Un Nosotros de Tres

1953

ADVERTENCIA:  Este capítulo contiene escenas de violencia.  Únicamente público adulto. 

Una hermosa dama de mediana edad, vestida elegantemente de azul marino, con rizos dorados recogidos en un peinado alto tocado por un sombrerito muy de moda, leía tranquilamente un libro en una mesita de cafetería pegada a la ventana, en una transitada calle de Dublín. La luz de la tarde iluminaba la estampa dándole un aire de novela histórica.

Un gallardo caballero vestido elegantemente con un traje gris oscuro de tres piezas, de cabellos castaños y cortos ya canados en las sienes, entra en la cafetería y se queda sin aliento al ver a la dama. Sus oscuros ojos azules se iluminan ante la visión y se acerca rápidamente hacia ella.

- Señorita, buenas tardes - Le dijo galantemente - Me permite acompañarla, o su esposo está por llegar.

Ella sonríe con la misma risa fresca de cuando tenía 15 años y lo mira con picardía.

- Puede tomar asiento caballero, no tengo esposo. Estoy sola acá, intentando leer algo edificante.

- !Pero que tontos los hombres que dejan escapar una joya como usted!

- No es culpa de ellos, caballeros. Soy yo la que prefiere amor a compromiso social.

- Apruebo su elección señorita y si me permite, yo puedo darle mucho de lo que busca. - Dijo él tomando su mano y depositando en ella un beso y una mirada ardiente.

- !Ya lo creo! - dijo ella con una mirada pícara.

- ¿Sabes que me encantan las arruguitas que le salen a tus ojos cuando me ves así? !Son muy sexis!

- !Que bueno que te gustan!, porque en unos años habrá más arrugas que pecas - Dijo ella soltando la risa.

- !Todo lo que sea tuyo me encantará siempre!

- !Ya, deja adulador!, mejor cuéntame cómo te fue. ¿Ya todo está firmado?

- Si, ya estás liquidadas las propiedades de mi padre en Dublín. Ya está depositado en la cuenta de Julieta

- ¡Has sido muy generoso con ella!

Él arqueo un ceja en un gesto típico de sorpresa.

- ¿Generoso? Es mi hija, mi primogénita. A ella le corresponde.

- Y con eso te has saltado como 4 tradiciones familiares.

- Era necesario. Y sé que le dará buen uso. Es tan inteligente y tan sagaz en todo lo que hace! Al contrario que Ely... Tan bien que había hecho las cosas haciéndose cargo del Consorcio y demuestra tan poca cabeza escogiendo ese marido.... !El hijo de Cornwell! Igual de elegante que él! ¡Raya en el límite de mi tolerancia!

- Es un buen chico y ella lo quiere. Eso es lo importante.

- Supongo que sí. ¿Sabes? De todos mis hijos, ella es la que menos me preocupa. Es totalmente capaz de abrirse paso por la vida ella sola, incluso a pesar de ese marido que se buscó.... pero Julieta, necesita tanta afirmación, es tan dependiente de sentirse aceptada... se parece tanto a su madre....

- Pero su madre supo encontrar por ella misma un camino digno, lo que dice mucho de su carácter.

- Si, tienes razón... Y bueno, Karla tampoco me preocupa, ha encontrado su lugar en el Hogar de Pony, al lado de un buen hombre.

- Así es, la criamos bien.

- Pero Richard y Edward... son otra cosa.

- ¿Qué con ellos?