Sergio carcajeo penosamente viendo al pequeño niño no despegarse de él, no era molesto pero le sorprendía que no quisiera despegarse de él

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Sergio carcajeo penosamente viendo al pequeño niño no despegarse de él, no era molesto pero le sorprendía que no quisiera despegarse de él. Supuso que era una reacción normal de un niño de 7 años u 8.

Max tenía su rostro arecostado en el vientre de Sergio, se sentía tan tranquilo con ese abrazo, tan relajante que no quería irse si Checo no estaba a su lado, lo quería para él, solo para él. Para él solo.

Antonio llegó con los dos almuerzos en sus manos, y unos jugos. Había una enorme fila donde estaba casi todo el personal del Paddock, la espera fue estresante porque hacía mucho calor, y estar en medio de esa multitud hacía que se sienta como si estuviera dentro de un horno.

El almuerzo era uno que pueda saciar a dos seres humanos, Antonio llegó al Paddock viendo la escena del pequeño Max abrazando al nuevo piloto de Telmex. Sintió ternura pero no tanta al ver donde el pequeño niño tenía sus manos, que podría esperarse de ese diablillo.

El rubio observó a Antonio con los dol almuerzos, aún así, lo miró de mala manera, y el Español no podía dar alguna objeción del comportamiento del pequeño Maxie, porque era el hijo del dueño del Karting, es decir, era hijo de Jos Verstappen, ex piloto.

Checo vió la sombra de una persona en el suelo, volteó a ver notando que Antonio ya había llegado con los almuerzos, tenía mucha ambre y su estómago rugía.

-- Antonio, veo que has llegado
Obstuvo Checo mientras veía con deseo la comida que sostenia el Español en sus manos firmes.

Antonio se apresuró a responder la exclamación del pecoso
-- Si.. esque, tío la fila era larga.
Explicó con seguridad y con exaltación, estaba algo sudoroso, unas escasas gotas de sudor que rodaban por su frente, mientras se venteaba con una de sus manos dejando el almuerzo en una mesita acompañado de los jugos.
--I see you already met... little Max.
Dijo acercandose y recargando las palmas de sus manos en sus rodillas, agachandose para estar a la altura del "Pequeño Max".

Verstappen volteó a verlo frunciendo el ceño, había entendido perfectamente lo que Antonio había dicho. " Veo que ya conociste al pequeño Max " el niño rubio se había ofendido por el comentario del mecánico. Pero aún así no soltó a Sergio y esto no molestaba en nada al latino.

-- I'm not small, and my
name is Max Verstappen!.
Obstuvo el joven rubio sin despegarse del pecoso, tenía que aparentar ser un hombre muy valiente y refinado para gustarle al Mexicano al cuál estaba hablando.

El comentario del Español no fue adecuado en ese momento para Max Emilian, Antonio ya esperaba una respuesta como esa, ya había sido espectador de esas reacciones del rubio, y de muchas más.

Sergio vió la reacción enojada el pequeño niño, la cual le sorprendió, lo quedó viendo unos momentos pero bueno, era un niño, había que dejarlo ser. Checo volteó a ver a Antonio.

-- Ah éste crío lo castigan mál
Admitió el español con una sonrisa, pero cuando oyó otra voz que no era de él sintió como su corazón se paralizaba.

-- Dijiste algo, Antonio
Preguntó Jos Verstappen, padre de Max. El pequeño rubio al escuchar la voz de su padre, se sintió en una situación atrapada.

Antonio tragó gruezo y sudo frío al escuchar la voz del dueño del Karting.
Se volteó rápidamente, con los ojos habiertos como platos.

Sergio se inclinó un poco para ver de quién se trataba y vio a un señor rubio ojos azules, y supuso que era el padre del pequeño niño que estaba abrazandolo en ese momento.
Max escuchó la voz de su padre, no se inmutó en lo absoluto y siguió abrazando a Checo como un koala abrazando un arbol. Antonio temblo de forma minima.

--Estás subestimando de la forma en que castigo a mí hijo?
Preguntó con una voz gruesa y demandante que no daba una buena vibra a las instalaciones de Telmex.

Antonio sonrió nerviosamente con su camiseta polo con un logotipo de la marca. Empezó a sudar levemente, no respondió, bajo su rostro levemente y desvió la mirada sin desafiar a Jos.

Pero el que no sabía que ese señor rubio de ojos azules era el dueño de los Karting era Sergio.
El Mexicano miró la situación extrañado, Antonio no había dicho una barbaridad completa como para que ese señor empieze a habalrle con ese tono.

-- Max, laten we gaan.
Laat die jongen nu los.
Ordenó Jos a su hijo, viendo a quién estaba abrazando, se notaba que el joven pecoso era un Mexicano debido a sus rasgos faciales.

El pequeño Max suspiró pero no soltó a Sergio, volteó a ver a su padre quien lo estaba esperando de brazos cruzados en la entrada del portón. Antonio le dió una mirada a Checo, que mas bién decia que soltara al pequeño niño, pero el Mexicano no lo estaba abrazando, era el mini Verstappen.

-- Ik wil het naar hem toe brengen
( Quiero llevarlo a él )
Respondió el pequeño niño rubio, Sergio no entendían lo que estaban hablando, parecía ser Neerlandés, pero no entendía para nada el idioma, mucho menos Antonio.

Jos frunció el ceño, no entendía del por que su hijo querría llevarse a un chico con el, antes habían sido chicas, y no lo pudo dejar pasar. Quizás su hijo se ha confundido de persona.

-- Zoon, hij is geen meisje. Je kunt het niet dragen alsof het één is.
( Hijo, él no es una chica. No lo puedes llevar como si fuera una.)
Explicó el padre de Max mientras se acercaba a su hijo pero este se aferró más a Checo, Antonio veía la situación comiendo el almuerzo que había comprado.

Jos suspiró, era muy difícil llevarle la contraria a Max, cuando quería algo había que darselo por que haría una rabieta que ni de hablar y que Jos prefería no recordar.
El señor Verstappen miró a Sergio, del por qué su hijo se había apegado a ese chico de 14 años, creyó que era por el simple hecho que tenía una belleza exótica. No referente a Europa.

-- Ik wil het voor mezelf!
( Lo quiero para mí! )
Ordenó el pequeño Max, demaciado joven para mandar.
Mientras el pequeño Verstappen hablaba, sus manos se quedaban inquietas, Sergio estaba llegando a un punto que no podía ignorar las manos del niño rubio en su trasero, sonriendo nerviosamente.

Intentó gentilmente de despegar las manos del niño, pero este las volvía a colocar en el mismo lugar. No dió más después del primer intento sabiendo que iba a pasar lo mismo. Todo esto a vista del Sr Jos Verstappen.

 Todo esto a vista del Sr Jos Verstappen

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Sorry, I'm Not Into Short GuysWhere stories live. Discover now