Secretos en el paraíso [Levihan / Historia completa]

5- Propuesta

Todo inicio tenía su final y eso era exactamente lo que Hanji escuchó de Levi, estando sentada frente a él mientras ambos esperaban que su orden de comida llegara.

Desde aquel lejano día en que un desconocido los interceptó en un centro comercial, hasta el presente,  transcurrieron al menos cinco años.

La idea inicial de Hanji de solo conseguir el dinero para sus vacaciones, y luego no volver a verles la cara nunca más, no se concretó.

Tal vez Hanji estaba retrasando lo inevitable y no podía molestarse con Levi por querer darle otro rotundo giro a su vida.

—Lo entiendo. ¿Ya has pensado cuándo será tu despedida oficial? —preguntó Hanji.

—No lo he pensado aún. Primero deseaba conversarlo contigo, después de todo esto también te implica.

—¿Puedo saber la razón?

—¿De verdad quieres saberlo?

Los sentimientos abrumadores de Hanji no la hicieron sentir mejor tras la llegada de su comida. Hasta hace un rato atrás ella parecía feliz ante la idea de comer juntos como siempre, pero de pronto perdió el apetito.

—¿Tiene algo que ver con la persona con la que salías últimamente? —quiso saber Hanji.

—Sí y no— respondió Levi.

—Esto ha sido algo repentino y quizás no esté teniendo la reacción que esperabas. Deberíamos hablar de esto con más calma en otro sitio más tarde. Lo siento, tengo que irme. Nos vemos en la noche.

Hanji se levantó de la mesa y personalmente se encargó de pagar por su comida y por la de Levi, sin dar más explicaciones.

De pronto le apeteció caminar y así lo hizo con toda calma por la ciudad, ella por algún motivo se sentía emotivamente pequeña entre los grandes edificios.

¿Qué estaba haciendo exactamente con su vida? Se cuestionó Hanji.

Solo bastó mirar a su alrededor. Vio a niños pequeños caminar de la mano con alguno de sus padres y parejas posando con rostros enamorados frente a la cámara de sus teléfonos.

Los hijos de sus amigos crecían mientras ella se hacía cada vez más vieja y tal vez solitaria. Por supuesto que no podría retener a Levi para siempre a su lado aunque fuera solo su amiga. Él eventualmente conocería a alguien más en el futuro, se enamoraría, quizás se casaría y formaría también una familia. De solo pensar en eso se sentía pesimista.

Quizás su problema radicaba, en que tenía la sospecha de que hace algún tiempo ya no separaba las cosas de su trabajo con su vida personal. Muchas horas de su vida incluían a Levi. Ya sea comiendo juntos, haciendo compras, ejercitándose o trabajando.

El enamoramiento era inminente al compartir tanto tiempo junto a alguien que quería y admiraba realmente. Levi no solo era un hombre con una increíble apariencia física y alguien inmune a sus malos chistes.

Levi también era astuto, confiable y dedicado a sus asuntos. A su vez era un buen amigo, uno bastante bueno capaz de sostener su cabello cuando se encontraba mal del estómago.

El tipo de amigo en el que podía confiar, para que fuera por tampones a la farmacia cuando le llegaba el período o de meter su ropa junto a la suya en el mismo ciclo de lavado.

De pasar horas de su vida, a veces simplemente haciendo nada durante una noche de un sábado cualquiera.

La vida adulta era complicada en gran medida. Cuando era adolescente solo debía preocuparse de obtener buenas calificaciones, lo que era pan comido para alguien como ella. De vez en cuando se reunía con sus amigas de ese entonces para ir al cine o disponía de tiempo al sentarse a ver su programa de televisión favorito comiendo chucherías.