jae pero cuando viene alguien de su tamaño, en dos ya esté en el suelo-

-¡Que ya te calles!- BaekHyun suprimió su sonrisa, la verdad si estaba feliz que le hubiera pasado eso a WooMin, casi quiso soltar una carcajada cuando lo vio con toda la nariz hinchada, mientras que Chanyeol solo tenía hinchado el labio inferior. -Deja que lo vea de nuevo, no la va a ver ir.-

-Vete a llorar a otro lado, WooMin- le dijo Baekbeom -Fue una pelea justa- su esposa le pellizco la pierna -¡Lo fue!-

Su padre apareció en la puerta bastante tranquila, de hecho se sorprendió por verlo ahí, pero no dijo nada hasta que se sentó a la cabeza de la mesa.

-Me alegra que estés aquí, BaekHyun- dijo su padre y a todos les pareció raro que dijera eso sin un insulto en medio.

-Gracias, creí que lo del desayuno familiar cada fin de semana, no era tan estúpido como pensé- dijo BaekHyun en voz alta, esperando que su padre le gritará, pero esté solo se servía un montón de fruta de un tazón enfrente de él.

-La familia es importante- dijo el hombre -No importa que tan mala sea- BaekHyun sonrió pensando que el regaño vendría después, pero el hombre miró a Jae, quién batallaba por comerse el último trocito de tocino que le quedaba en el plato y se resbalaba de su tenedor infantil, revolvió su cabello y el pequeño le sonrió. -Es importante formar una, de la manera que sea, un perro, un hijo, dos hijos, ningún hijo, pero no hay que quedarse solo-

-¿Te sientes mal, papá?- preguntó Beom mirando a su padre, quién sonreía enternecido por Jae.

-Sí, de hecho sí, conocí a alguien agradable hace poco- miro a BaekHyun con una leve sonrisa -Alguien realmente genial, autentico, no era de mi agrado pero era porque no lo conocía, era lo que llaman, alguien con corazón de oro, demasiado para ser tan joven-

-Ok, vamos al hospital- Beom se levantó de su silla y su padre lo miro de mala gana.

-¿Tu padre no puede cambiar de opinión?- El hombre suspiró, mirando a su hijo menor -Creo que mereces una disculpa-

-¿Yo?- BaekHyun se señaló incrédulo -¿Por qué?-

-Yo solo quería que su vida fuera más sencilla que la mía. Si te sentiste ofendido me disculpo, no es mi intención y nunca ha sido, pero es la realidad, trate de que fuera más fácil para ti, pero termino complicándose todo ¿Verdad?- su padre talló su rostro -Siento que la vida pasa por delante mío como un tren, un tren en el que no hay espacio para mí. Y me toca quedarme en la estación, esperando... solo, pero no quiero eso para ustedes, nunca para ustedes. Debí ser más comprensivo. A veces me esfuerzo tanto en no arruinarlo y termino haciéndolo más.-

-Papá, está bien- BaekHyun lo tomó su mano, tratando de sonreírle. -No es importante, ¿Esto es por la pelea de esos dos? WooMin perdió, está bien- Min rodó los ojos.

-Lo digo de verdad, a veces no mido mis palabras y termino lastimando a la gente, gente especial y que realmente quiero en mi vida. Así que, espero que no sea tarde, pero puedes volver a tu antigua vida si eso quieres-

Así empezó todoWhere stories live. Discover now