Lover's Revenge ➳ ChanBaek

06

—¡Oh! Mira a quiénes tenemos aquí —dijo Suzy con una sonrisa pícara, llamando la atención de ChanYeol. Ambos estaban dando un paseo, a solicitud de la mujer, quien estaba poniendo lo mejor de sí misma para reanimar la chispa de su matrimonio. No quería que ChanYeol mirara a otro lado y este era uno de los primeros pasos- A pesar de todo, amaba a ChanYeol—. Te dije que me parecían adorables, pero esto supera todo. —Soltó un suspiro soñador—. ¿Quién diría que BaekHyun era así de cariñoso? Siempre lo veo con un rostro serio. Además, es contador... pero un hombre enamorado al final del día siempre va a ser un hombre enamorado.

ChanYeol apretó la mandíbula ante lo que sus ojos veían.

Al frente había una dulcería, por el ventanal podía distinguir claramente al joven matrimonio. BaekHyun estaba con una gran sonrisa en labios, riendo en ocasiones junto a su esposa, que se tapaba la boca cuando ya era demasiado para poder controlarlo. ChanYeol había olvidado cómo era la risa de BaekHyun, que era tan particular y escandalosa, le molestó ver que hasta eso tenía en común con TaeYeon. Verlos a los dos así le hizo pensar que antes esas sonrisas solo se las dedicaba a él.

Suzy suspiró, algo envidiosa por no compartir un momento así con su marido que parecía tan ajeno a todo, incluso a ella. Y tal vez, siempre fue así. Comenzaron con buen pie las primeras citas, pero no lograron evolucionar a más y si era sincera, con toda la amargura del mundo, debía de admitir que en lugar de avanzar, retrocedieron.

Ella quería algo como lo del matrimonio Byun. Estaba tan celosa.

Ver a esos dos perdidos en su mundo, viéndose tan perfectos juntos... mientras ella tuvo que suplicar por un poco del tiempo de su esposo para un simple paseo en el parque, era sumamente lamentable. De repente, se arrepintió de fijarse en sus vecinos y bajó la mirada, observando su pedicura.

Por su lado, el alto sintió ira recorrer su cuerpo. Su mirada se ensombreció cuando de su pedazo de pastel, TaeYeon partió un trozo con su cuchara para dárselo en la boca a BaekHyun, quien aceptó gustoso.

«Pobrecita, no sabe que lo tuve gimiendo debajo de mí hace unos dos días», intentó reconfortarse ChanYeol.

ChanYeol emprendió su camino y sacó su celular para teclear unas cosas.

Eso era un problema respecto a los amantes. El sexo con desconocidos era peligroso, no sabías sobre el pasado del otro, nada en lo absoluto, pero era seguro de una manera diferente. Si tenías sexo con un amigo, sería cuestión de tiempo para que esa línea trazada se volviera borrosa y los sentimientos hicieran acto de presencia que conllevaría al quiebre de la amistad. Con un desconocido, lo más seguro era que solo sería cosa de una noche.

Pero, ¿tener sexo con un ex? ¿Un ex con el que estuviste casi dos años juntos? Debió estar tan desesperado para considerar que fue una buena idea, porque ChanYeol acababa de comprobarlo, no lo fue.

La frecuencia era un problema, tarde o temprano ibas a encariñarte con esa persona, tus pensamientos se llenaban poco a poco de él, te perdías entre sus besos, te envolvías en su calor, su voz llamando tu nombre sería la más hermosa de todas las melodías. Tu mente estaba inundada de lo que esa persona hacía en su día a día, sus deseos, sus motivaciones... y eso podía tomar un rumbo aún más peligroso si no eras precavido: pensabas en lo que esa persona podría hacer por ti.

Entonces se abría la posibilidad de lo que tú puedes hacer por esa persona para ganarte su afecto. Y ese era el momento exacto en el cual caías en cuenta de lo jodido que estabas.

Al verlos reír, ChanYeol supo lo jodido que estaba.

Aunque, claramente, no conocía la dinámica del matrimonio Byun.