Pastel de Cereza.

🍒 10 🍒

Empezando su novela dramática favorita

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Sentía como si todo su cuerpo protestará ante el mínimo movimiento, sus piernas y sus brazos podrían caerse si intentaba levantarse de manera inmediata. Había una mano acariciando su cabello, podía escuchar la suave respiración a su lado y lo que bien podría ser el ronroneo de un alfa satisfecho.

El omega de Minho se pavoneó orgulloso en su interior, sonriendo de manera somnolienta antes de que sus pestañas temblarán al abrir los ojos, siendo recibido por el rostro de Seungmin con ojos de cachorro y rastro de lágrimas surcando sus mejillas, provocando que toda la dicha que Minho sentía esa mañana cayera como plomo a sus pies sin importar la sonrisa triste del alfa a su lado y cómo seguía tocándolo como si fuera lo más preciado en su vida.

—Oye, buenos días—saludó Seungmin con una triste sonrisa que sólo puso a Minho a la defensiva.

Quería responder, pretender que no estaba viendo el rostro desolado de Seungmin, pero la idea de su alfa sufriendo lo ponía tan mal que emitió un pequeño gimoteo de angustia, girando en la cama hasta quedar sobre su costado y poder llevar las manos a su rostro, acariciando con lentitud sus mejillas, pasando los pulgares por sus pómulos y su nariz.

— ¿Algo está mal? —preguntó con temor.

Por un momento Minho olvidó todo lo malo, pudo fingir que seguía viviendo en la ignorancia y amaba a Seungmin de la misma manera en la que él hacía. Durante ese mísero segundo en la mañana después de su celo, pudo pretender que las cosas estaban tan perfectas como hace meses y ellos eran una pareja feliz y enamorada porque amaba a Seungmin tanto que podía colocarle una venda a su corazón con tal de seguir teniendo ese momento.

Pero entonces Seungmin abrió la boca y fue como arrancar una bandita auxiliar de una herida que aún no cerraba, provocando la hemorragia.

—Minho, hay algo que tengo que decirte—susurró Seungmin en la comodidad del nido que había hecho para Minho, inclinándose sobre él hasta que sus frentes estuvieron juntas—Por favor, sólo escúchame y después podrás hacer lo que quieras.

— ¿Minnie?

El sobrenombre parecía hacerlo sufrir, provocando sonidos dolorosos del alfa que sólo ponían más nervioso al omega amargando su aroma, destrozando la atmósfera tranquila que habían hecho en ese pequeño lugar.

—He estado teniendo una aventura los últimos seis años.

Las palabras escaparon de sus labios en voz baja, un secreto entre ambos de la misma manera en la que se han declarado su amor cada noche o han prometido tener un futuro juntos. Su aliento golpeó contra los labios de Minho y le permitió saborear tal declaración en el paladar, bebiendo de su boca la traición que le estrujó el corazón al omega como si fuera un limón en un vaso y Seungmin estuviera dispuesto a beberse el jugo con tal de dejarlo seco.

No sabe muy bien qué tipo de ruido hizo, pero Minho se sentía como si se estuviera ahogando porque todas esas cosas que sospechaba, los secretos y las ideas que lo mantenían llorando hasta altas horas de la noche ahora parecían ser confirmadas de los propios labios de Seungmin, destrozando por completo su deseo de que todo fuera falso y Minho sólo estuviera pensando demasiado en las cosas.

Sintió los brazos del alfa envolverlo y atraerlo a él, su cuerpo presionando contra el de Minho haciendo que fuera consciente de lo desnudo y expuesto que estaba. Una parte de él quería gritar, golpearlo, llorar como ha estado haciendo en silencio, reclamarle y huir de él, pero no podía hacer nada salvo cerrar los ojos con fuerza mientras sentía a Seungmin acariciar sus narices juntas, escuchaba sus sollozos ahogados y sentía sus brazos apretándole con más fuerza.